Casi para finalizar el año, deseo culminar –por el momento– mis pensamientos sobre la educación en mi México querido. Un tema del que he hablado en reiteradas ocasiones y cuya preocupación y ocupación estriba en lo que observo.
Pues bien, en días pasados, el Secretario de Educación, Aurelio Nuño, presumía en las redes sociales y otros medios de comunicación, el logro que había tenido esa instancia pública en cuanto a la evaluación educativa se refiere. Logro que bien a bien no sé a qué le supo, sobre todo cuando el discurso que utilizó en los últimos meses fue agresivo, amenazante y con tintes de autoritarismo al más viejo estilo “priista”. ¡Así pues como no! Pero ¿realmente los maestros estuvieron convencidos de presentarse voluntariamente a dicha evaluación o, por el contrario, a fuerza de no perder su empleo no les quedó de otra que asistir a las sedes que les fueron asignadas? Vaya, a unos hasta hospedaje les dieron ¿A cómo les habrá salido el numerito? Y eso que el presidente ha hablado de austeridad en su gobierno.
Se dice que del total de docentes se evaluó a la mayoría –80%–; sin embargo, buena parte de los que laboran en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, se opusieron a tal proceso. Por obvias razones lo hicieron. ¿Fue legítima su lucha? Desde su trinchera así se observa, pero a decir verdad, buena parte de la sociedad ya no lo tolera. No obstante lo anterior, algo que llamó mi atención, fue la seria inconformidad sobre este asunto de muchos docentes “institucionales”, aquellos que no se identifican con la disidencia en manos de la CNTE, sino que se cuentan entre las filas del SNTE. Ojalá y en las cúpulas sindicales “oficiales” den lectura a estos hechos y retomen su papel al frente de los trabajadores de la educación ¿o acaso el SNTE se volvió el brazo derecho de la SEP? Así parece, aún y a pesar del insípido pronunciamiento sobre la “Reforma educativa” que emitió en días pasados. Menuda transformación ha sido ésta. No la esperaba.
Ahora bien, cuando se habla de evaluación muchos le tememos, y esto es así por el carácter sancionador que puede imprimírsele, y para muestra todo lo que Aurelio Nuño –Secretario de Educación Pública– vociferó hasta el hartazgo: ¡o te presentas o te despido! Ya me imagino a un maestro diciéndole a sus alumnos ¡o haces el examen o te vas de esta escuela! Sencillamente no sería nada ético y pedagógico pero bueno, qué podría debatir Nuño –Secretario de Educación Pública– sobre procesos de evaluación, didáctica y pedagogía.
Así las cosas y en este escenario, las escuelas normales no escaparon a la presión que impuso el INEE, sin embargo ésta fue aminorada por la Subsecretaría de Educación Superior quien, para acabar pronto, le puso un “estate quieto” a dicho instituto alegando su entera responsabilidad en el diseño de políticas educativas para el medio normalista.
Éste sin duda fue un buen respiro para muchos de los profesores que se encuentran adscritos a este Subsistema pero, para el 2016, se avizora un escenario “candente” por la reforma que se vislumbra. ¿Será que los docentes de las escuelas normales se organizarán para que hagan llegar y hacer valer una propuesta educativa que sea tomada en cuenta por la Subsecretaría y la DGESPE? No lo creo. Y hago esta afirmación por dos razones. La primera, un caso concreto, del total de escuelas que integran el medio, sólo tres, cuatro, o cinco –entre ellas la Normal Veracruzana Enrique C. Rebsámen y la Normal de Tlaxcala Francisca Madera Martínez– hicieron un pronunciamiento en contra de las Directrices que el INEE emitió en meses pasados; léase bien, sólo fueron tres, cuatro o cinco de las más de 400 existentes. La segunda razón, es que hasta el momento no se han organizado – al menos que yo sepa – para hacer un frente común que les permita fijar una posición y una propuesta en contra de las políticas educativas secretariales que se avecinan y que pueden ser consultadas en la página web de la mencionada Dgespe.
Y es que mire usted, en días pasados, la Ibero Campus Puebla y la Normal Veracruzana referida, convocaron a los maestros normalistas del país para que asistieran a sendos foros con la idea de que se propusiera una agenda regional o nacional mediante la cual se fijara una postura y propuesta sobre la reforma a las escuelas normales ¿Y qué cree? ¡Nada, no pasó absolutamente nada!
En los últimos días, insistentemente he escuchado en diversos espacios que el “normalismo mexicano” ha sido el sector “olvidado” por la SEP y el gobierno, hay un tanto de razón en ello pero, ¿serán las únicas instancias a la que se les “olvido” el medio? No lo creo, y no lo creo porque a fuerza de decir la verdad, a muchos les ha convenido esto. Si esto no fuera así, ¿por qué no se ha pedido una revisión al reglamento que permea en estas instituciones con el propósito de mejorarlo a fin de que se logre un equilibrio entre los docentes experimentados y noveles?, ¿por qué razón no se han escuchado otras voces que exijan una profunda revisión a las “prácticas institucionalizadas” que existen cual secreto a voces en las normales, sobre todo, las rurales?, ¿por qué del total de las instituciones formadoras de docentes solamente tres o cuatro manifestaron su inconformidad ante las “supuestas” arbitrariedades?, en fin… ¿a quién le ha convenido ser “los olvidados”?
Cierto, el desarrollo histórico que han tenido estas escuelas no ha sido fácil, ha estado marcado por varios eventos. Eso se entiende y se reconoce, no así el desinterés y apatía que observo en estos momentos.
Bien dicen que la “unidad hace la fuerza”. Ojalá logren este propósito pensando en su razón de ser, los estudiantes, y no intereses mezquinos y falaces, muchas veces muy particulares o… muy personales.
Tengo claro que la generalización no es buena, permítanme hacerlo sobre este tema en estos momentos, porque como usted mi estimado lector lo sabe, si algo reconozco, valoro y aprecio, ha sido, es y será el “normalismo mexicano”; esto, por ser la piedra fundamental en el desarrollo de mi México querido. Sin embargo, comenzar a reconocer que algo debe de cambiar, es y será el inicio de un mejor camino. Al menos eso espero.
Docente en Escuelas Normales en Tlaxcala.
Twitter: @Lalocoche