Alberto Salvador Ortiz Sánchez
Mario Báez Sánchez
José Juan Alvarado Marcos
Antes que nada, dedicamos esta colaboración a todo el equipo de científicos, especialistas en distintas ramas de la ciencia médica, laboratoristas, ingenieros y genetistas, médicos, enfermeras y voluntarios de todo el mundo que han puesto su inteligencia y conocimiento para crear en tiempo récord para la humanidad una vacuna sumamente eficaz y segura para enfrentar a la COVID19 y sus terribles estragos. Su trabajo y resultados hoy son una luz en el camino tan oscuro que inició para la historia moderna el 31 de diciembre de 2019 en Wuhan, provincia de China. A nombre de los que seguimos aquí, de quienes se adelantaron en el camino de la vida por causa de esta enfermedad, de toda la civilización moderna y antigua, muchas gracias por su tenacidad e ingenio frente a este enemigo diminuto que ha paralizado a nuestro mundo físico y psicológico. Gracias, de todo corazón.
Vivimos momentos muy complejos, no solo por la pandemia en sí, sino por todos los efectos que han venido arrastrando con ella y que de manera inevitable han trastocado nuestra existencia. Empezando por vivir un aislamiento social que nunca antes habían experimentado al menos tres generaciones; la crisis y recesión económica tan devastadora para muchos sectores de la economía local y global; trastornos psicológicos producto del prolongado aislamiento. Uno de los efectos que más ha llamado la atención en todo el mundo fue la suspensión súbita de todas aquellas actividades que implicaran una proximidad social, siendo las escuelas el sector más afectado, seguido de todas aquellas actividades económicas y sociales que implicaran convivir en espacios físicos cerrados.
De repente nuestras escuelas tuvieron que adaptarse sin experiencia previa a un contexto de educación a distancia, entendida en el más amplio y complejo espectro de posibilidades de interacción que iban desde aquellos alumnos que podían tener conexión de internet de 24 horas hasta quienes tuvieron que adaptar su televisor para ver un programa educativo o más aún, esperar a que cada maestro llevara hasta sus comunidades el tanto de actividades para reforzar los contenidos. Era necesario darle continuidad lo más que fuera posible a nuestra rutina cotidiana no solo para seguir con el trabajo, sino también para mantener la esperanza de que pronto todo esto pasaría y así no caer en la desesperación o la depresión. A eso y mucho más nos hemos tenido que enfrentar a lo largo de todos estos meses de zozobra, pero también de esperanza.
En medio de este contexto de constante aprendizaje en condiciones extraordinarias, un equipo de asesores técnico pedagógicos adscritos a las zonas escolares 19, 20 y 33 de educación primaria en el estado de Tlaxcala nos reunimos virtualmente para reflexionar y poner en la mesa un tema que si bien ha tenido bastantes reflexiones, aún no explora del todo una veta que puede ser parte de la comprensión del porqué la escuela básica y las ciencias naturales y exactas parecieran a veces no converger: el conocimiento preciso del magisterio sobre los contenidos educativos de ciencias exactas y naturales y en consecuencia, la eficiente o deficiente gestión de los aprendizajes en sus alumnos.
Como aproximación inicial a este tema de análisis, entre octubre y noviembre de 2020 se llevó a cabo una encuesta con docentes de distintas partes del estado de Tlaxcala a través de la herramienta de formularios de google donde preguntamos a 111 compañeros esencialmente lo siguiente:
1.- Grado escolar que atendía en ese momento.
2.- Si se considera que el enfoque didáctico de las asignaturas de conocimiento del medio, ciencias naturales, geografía, física, química, matemáticas es claro y digerible para alumnos y maestros.
3.- Si las sugerencias didácticas de los programas de las asignaturas indicadas están suficientemente sustentadas y apegadas a las etapas de desarrollo cognitivo de los alumnos.
4.- Se planteó elegir de un cierto grupo de estrategias cuál se consideraba era la más idónea para trabajar el siguiente aprendizaje esperado: “escribe lo que observa que sucede durante un remolino, un ventarrón, la lluvia, el desplazamiento de las nubes, la caída de las hojas de los árboles, el desplazamiento de los caracoles, de las hormigas, etcétera” en función del grado que atendían en ese momento.
5.- En esta parte, se pidió indicar en una escala del 1 al 5 que tan involucrado o familiarizado se siente un docente de educación básica con los contenidos de las asignaturas indicadas.
6.- Preguntamos también si de manera general, cuando ocurre un fenómeno natural grande o de impacto como huracanes, sismos, inundaciones, erupciones volcánicas, los docentes retoman dichos eventos para planificar una parte de sus actividades didácticas y;
7.- Les pedimos escribir una reflexión breve sobre si a las asignaturas de conocimiento del medio, ciencias naturales, geografía, física, química, matemáticas, se les da o no importancia en el marco de estudios actual en nuestro país.
Como se puede ver, son preguntas que hacen un primer intento de acercamiento partiendo de la experiencia concreta de los docentes y cómo es que ellos asumen el conocimiento científico como una herramienta eficaz e interesante en la medida en que se enfrentan a estos temas junto con sus alumnos.
De 111 encuestados, 65 atendían en ese momento a alumnos de 3er a 6to grado de primaria, 38 a 1er y 2do grado, 2 a tercer grado de secundaria y 6 compañeros cumplían alguna función, ya sea de apoyo, directiva o de asesoría técnica pedagógica.
Llama la atención el hecho que, de esta mínima muestra de compañeros, el 81.1% (90 entrevistados) consideraron que el enfoque didáctico de las asignaturas multimencionadas es claro y digerible para alumnos y maestros. Un 3.6% (4 encuestas) dijeron que no lo era y un 15.3% (17 encuestas) manifestaron que tal vez esos enfoques eran claros, pero también podrían no serlo.
Destacamos el hecho de que un porcentaje alto de encuestados considera que los planes de estudio sí cumplen con el cometido de que sus enfoques de trabajo sean concretos y comunicables para nuestros alumnos, sin embargo, a nivel de valoraciones de desempeño internacional como la Prueba PISA, nuestros resultados son críticos y alarmantes respecto a otras naciones.
Sin menoscabo de que los comparativos unilaterales son injustos, ni todas las pruebas son objetivas ni todo el conocimiento es monolítico o memorístico, queda entonces seguir buscando dónde se considera que puede haber un corte abrupto entre un aprendizaje formativo que deviene entonces en bajos o nulos resultados a nivel de desempeño académico siendo que tenemos un currículo robusto y compacto que tendría que ser nuestra principal herramienta de trabajo.
Seguiremos indagando en la siguiente entrega.
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Alberto Salvador Ortiz Sánchez. Licenciado en educación primaria; docente frente a grupo y actualmente asesor técnico pedagógico
Mario Báez Sánchez. Licenciado en educación primaria; docente frente a grupo, actualmente asesor técnico por reconocimiento
Licenciado en ciencias de la educación, Maestro frente a grupo, actualmente asesor técnico pedagógico por reconocimiento,