Oscar Rodríguez Mercado[1]
No soy líder moral de nadie, soy un cuadro que se formó dentro del SNTE
y que ha contribuido en la medida de sus posibilidades en el
quehacer sindical y en la superación de la vida de la organización.
La muerte de Liberato Montenegro Villa (1938-2020), líder histórico de la Sección 20 del SNTE, acaecida el pasado 13 de julio cierra un capítulo importante en la historia reciente del sistema político nayarita. Los señalamientos por la solicitud de favores sexuales a las maestras para otorgar plazas docentes son vox populi en la entidad, así como otro tipo de abusos, tolerados por el poder que concentró a lo largo de su trayectoria como líder sindical. Los abusos de poder son la parte visible de un liderazgo incontestable del otrora magisterio federalizado nayarita. La personalización de las estructuras sindicales, así como una sólida formación política, son los elementos que convergen en la biografía de un personaje polémico y a la vez indispensable para comprender los procesos que perpetuaron su liderazgo político por más de cinco décadas.
Nacido el 5 de abril de 1938 en La Mazata, Jalisco, realizó sus estudios en la Escuela Normal Rural de Xalisco, Nayarit y en El Mexe, estado de Hidalgo. Por su formación normalista, su juventud estuvo marcada por la participación en organizaciones estudiantiles con orientaciones socialistas como la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y otras similares a nivel Latinoamérica. Sus inicios como maestro rural en el poblado de San Cayetano, municipio de Tepic y en Ixtlán del Río, al sur de Nayarit, se caracterizaron por su activismo político. Se rodeó de maestros jóvenes con ideas afines y empezó a hacer política contra el entonces líder magisterial Federico González Gallo. Esto le valió ser exiliado en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México a principios de la década de 1960 por el entonces líder magisterial. Su regreso, ya en 1963, se dio en medio de disputas entre el ya mencionado grupo hegemónico y otro emergente encabezado por Antonio Camarena. Ambos grupos se disputaron el control del Seccional entre 1962 y 1971, cuando finalmente prevaleció el que ya tenía a Liberato Montenegro entre sus principales líderes.
En enero de 1974, con 35 años, Liberato Montenegro fue nombrado Secretario General de la Sección 20 del SNTE, luego de haber escalado los distintos peldaños de la estructura sindical. Desde entonces y hasta su muerte, mantuvo un liderazgo incontestable al grado de generar una percepción de omnipresencia entre el magisterio. No hubo un solo Secretario General del seccional ajeno a su influencia, ni conflictos con grupos antagónicos que realmente hayan puesto en riesgo su liderazgo.
Liberato, como era conocido en Nayarit, también fue un hombre muy activo en la política local principalmente a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante medio siglo. Fue diputado local y presidió el Congreso del Estado, también fue Senador y Diputado Federal. Buscó la gubernatura del estado en varias ocasiones, primero para él y después para su hijo, Gerardo Montenegro, pero sin éxito.
Entre los profesores se tenía la percepción de que nada se movía en el magisterio sin su autorización y que sabía cuánto ocurría en las escuelas; asumían que sus tentáculos dominaban todo el estado, gracias a su capacidad de imponer regidores, diputados y alcaldes. En varias ocasiones se rumoró sobre su inminente caída, por conflictos con los gobernadores e intentos de los líderes nacionales por disminuirlo. Durante varios años se habló de la democratización del magisterio nayarita y el amplio rechazo entre los maestros, no obstante, su liderazgo y peso político en el estado se mantenían en un punto muy alto al momento de su deceso.
Su muerte, a los 82 años en medio de la pandemia, abre interrogantes sobre el futuro de su grupo político. Pondrá a prueba la capacidad de sus hijos, principalmente de Gerardo Montenegro (quien en los hechos ya operaba la Sección 20 desde hace algunos años), para mantener la gobernabilidad del magisterio nayarita y consolidar su posición como el grupo político más influyente de la entidad.
La Sección 20 del SNTE: la omnipresencia del líder
La figura de Liberato parecía controlar la vida sindical en su totalidad: lo que ocurría en la escuela por mínimo que fuese, era de su conocimiento. Para ilustrar esta suerte de omnipresencia reproduzco una anécdota que compartió un profesor de primaria. En el año 2011 las movilizaciones del sindicato de la burocracia local en Nayarit (SUTSEM) llamaron la atención. Durante la hora del recreo, el profesor comentaba en tono de broma con un compañero que deberían afiliarse al SUTSEM, porque ellos sí defienden. Al final de la jornada laboral llegó el Secretario General del Comité Ejecutivo Delegacional (CED) a la dirección de la escuela para pedir prudencia y serenidad, pues se había enterado de que un grupo de profesores buscaban la filiación a otro sindicato. Al hacer la aclaración, se dieron cuenta de que el Representante de Escuela escuchó la plática y se lo informó de inmediato al CED.
Durante más de cinco décadas, se mantuvo la percepción de que Liberato estaba enterado de cuanto ocurría en cada escuela federal del estado. Siempre existieron grupos opositores, pero los movimientos disidentes al interior de la Sección 20 del SNTE rápidamente fueron disueltos. Aunque se acuse de tener grupos de choque a su servicio, lo cierto es que muy pocas veces tuvo que hacer uso de la fuerza para apagar alguna manifestación en contra de su liderazgo.
El imaginario colectivo de omnipresencia construido alrededor de su figura se debe a mecanismos efectivos de intermediación, principalmente gracias al control de la estructura formal del sindicato. A pesar de que esta estructura funciona en cada sección sindical, la habilidad de Montenegro Villa para asociar con su persona todo mecanismo de gestión fue fundamental para lograr este estatus.[2] Su acenso a la dirigencia seccional coincidió con el periodo de Carlos Jonguitud Barrios, por lo que la estructura de Vanguardia Revolucionaria del Magisterio (VRM) funcionaba en Nayarit, pero sus miembros respondían directamente a Liberato.
Aunque han existido diversas expresiones políticas que buscaron disminuir el dominio de Montenegro al interior de la Sección 20, fueron limitadas y efímeras. Además, los grupos en apariencia disidentes no necesariamente tenían el interés por democratizar al seccional ni por defenestrar al longevo líder sindical, sino obtener algunas carteras en los CED o CES. Quienes tuvieron posiciones decididas, en múltiples ocasiones les fueron concedidas algunas posiciones, pero sus movimientos fueron desarticulados, ya sea por cooptación de los cuadros que ocuparon carteras en los comités o al dispersar a sus integrantes en distintas zonas escolares mediante permutas no solicitadas.
Estos mecanismos de control e intermediación tienen altos grados de institucionalización, pues la constante renovación de la estructura sindical los reproduce sin mayores sobresaltos. Aunque haya ciertos señalamientos entre el magisterio sobre cuadros que se mantienen por dos o tres periodos en los CED o CES, lo cierto es que en las Secretarías Generales no se dan reelecciones y se cumplen ciertos ciclos de cuadros en los puestos menores. Después de dos o tres periodos en distintas carteras, los cuadros en cuestión regresan a sus escuelas, fungen como una suerte de consejeros del grupo dirigente (compuesto por líderes formales y reales) o pasan a órganos nacionales.
Esta trayectoria brinda a los cuadros sindicales un conocimiento profundo de los mecanismos de gestión y de intermediación, por lo que la estructura se mantiene en apariencia inalterable. Aunque el relato de lo hasta aquí expuesto parezca lineal, da cuenta de la activa vida sindical y la complejidad de su operación. Esa estructura organizacional permitió la permanencia de un liderazgo prolongado a pesar de estar anidado en una sección sindical, con la capacidad de sobreponerse a los cambios profundos en el sistema educativo, en los liderazgos nacionales del sindicato y, por supuesto, en el sistema político, local y nacional.
Los COPyS: el sueño de la gubernatura y la consolidación del grupo político estatal
La actividad política de Liberato en Nayarit fue de suma importancia en el sistema político estatal. A la par de la consolidación de su liderazgo en la Sección 20 del SNTE durante la década de 1970, se dio a la tarea formar una estructura político electoral al servicio del PRI con la cual extendió su poder en la política estatal. Los Comités Políticos y Sociales (COPyS) estaban compuestos por maestros, transportistas, obreros, albañiles, líderes barriales y otros personajes con potencial influencia en otras personas, buscando un efecto multiplicador. El principal objetivo de los COPyS, que llegaron a contabilizarse por más de 800 en todo el estado, era movilizar votos a favor del PRI, a imagen y semejanza de la estructura territorial del partido, extendida en cada sección y distrito electoral.
Con los COPyS, Liberato buscaba trascender su influencia sindical y consolidar un grupo político en la entidad, que le permitiera intervenir en la política partidista. Es verdad que los líderes sindicales accedían a puestos de elección popular, principalmente a través del PRI (de un par de décadas para acá, de manera diversificada en varios partidos, entre ellos el hoy extinto Nueva Alianza), pero Montenegro Villa encabezó un grupo político importante con fuerza propia en todo el estado. Esto le permitió ganar todo tipo de puestos de elección popular y en la administración pública estatal para los suyos, así como enfrentar con éxito a gobernadores que lo quisieron debilitar.
Sus aspiraciones políticas siempre fueron del dominio público al buscar la gubernatura del estado en varias ocasiones. La primera fue en la segunda mitad de la década de 1970, desde su puesto como presidente del Congreso del Estado. Las constantes movilizaciones de apoyo que promovió hacia su persona fueron interpretadas como alardes de fuerza por el entonces gobernador Rogelio Flores Curiel, quien lo desaforó en 1977 y lo descarriló de la contienda electoral de 1981. En 1999, con un poder muy consolidado en el estado, fue de los siete precandidatos del PRI a la gubernatura. Aunque reclamo para sí la nominación por el PRI, la decisión favoreció a Lucas Vallarta Robles.
Al ver frustrada su carrera por la gubernatura, en 2005 y 2011 se enfocó en buscar la nominación del PRI para Gerardo Montenegro, su hijo mayor. En la primera ocasión fue derrotado en una elección interna (abierta a todo el electorado) contra Ney González, mientras que en 2011 la negociación encabezada por Humberto Moreira (entonces presidente nacional del PRI), con encuestas en mano, favoreció a Roberto Sandoval Castañeda; a la postre gobernadores del estado.
Sin embargo, su trabajo político en el PRI, en buena medida gracias a los COPyS, le retribuyó regidurías, curules en el Congreso del Estado, alcaldías y otros puestos en la administración pública para su grupo político. En 1981 fue nombrado Director Federal de educación por el entonces gobernador Emilio M. González, por lo que la reforma al sector educativo promovida por Jesús Reyes Heroles no tuvo mayores consecuencias en Nayarit. Las alianzas con los gobernadores en turno dependieron de la coyuntura político-electoral, pero gracias a la consolidación de su liderazgo pudo enfrentar a tres gobernadores y recuperar las posiciones perdidas.
Los gobiernos de Celso Delgado (1987-1993), Antonio Echevarría Domínguez (1999-2005) y Roberto Sandoval (2011-2017), pretendieron debilitar a Liberato Montenegro con resultados adversos. Delgado Ramirez buscó impulsar un proyecto educativo mediante la participación social, minando la interlocución del sindicato, pero el funcionario encargado de dirigir la educación, Esaú Hernández, fue casi linchado por las huestes liberatistas. Por su parte, Antonio Echevarría, declaró la guerra contra los caciques, entre los que se encontraba Liberato Montenegro. Quitó la titularidad de la autoridad educativa al grupo de Montenegro e incentivaron la disidencia interna, mediante personajes con pasado en el grupo hegemónico, entre ellos, el segundo titular de educación, Salvador Muñoz. La reacción del magisterio fue tal que a los dos años Echevarría tuvo que ceder ante Montenegro.[3]
Finalmente, Roberto Sandoval, mediante mecanismos similares a los de Echevarría, trató de incentivar la disidencia dentro del magisterio con ex colaboradores de Liberato, con los mismos resultados. Además, la promulgación de la Reforma Educativa de 2013 tuvo un efecto catalizador de descontento entre el magisterio, que encontró en el gobierno del estado un actor para presionar y evitar que se aplicara la reforma a cabalidad.
La torpeza de algunos gobernadores para buscar debilitar un liderazgo tan consolidado, sobre todo al no conocer la dinámica magisterial, derivó en problemas de legitimidad para sus gobiernos y una consecuente necesidad de negociar con Liberato. Algo similar ocurrió con los líderes sindicales nacionales, concretamente con Elba Esther Gordillo quien buscó influir en la Sección 20 sin éxito. En diversas ocasiones, siempre off the record, aceptó que nunca pudo con Montenegro.
Al momento de su muerte, Liberato Montenegro y su grupo político gozaban de una posición privilegiada en la política local. El gobernador Antonio Echevarría García dejó atrás la guerra contra los caciques emprendida por su padre en 1999 y tuvo como Secretario Particular a Arturo Liberato Montenegro Ibarra y como Secretario General de Gobierno a Jorge Aníbal Montenegro Ibarra, ambos hijos del hoy extinto líder.
A modo de cierre
La formación socialista que ofrece la mayoría de las Escuelas Normales Rurales abre un amplio abanico de trayectorias y destinos a los futuros maestros, al vincular su vida laboral con el grupo corporativo más importante en el sector educativo, el SNTE. Dos personajes con la misma formación profesional, pero con proyectos políticos divergentes: Liberato Montenegro y Lucio Cabañas Barrientos (ambos nacieron en 1938), coincidieron en la FECSM. El primero se convirtió en el líder sindical más importante de Nayarit, mientras el guerrerense eligió el camino de la guerrilla y sería abatido por el Ejército un 2 de diciembre de 1974, luego del secuestro del senador priísta Rubén Figueroa. En ese punto, Montenegro ya estaba consolidado como líder del magisterio nayarita.
La formación socialista obtenida en la Normal fue replicada por Montenegro en el diseño de los COPyS, al componerse por núcleos capaces de formar una base amplía por su posición de los miembros en los distintos grupos sociales. Además, ya como líder sindical, en reiteradas ocasiones participó en distintos eventos de militantes de las juventudes comunistas organizados por grupos abiertamente de izquierda gracias a su dominio de los temas tratados. Entre no pocos dirigentes y activistas identificados con expresiones de la izquierda en Nayarit cultivó relaciones de respeto que se hicieron visibles al anunciarse su fallecimiento.
A pesar de las críticas y el rechazo hacia su persona entre algunos sectores, en el magisterio existe la firme creencia de que nada será igual luego de su muerte. Su figura, aún entre los opositores, imponía respeto. Desde que concluyó su periodo como Secretario General de la Sección 20 no ejerció otro cargo en el sindicato, salvo en algunos órganos nacionales, pero siempre fue un poder real. Aunque siempre se negó a ostentar la figura de cacique o líder moral, lo cierto es que su función dentro de la organización sindical era de cohesión y cumplía con creces su función de brindar certezas a los maestros. En los hechos, hace varios años que Gerardo Montenegro opera la estructura sindical con la atenta mirada de su padre, pero existen dudas sobre su capacidad para llenar el espacio político de quien dirigió el magisterio federalizado nayarita por cinco décadas.
[1] Este texto se basa en la tesis “La configuración de las relaciones de poder. Legitimidad y liderazgos en la Sección 20 del SNTE, Nayarit”, defendida por el autor en el Instituto Mora en el año 2014.
[2] El control por los puestos de la estructura sindical y los mecanismos para conocer las inquietudes de los maestros se encuentran bastante institucionalizados, por lo que la estructura burocrática funciona de manera casi inercial. La comunicación de los líderes sindicales a la base magisterial llega en cascada: se genera en el Comité Ejecutivo Seccional (CES), llega a los CED, quienes transmiten la información a cada Representante de Centro de Trabajo. Los maestros, igualmente, comunican alguna inquietud o necesidad a sus CED, usualmente a través de los Representantes de Escuela. Posteriormente, se canaliza al CES o a la Autoridad Educativa.
[3] Antonio Echevarría Domínguez llegó a la gubernatura mediante una alianza entre el PAN, PRD, PT y PRS (partido local), pero al año rompió con todos los partidos. Esto provocó que el Congreso del Estado se convirtiera en un contrapeso efectivo. Derivado de ello, debió ceder ante Montenegro Villa en busca de aliados para mantener la gobernabilidad del estado.