Hoy se cumplen 50 años de la Ley de educación de Estados Unidos. Y hoy se reforma radicalmente dicha Ley. En 1965, ESSA (Education and Secondary Education Act o Ley de educación primaria y secundaria), fue promulgada por el Presidente Lyndon B. Johnson con el propósito de promover la calidad y la igualdad educativas. Desde entonces ESSA se ha reformado varias veces. La última reforma radical se realizó hace 14 años , en 2001, durante la administración de George W. Bush.
En Estados Unidos tienen la tendencia de bautizar a las Leyes con un nombre más amigable que el legalmente escrito, entonces a ESSA en los últimos 14 años se le conoció como NCLBA (No Child Left Behind Act, o la Ley Ningún Niño Rezagado). La Ley que se promulga hoy (Diciembre 10 de 2015) por el Presidente Obama se le bautiza con el nombre: Every Student Succeeds Act, o Ley Cada Estudiante Exitoso).
En la versión del Senado estadounidense la Ley se despliega en un PDF con 1061 páginas ESSA. Claro que dichas páginas una vez convertidas a una presentación editorial a renglón seguido representará menos de la mitad en número de páginas.
En sentido conceptual la Ley trata de resolver un fuerte debate que proviene de dos diferentes campos epistemológicos: el pedagógico y el empresarial. En la Ley Ningún Niño Rezagado de Bush y que Obama trató de aplicar durante casi todo su mandato, el campo empresarial imperó. La nueva Ley Cada Estudiante Exitoso, los pedagogos parecen que ganaron algo del terreno perdido.
Mis lectores deben saber que en Estados Unidos el tema educativo es materia de las autoridades locales, estatales y no federales. Entonces, ¿por qué una ley federal? ¿Cuál es el papel del famoso Departamento de Educación del Gobierno de los Estados Unidos (DoE)? En mi criterio, el DoE funciona más como fundación que como autoridad. Como la palabra Educación ni siquiera existe en el vocabulario de la Constitución federal de los Estados Unidos, la única forma en que la federación puede entrometerse en asuntos locales es con recursos. Y el Tío Sam parece tener muchos recursos. Así que si bien no tiene autoridad, sí cuenta con recursos. Así que le dice a las autoridades locales más o menos lo siguiente: “si requieres recursos federales para la educación esto es lo que debes hacer”. Ahí está el detalle. La Ley Ningún Niño Rechazado de Bush, en la práctica les quitó a los estados su facultad constitucional al diseñar un “modelo educativo” con base en evaluación de estudiantes y maestros, rendición de cuentas a partir de dicha evaluación, gerencialismo en la educación, es decir, llevar los principios de negocios a la cotidianidad de la escuela con una competencia feroz por recursos federales con base en desempeño educativo de las escuelas, los distritos y los estados.
La nueva Ley a partir de hoy limita la intromisión práctica de la federación al tratar de diseñar un solo modelo y pavimenta el camino para que los estados tengan una mayor intervención en sus políticas educativas. La Ley también desbanca a la evaluación educativa estandarizada como el medio y el fin más sobresaliente de la política educativa al reconocer la importancia de una evaluación holística e integral; también destruye el mito de las meta-materias: números y letras, al reconocer la importancia del arte, la música y el deporte o ejercicio; resalta la importancia del contexto y convierte a la escuela, en lugar del maestro y el estudiante, en la unidad de análisis cualitativos.
En la nueva Ley se habla mucho de ambientes de aprendizaje, de motivación, del hogar y de la necesidad de apoyar a los niños rezagados. Un buen empiezo después de 50 años de experiencia.
Con la nueva Ley se va el Secretario Duncan
Ya veremos como se implementa la nueva Ley, pero prima facie, parece que por lo pronto, los pedagogos recuperaron el terreno y la política empieza a seguir a la pedagogía. Buenas, pero moderadas, noticias para la educación. Y como en México tenemos una predilección por seguir lo que sucede en Washington, quizá esto también augure buenas noticias para el futuro de la política educativa mexicana. Lástima que nuestros legisladores constituyentes no se esperaron un poquito más para ver que los vientos internacionales de la educación estaban cambiando.
Colofón 1: comparando a México con Estados Unidos. Las autoridades educativas federales de Estados Unidos ya quisieran el poder nacional de las autoridades federales mexicanas. En contraste, las autoridades federales mexicanas ya quisieran los recursos de sus colegas estadounidenses. Lección: no se puede tener todo en la vida.
Colofón 2: Entrada de Blog escrita desde la Biblioteca Widener de la Universidad de Harvard. Son las 14 horas del 10 de diciembre de 2015, la temperatura 12 grados centígrados, el día entre soleado y nublado. Suenan las campanas de la Capilla de la Universidad. Y la sala principal de la Widener está repleta de estudiantes. ¡Claro! Es época de exámenes finales. Es hora de estudiar. Las vacaciones están a la vuela de la esquina en Harvard Square.