Sergio Dunstan y Erick Juárez
El Presidente de la República nombró a Leticia Ramírez Amaya, Directora de Atención Ciudadana, como Secretaria de Educación Pública.
Egresó de la Escuela Nacional de Maestros y es antropóloga e historiadora por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). También participó en la organización “OIR. Línea de Masas”, una de las múltiples fracciones del maoísmo.
Fue activista por la lucha magisterial en la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación, siendo profesora de educación primaria en el entonces Distrito Federal, cargo que ocupó hasta finales de los años 80, siendo dirigente sindical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), donde ocupó la Secretaría de Organización de Preescolar, Primaria y Niveles Especiales en la Sección IX del SNTE, sin embargo, no llega por cuotas ni negociaciones del gobierno ni con el SNTE ni con la CNTE..
En 1989, formó parte de la de la Comisión Negociadora ante la SEGOB y la SEP a fin de exigir el cumplimiento de las demandas magisteriales en el paro indefinido.
Fue Secretaria de Organización y en la Dirección del Consejo Nacional del PRD, siendo Presidente del partido, Andrés Manuel López Obrador a quien conoció a su llegada al zócalo capitalino cuando encabezó el éxodo de Tabasco al perder las elecciones en esa entidad.
Con Marcelo Ebrard a la cabeza del gobierno capitalino también fue responsable de la misma área de Atención Ciudadana, sin embargo, Claudia Sheinbaum no la incorporó a su administración y se refugió en la Secretaría del Medio Ambiente donde asesoró a Tania Muller, titular de esta dependencia gubernamental.
Aunque aceptó el desconocimiento en la materia, “que no era lo suyo”, se dejó llevar por la idea de la funcionaria: “A ti te gusta la política, y aquí se necesitan definiciones políticas”. Su tarea consistió en influir entre los trabajadores la forma de desempeñar el trabajo administrativo desde un punto de vista político.
Se fue a Tlaxcala a hacer campaña rumbo a las elecciones presidenciales. “Lo que a mí me gusta es la organización. Platicar con la gente, ponernos de acuerdo y organizarnos para caminar. Hay metas y vamos armando lo que vamos a hacer”, señaló en algunas ocasiones.
Llegó a la administración pública de manera circunstancial. “No me preparé para formar parte de un gobierno. Donde quiera que estés, vas a poder servir. Es en el área en que te pongan. No es un asunto individual. Es un “de qué lado estás y con quien quieres estar”. Saber de qué lado vas a apoyar o vas a trabajar.”
Pendientes
Su llegada a la Secretaría de Educación Pública será complicada. Delfina Gómez Álvarez ha dejado una dependencia llena de enfrentamientos internos, pugnas por el poder y proyectos a medio terminar.
Uno de los principales pendientes es el aterrizaje, piloteo y modificaciones a la nueva propuesta curricular, un esfuerzo que le da vida a la Nueva Escuela Mexicana y que ha dado pié a grandes debates, encuentros y desencuentros entre la comunidad educativa nacional.
Otro asunto a tratar es darle una vuelta de tuerca a la polémica Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la cual, ha lastimado profundamente al magisterio con procesos opacos y poco transparentes.
Además, siguen problemas pendientes en cuanto a los pagos y respeto a los derechos laborales de maestras y maestros del Programa Nacional de Inglés, Prepa en Línea y Universidad del Bienestar Benito Juárez, entre otros.
El sexenio termina y los pendientes son muchos. Será difícil abordar y solucionar todos, pero será aún más complejo recuperar la confianza del magisterio a quien ya mucho se la ha ofendido.