“Esto ha sido una gran injusticia, ha sido un incumplimiento grave de parte de la autoridad y que mina la credibilidad de la reforma educativa”. David Calderón Presidente de la Organización “Mexicanos Primero”.
A partir del inicio de los cambios constitucionales que dieron origen a la reforma educativa mucho se ha insistido por parte de la autoridad gubernamental federal, que las modificaciones legales realizadas al entorno educativo tienen como finalidad el generar las condiciones que permitan fortalecer las capacidades y competencias de las maestras y los maestros que se incorporan al servicio docente.
Dicha condición quedó claramente establecida en la Ley General del servicio Profesional Docente (LGSPD) en los artículos 22, 47 y 53, en referencia a los procesos de ingreso, de reconocimiento y de la permanencia en el servicio de los nuevos tiempos marcados por la legislación educativa, sin embargo, como mucho de lo que sucede en nuestro país, solamente lo que conviene a los intereses de quienes detentan el poder político es lo que es aplicable en la realidad.
Lo único cierto es que, como puede explicarlo cualquiera de las y los docentes de nuevo ingreso en estos últimos años, el plan de tutorías para acompañarlos previo a su evaluación de desempeño, el cual es uno de los pilares de la reforma educativa, los dejó solos.
Para visualizarlo en un contexto nacional, de acuerdo con el estudio “Índice de cumplimiento de responsabilidad administrativa estatal” presentado el pasado mes de junio, dejó al descubierto que solo 11 de las 32 entidades federativas lo aplicaron de alguna manera.
Aunado a lo anterior, en días pasados, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), presentó los resultados de la consulta con docentes que participaron en la evaluación del desempeño denominado “Evaluación del desempeño desde la experiencia de los docentes”, el cual da cuenta de lo mencionado con anterioridad, con la salvedad de que el 52% juzgó que su tutor no estaba suficientemente capacitado para cumplir con su función, mientras que el 41% notó que no tenía disposición para brindarles apoyo, lo cual refleja que, los tutores asignados no contaron con ningún apoyo para llevar a cabo su función.
Además de ello, en el documento de poco menos de 100 cuartillas del INEE, en el instrumento aplicado a una muestra de 2 mil 897 maestros, al 64 por ciento les parecieron inadecuadas la redacción de las preguntas, al 63 por ciento estuvieron en desacuerdo con la extensión de las preguntas, el 59% en desacuerdo con la descontextualización de las preguntas, el 58% manifestaron inconformidad con la cantidad de las preguntas, 56% con la duración y el 50% con los aspectos que se evaluaron.
Otro problema en este sentido fue que se incumplió con el pago a los tutores en muchos de los casos, para ejemplo podemos revisar el caso de lo sucedido en Chetumal, Quintana Roo, en donde al menos 240 maestros amenazaron con renunciar a las tutorías por la falta de pagos por más de un año por parte de la autoridad educativa.
Todo lo anterior da cuenta de que se ha puesto el énfasis solamente en poner en evidencia que corresponde solo al maestro la responsabilidad de la mejora de los resultados educativos, dejando de lado todo aquello que tiene que ver con lo que corresponde a las autoridades como es el pago de la asignación de tutores a los docentes de nuevo ingreso, el pago a los mencionados tutores, la generación de instrumentos sólidos y pertinentes para la aplicación de la evaluación del desempeño docente y, por si esto no fuera poco, la necesidad de una evaluación a quienes toman este tipo de decisiones que van solamente en perjuicio de la educación en nuestro país.
Vaya de nueva cuenta un llamado a dejar en claro cuáles son las prioridades en el marco de la educación en nuestro país, a establecer un verdadero diálogo en torno a lo que en verdad debe de ser la educación en nuestro país, un asunto nada menor para el futuro de nuestros hijos y, sobre todo, en la generación de nuevas y mejores oportunidades para la construcción de la sociedad que deseamos.