La intención del spot es clara: en la coyuntura de las próximas elecciones, queremos convocar como prioridad poner el derecho de los niños a una educación de calidad, pues ahí está la raíz de las soluciones a problemas como la corrupción, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad que tanto nos laceran.
Por eso, en las propuestas para la formación de una opinión pública libre, mandamos un mensaje que convoca a pensar en qué queremos para los niños, de manera que en la contienda electoral no se negocie con el futuro de las nuevas generaciones.
La pieza es una forma de hacer presente a los niños ante una discusión en la que fácilmente se los olvida, porque no son votantes ni apoyos electorales. Cuando se cuestiona que aparezcan niños, nosotros cuestionamos que NO hayan aparecido en las preocupaciones reales de algunos que cortejan el voto.
¿No es doble estándar la preocupación por niños que participan en una interpretación artística como voceros de sus derechos, y en cambio se calla o se concede que las distintas fuerzas político-partidistas y gremiales dejen a cientos de miles sin clases, permitan infraestructura denigrante o no garanticen la preparación de sus maestros?
El tono de la comunicación es fresco y con propuesta, con la intención de generar conversaciones en las familias y en los encuentros cotidianos, una alternativa que se salga de las descalificaciones agresivas y el apelo a los peores sentimientos.
Es irónico que, en algunos ambientes, eso desate no el disenso respetuoso sino una nueva andanada de amenazas, agresiones verbales y calificaciones basadas en el prejuicio y no en la trayectoria de estudio, propuesta y defensa jurídica de Mexicanos Primero.
El llamado a razonar el voto, en el libre ejercicio de nuestras libertades de conciencia, expresión y asociación no puede ser construido como “propaganda electoral”, ni en un esquema que vaya fuera de la imparcialidad. Cuando es necesario, criticamos y enfrentamos legalmente a gobiernos de todos los colores.
Nuestra aspiración es que el spot inicie una conversación, no que la concluya. Quienes nos quieren acallar en las redes parece que no valoran el contraste de ideas en el respeto a las personas, y que se quieren desentender de la sustancia de las afirmaciones.
Estaremos atentos a los procesos formales y acataremos las resoluciones de las autoridades pertinentes. En el fortalecimiento de la democracia participativa, buscaremos cauces para que los niños y sus derechos sigan en la agenda pública en estos momentos de decisión.
La discusión no es sobre Mexicanos Primero, es sobre los niños; bienvenida la crítica y la libertad para expresarla; no nos preocupa la discrepancia, pero no omitamos lo esencial: poner a los niños primero, como todos deberíamos hacerlo.
Seguiremos el diálogo, buscando dar más razones para la esperanza