Cuántas veces hemos reflexionado acerca de ¿cómo pensamos nuestra existencia?, ¿cómo concebimos nuestra vida?, ¿cómo armar una trama con diversas vivencias?, ¿cómo somos capaces de decir en esto creo y así vivimos?… En términos metodológicos en la investigación, se propone la narrativa como herramienta para explorar las redes discursivas que el sujeto construye para dar sentido a su vida y decir “esto somos” (Cabrera, 2021, p. 37).
Las experiencias que vivimos según Larrosa, son aquellas que “Al pasar sobre mi o en mí, deja una huella, una marca, un rastro, una herida” (2009, p, 17); es decir, toda experiencia deja una huella que según Manen (2003) incluye cuatro registros: vivencia en un lugar específico, vivir en carne propia la experiencia, el tiempo vivido y las relaciones interpersonales y comunitarias que enriquecen nuestra existencia, sin las cuales no podríamos construir experiencias.
Todos estos registros nos permiten arribar después de un proceso reflexivo a la experiencia, lo que se relaciona directamente con lo vivido en la clausura del Diplomado del Envejecimiento Activo y Reflexivo que se realizó en la BUAP, donde cada uno de las y los participantes representaron en carteles sus proyectos de vida y compartieron en cuanto a su construcción aquello que les dejó huella.
No puedo dejar de mencionar los emocionados y felices que estaban de haber culminado este diplomado que inició en enero y terminó en agosto, acompañados de sus familiares y amigos, algunos como Juanita, por el valor que representó para ella haber pisado la universidad a sus 93 años, reflexionar sobre lo que implica la vejez, lo necesario para estar saludable y recibir un documento. Todos escuchamos con mucha atención las significativas palabras de sus compañeros que tomaron la palabra. Entre ellos Don Ricardo, del cual comparto su texto:
“En nombre de todos mis compañeras y compañeros, un agradecimiento a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, a la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado y por supuesto a la Facultad de Administración que diseñó el Diplomado de Envejecimiento Activo y Saludable, el cual estuvo enfocado a los conocimientos y herramientas de acción diaria para una vida activa y saludable, mediante la comprensión del envejecimiento y de la vejez, conocimos como mejorar nuestra vida diaria para vivir la edad adulta plenamente. Gracias de todo corazón a la Dra. Hidalia García por su apoyo y amor incondicional.
Dentro de las reflexiones que pienso sobre la vejez, es un proceso permanente de crecimiento y aprendizaje de todas las actividades que realizamos y nos acompañan durante tanto tiempo que terminamos siendo cómplices.
La vejez para mí son los cambios físicos e intelectuales de mi persona ya que a través del tiempo el cuerpo comienza a perder cualidades físicas y mentales al grado que lo vuelven torpe, gracias al diplomado aprendí que ser una persona adulta, se va perdiendo el interés vital por los objetivos y las actividades de interacción social produciéndose una apatía emocional, donde circulan gran cantidad de ideas erróneas, mitos y prejuicios que se acentúan más por ser viejo, en ese sentido la autoestima, que es el conjunto de pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamientos de uno mismo en todas las actividades de la vida, con el mundo y la sociedad, he trabajado en incrementarla y me acepto con mis cualidades y defectos sin caer en lo negativo.
Todos los días he reconocido mis valores intrínsecos e incondicionales como aquellos parámetros de conducta y actitudes que debo tener para vivir en sociedad, como el respeto, la confianza, la paz y la colaboración entre personas. Dentro del proyecto de vida para un envejecimiento activo y saludable, les comento que: Yo, Ricardo Martínez Elguea, tengo 80 años y el balance que hago es la identificación de las fortalezas que me pueden conducir con salud y bienestar a la meta, tengo buen ánimo y todo el apoyo de mi familia para realizar mis actividades de bienestar, tengo algunos problemas de salud que están en supervisión por los médicos y por supuesto participé en este extraordinario diplomado de envejecimiento activo y saludable, donde aprendí prácticas que me conducen a un mejor estado de vida, pero sobre todo me hizo conocer mujeres y hombre extraordinarios como todas y todos Ustedes.
Dentro de las debilidades que tengo, es una enfermedad que me incapacitó para asistir a todas las sesiones de este diplomado, pero me comprometí para hacer mi mejor esfuerzo y agradezco la paciencia de las y los ponentes. En cuanto a la rueda de la vida, en el cuidado de mi salud física y mental estoy haciendo ejercicio, actividades de meditación, estoy leyendo diario, haciendo ejercicios de memoria, llevo una alimentación sana y equilibrada. En cuanto a la familia: tengo muy buena comunicación con mi familia y todos me ayudan, física, emocional y económicamente, nunca estoy solo siempre tengo su compañía.
En cuanto al amor, tengo todo el amor incondicional de mi familia y de mis amistades. En cuanto a la profesión, en el transcurso de 50 años de vida profesional me desempeñé con honestidad, honradez y calidad en todos los puestos que ocupé en las diferentes plantas industriales de la República Mexicana donde presté mis servicios. En mi desarrollo personal, al iniciar el trabajo en la industria fue muy importante el aprendizaje de los procesos de producción en cada una de las industrias, para ejercer el desempeño eficiente de mi trabajo como especialista electromecánico industrial.
Mis amistades, aunque no son muchos mis amigos, son de buena calidad, como cada uno de ustedes. En cuanto al significado del árbol de mi vida que está compuesto por raíces, tallo, ramas, hojas, flores y frutos. Las raíces representan mi nacimiento y es la herencia de mis ancestros que me enseñaron los valores que tengo. El tallo que crece hacia el cielo refleja la parte central de mi vida y actúa como canal que le da nutrientes y sostén al follaje. Las ramas representan los caminos para la toma de mis decisiones. Las hojas representan en mi vida los elementos, como las aportaciones de la sociedad en su conjunto.
Las flores tienen la función de producir semillas y a través de la reproducción sexual dan origen a las próximas generaciones. Yo a través de mi esposa, le dimos vida a tres mujeres y dos hombres, que formaran parte de las próximas generaciones. Los frutos son los resultados del bienestar en mi vida y la de mi familia como producto de las enseñanzas aprendidas y puestas en práctica a través de mi trabajo y de mi relación con la sociedad. Las aves son mensajeras del buen tiempo y simbolizan el amor verdadero.
En mis actividades diarias siempre trato de hacer el bien, con amor y ayudando con mucho respeto a la sociedad. Espero que todos y todas reconozcan el significado del árbol de su vida y al reconocerlo como esta nueva y maravillosa etapa de vida que llamamos vejez, y que hemos terminado siendo compañeros, ella me acompaña y yo la hago reír. Deseo para todos ustedes que esta etapa sea fructífera como cada uno de todos nuestros proyectos en nuestra vida, que han sido muchos y que aún nos faltan otros tantos, subrayado AÚN NO HEMOS TERMINADO. Gracias a todas y todos.
Decidí incorporar este texto, porque es muy importante escuchar la voz de quienes participan en cualquier proyecto formativo, aunque la experiencia formativa se organiza de manera personal, tiene un carácter colectivo, histórico y social, rompe las dinámicas establecidas y crea un espacio común en el que coincidimos como sujetos históricos sociales (Cabrera, 2021) en diálogos horizontales en interacción con todos quienes participan. En los relatos de las experiencias se aglutinan saberes de diversa índole, pero también afectos y sentimientos que dan cuenta de los acercamientos que tuvimos con la experiencia.
Llegó a su fin este proyecto formativo, pero deseo sinceramente prosigan estos espacios, porque si bien todos los necesitamos, los adultos mayores los viven intensamente. No olvidemos que como escribió Bruner: “Dedicamos una cantidad enorme de esfuerzos pedagógico a enseñar los métodos de la ciencia y el pensamiento racional (…) Pues son estos son los métodos para crear una realidad según la ciencia. Sin embargo, vivimos la mayor parte de nuestras vidas en un mundo construido según las normas y los mecanismos de la narración” (2012, p. 170).
Referencias
Bruner, J. (2012) La educación, puerta de la cultura. Madrid: Machado
Cabrera, D. (2021) ¿Quiénes somos? Narrativa Biográfica y Experiencia formativa. En Cabrera (2021) Coord. Narrativa biográfica y formación de investigadores educativos. BUAP. Ediciones Lirio
Manen, M (2003) Investigación educativa y experiencia vivida. En Cabrera (2021) Coord. Narrativa biográfica y formación de investigadores educativos. BUAP. Ediciones Lirio
Larrosa, J. (2009) Experiencia y alteridad en educación. En Cabrera (2021) Coord. Narrativa biográfica y formación de investigadores educativos. BUAP. Ediciones Lirio