Elisa Bonilla, directora de la Fundación SM afirma que “el uso y aprovechamiento de las bibliotecas escolares presenta serios problemas estructurales, que deben enfrentarse para lograr un mayor beneficio en los alumnos de distintos niveles educativos. El camino que se debe recorrer para lograr una verdadera cultura literaria es difícil, sin embargo, existen diversas herramientas que brindan una esperanza para lograr resolver el gran reto.”
En la misma mesa de reflexión, en el XII Congreso Latinoamericano para el Desarrollo de la Lectura y la Escritura y el IV Foro Iberoamericano de Literacidad y Aprendizaje, participaron Inés Miret, consultora especializada en proyectos digitales relacionados con la lectura, el libro y las bibliotecas y Juan Sebastián Gatt, escritor y pedagogo, en la mesa de debate sobre la situación actual de las Bibliotecas Escolares y de Aula,
Inés Miret asegura que las bibliotecas públicas y escolares ya comienzan a figurar de manera generalizada en las políticas públicas de los gobiernos. En países como Cuba o Chile ya forman parte del plan de gobierno, lo que indica que el Estado ha comenzado a dar una mayor importancia.
Por su parte, Sebastián Gatt señaló la necesidad del aprovechamiento de las nuevas tecnologías y formas de educación para lograr un mayor acercamiento de las bibliotecas y la literatura a los jóvenes, quienes definen las nuevas formas educativas, por lo tanto, los docentes y autoridades educativas deben adaptarse a estas nuevas herramientas.
Uno de los grandes problemas que presentan las bibliotecas escolares es la falta de personal especializado, pues se han detectado que las escuelas que cuentan con una biblioteca, éstas son atendidas generalmente por algún profesor, prefecto o directivo sin preparación especializada.
Finalmente, Elisa Bonilla expuso que en México sólo 42% de las escuelas públicas de nivel básico cuentan con una biblioteca, que sólo se abre en promedio cinco horas al día. De estas bibliotecas sólo una de cada diez tiene al frente un bibliotecario, indicó
Los expertos concluyeron que para hacer frente a este reto se requiere de una gran voluntad política que, en cooperación con profesores, autoridades educativas y sociedad civil, hagan un esfuerzo frontal por poner como prioridad el desarrollo de espacios que contribuyan al fortalecimiento de la educación en México.