La violencia como catarsis y como descarga emocional en contra del otro, está presente en la Universidad Autónoma Metropolitana, entre alumnos, trabajadores administrativos, académicos y funcionarios, señaló David Chacón, Defensor de los Derechos Universitarios.
Ante lo cual, Chacón se pronunció porque la universidad sea portadora de virtudes y un muro de contención contra los vicios para no reproducir prácticas reprobables que se ejercen en otros espacios.
Durante el IV Coloquio sobre estudios de género. Por una cultura de la no violencia, el funcionario dictó la conferencia magistral: “Violencia y derechos de los universitarios” en la cual detalló que los motivos sentimentales y el sentido de competencia por una pareja constituye el principal móvil de ataques entre alumnos que llegan a los jalones y connatos de golpes.
“El desprestigio o la difamación en redes sociales; hablar mal de otra persona y exhibirla es lo común en ese tipo de conflictos. Es una violencia muy sutil, pero que refleja un alto sentido de competencia entre los jóvenes”.
En el sector administrativo, la competencia por el ascenso laboral y el mejoramiento de vida o salarial son las principales causas generadoras de violencia.
“La creación de favoritismos entre jefes y subordinados provoca competencia, así como las cuestiones sentimentales producen en los trabajadores que soliciten cambios de adscripción y el Sindicato no ha sido capaz de atemperar estas situaciones”.
La violencia entre académicos llega a ser extrema, afirmó Chacón, “se expresa en violencia destructiva. La pretensión de aniquilar al otro, verlo como enemigo, ya no como un adversario, sino como aquel que deseo eliminar del espacio universitario es un aspecto muy particular y alarmante que debe atenderse porque es un deseo muy común”.
El reto de este fenómeno consiste en minimizarlo, “tenemos que dejarnos guiar por principios básicos de paz y tolerancia, algo que desde luego la Defensoría de los Derechos Universitarios quiere promover”, externó Chacón.
“Somos diversos y plurales, no podemos utilizar la violencia para tratar de solventar nuestras diferencias o para crear conflictos como universitarios”, concluyó.