El 10 de marzo de 2016, salimos a las calles más de 51 mil personas a marchar en defensa de la Universidad Veracruzana (UV), casi el equivalente al 70% de la matrícula actual de la institución. En esta movilización “monumental” como fue denominada por las autoridades universitarias, al grito de “Todos Somos UV”, “La UV no se toca” y “Un pueblo educado jamás será engañado” (entre otras consignas), con lluvia y bajo el sol, entre automovilistas que tocaban sus claxon en señal de solidaridad, los trabajadores universitarios, los académicos, los estudiantes, los egresados, jubilados y pensionados, profesores de educación básica, académicos y estudiantes de la Benemérita Escuela Normal “Enrique C. Rébsamen” e integrantes de la sociedad en general se sumaron a la causa en las cinco Regiones universitarias, además de universitarios y egresados se manifestaron desde el extranjero, dando muestras de apoyo a través de las páginas institucionales y en redes sociales.
La participación de los estudiantes fue sobresaliente, la marcha significó un espacio de defensa de la UV, pero también de la formación profesional que en ella reciben:
- Para Ángela y Karyme, estudiantes de la UV, la marcha representó un motivo de orgullo: “Salimos a marchar pacíficamente, para mostrar nuestro sentir de ser orgullosamente UV, de defender nuestros derechos universitarios”; “Me enorgullece el haber sido parte de la marcha pacífica de nuestra máxima casa de estudios, el unir mi voz para defender el derecho a la educación”.
- Para Graciela, otra estudiante universitaria, la marcha fue una forma de enterar a la población de lo que ocurre en la UV: “Salimos a manifestarnos para que los ciudadanos se den cuenta de la situación de la UV, que vean que los alumnos defienden sus derechos a una educación de calidad y para que el gobierno pague lo que le debe a la Universidad, porque nuestra Universidad prepara a grandes profesionistas”
- A decir de Luis Ricardo (estudiante universitario) la marcha fue también un grito por la defensa del derecho a la educación: “La marcha pacífica UV significa sentir orgullo, valor, respeto, democracia, y sentir que los universitarios están unidos, que la educación no es un delito sino un derecho y que cada alumno está satisfecho por las oportunidades que nos brinda nuestra casa UV”.
A casi un mes de la marcha, y a ocho meses de que la Rectoría exigiera el pago de los adeudos al Gobierno del Estado de Veracruz, la situación no mejora. Pareciera que nadie escuchó a los que marchamos aquel 10 de marzo de 2016. Y es que no escuchan a la UV, no quieren escuchar a la UV. La deuda asciende a 2,250 millones entre recursos federales que no han sido transferidos y recursos estatales que no han sido devengados. Las exigencias del Consejo Universitario General con respecto a la asignación de un 5% del presupuesto anual a la institución y el rechazo a la disminución presupuestal tampoco han sido escuchadas. En los medios locales y nacionales se habla del colapso financiero de la Universidad, que pareciera estar cada vez más cerca, pues en estas condiciones, la máxima casa de estudios de Veracruz está en riesgo y con ella, la educación superior pública en el estado se torna vulnerable, en una entidad con menos del 20% de cobertura en este nivel. En tiempos electorales, la UV empieza ya a ser tema de promesas de campaña, pero sigue sin ser escuchada.
¿Debemos seguir alzando la voz por la Universidad Veracruzana? Sí, definitivamente. La institución trabaja, sigue su lucha, “Da más”. Su voz es la de todos los veracruzanos, sin duda, porque es un espacio de formación profesional, de estudios de posgrado, de investigación, de difusión cultural y divulgación científica, de calidad, la única que tenemos. Su voz toma forma en las actividades académicas que realiza, en los reconocimientos de calidad que sus programas educativos continúan recibiendo, en todos y cada uno de los estudiantes, que acude diariamente a formarse en sus aulas y que comprenden la urgencia de que la situación que atraviesa la UV sea atendida:
- “Como estudiante universitario es un orgullo alzar la voz en contra de las injusticias, en contra de la opresión que vive la UV” (Gerardo, estudiante universitario)
- “Defender a la UV es luchar por la educación y toda lucha por la educación significa luchar contra la corrupción, pobreza y represión que la ignorancia trae consigo” (Yazmin, estudiante universitaria)
Necesitamos alzar la voz hasta que la UV sea escuchada, porque cada día en la entidad veracruzana y en el país, los valores cívicos y los derechos humanos se disuelven en medio de la impunidad, la injusticia, el autoritarismo y la ruindad más lacerantes y en este contexto, la educación pública no puede ser abandonada.
Profesora de la Universidad Veracruzana
Lic. En Pedagogía y Maestra en Educación por la UV, cursa el Doctorado en Ciencias en la Especialidad de Investigaciones Educativas, en el DIE-Cinvestav.
jebadillo@uv.mx