La mayor parte de los eventos académicos -como encuentros, coloquios o congresos- que se realizan en el país buscan o pretender darle una dimensión internacional. Esto no es extraño si consideramos que en las últimas décadas hay tendencias y políticas educativas enfocadas a la integración académica global.
Sin embargo, en este marco contadas asociaciones académicas en México se dedican sistemáticamente a abordar la dimensión internacional de la educación. En este caso, sólo podemos mencionar a la Asociación Mexicana para la Educación Internacional (AMPEI) y recientemente la Sociedad Mexicana de Educación Comparada (SOMEC).
La AMPEI es una asociación civil que se funda en 1993 y le ha dado un fuerte impulso a la internacionalización de la educación superior en México. Prueba de la importancia y la presencia de la AMPEI ha radicado en: elaborar la primera encuesta nacional para conocer el grado de internacionalización de las instituciones de educación superior mexicanas; editar la Revista Educación Global; y organizar la conferencia AMPEI. Por cierto, la XXII Conferencia de esta asociación se organizó a finales del año pasado en Tuxtla Gutiérrez Chiapas y convocó a expertos en educación superior de la talla de Jamil Salmi (impulsor de las World Class University) y Francisco Marmolejo (ex director de CONAHEC), ambos expertos del Banco Mundial.
En el caso de la SOMEC, su importancia y presencia en la historia de la educación internacional es muy reciente. Las ideas germinales que originaron a la SOMEC se dieron el 8 de junio del 2003 en el Centro de Estudios Sobre la Universidad (actualmente el IISUE) de la UNAM y en el marco de VII Congreso Mexicano de Investigación Educativa en Guadalajara, donde se estableció la primera reunión y acta constitutiva.
Un año después, esto es en el 2004, la SOMEC se formalizó como Asociación Civil en Tamaulipas. Posteriormente, la SOMEC se unió a la Word Council of Comparative Education Societies (WCCES); ésta última, cabe decirlo, es la sociedad con mayor historia y organiza los congresos de educación comparada más importantes a nivel mundial.
Con este antecedente la SOMEC decide organizar el II Encuentro Internacional de Educación, que se dará el 07 y 08 de mayo en la Ciudad de México y particularmente en la UNAM. Cabe entonces preguntarse, quiénes estarán en el encuentro y a qué retos se va a enfrentar la SOMEC.
Sobre quiénes estarán en el Encuentro mencionemos sólo algunos nombres al respecto. Por un lado, Carlos Alberto Torres, presidente del WCCES y Norberto Fernández Lamarra del mismo WCCES. Por otro lado, Carlos Ornelas, Armando Alcántara y otros socios fundadores de la SOMEC. A esta lista seguramente se le anexarán investigadores de la UNAM, de la U. de Tamaulipas, y de distintas de instituciones de educación superior.
En el caso de los retos del SOMEC, tenemos el hecho de que no sólo se trata de reunir a noveles, interesados, estudiosos y expertos de la educación internacional comparada, sino también y sobre todo estar a la altura de otros países, asociaciones y organizaciones académicas; es decir, estar a la altura de otros encuentros, congresos y coloquios de talla internacional.
Mencionemos sólo algunos ejemplos de países y eventos académicos por comparar: Atenas, celebrará en mayo el 17th Annual International Conference on Education; Cuba en el 2016 lanzará su XII Congreso Internacional de Educación Superior; Brasil, ha lanzado en este año su VI Encuentro Internacional de la Sociedad Brasileña de Educación Comparada; Argentina, también en este año, ha lanzado su V Congreso Nacional de Educación Internacional de Estudios Comparados en Educación; y España realizó recientemente su IV congreso Nacional e Iberoamericano de Educación Comparada.
En México, las trayectorias en organización de congresos de larga duración son pocos. Quizá el más longevo es el COMIE (del cual comentamos la semana pasada aquí en Educación Futura), le sigue la AMPEI y el Congreso Retos y Expectativas de la Universidad. Lo cierto, es que a la SOMEC y a los eventos académicos del país, les queda el reto de tener impacto no sólo nacional sino presencia internacional, como los eventos académicos de los países de nuestra región. Ya veremos entonces cómo le va a la organización del SOMEC.