El señor presidente de este país junto con sus allegados y seguidores, siguen aferrados a defender lo indefendible. No sólo se aferran a defender las causas perdidas de lo que han hecho mal en su administración sino que también, se aferran a seguir cometiendo los mismos errores que les ha caracterizado a todo lo largo de su administración.
En el marco del 5° y último informe de gobierno, (el 6° el presidente será una pieza ausente de la política pública), dicho personaje ha asociado el vacío del contenido de la reforma en cuestión, con una descarada campaña mediática por querer defender y publicitar (en los medios), lo que no ha sido posible lograr en la realidad de todos los días en el seno la sociedad mexicana.
Aferrase a defender a toda costa la Reforma educativa (2013-2017), se asemeja al poema de Manuel Acuña “ante un cadáver”:
¡Y bien! aquí estás ya… sobre la plancha donde el gran horizonte de la ciencia la extensión de sus límites ensancha.
Aquí donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiores a que está sometida la existencia.
(…)
Aquí donde la fábula enmudece y la voz de los hechos se levanta y la superstición se desvanece.
Aquí donde la ciencia se adelanta a leer la solución de ese problema cuyo sólo enunciado nos espanta.
(…) Manuel Acuña
Pensar que se está no ante un cadáver humano, sino ante uno institucional: la Reforma Educativa Mexicana.
La Reforma Educativa Mexicana (REM – 13-17), es una iniciativa gubernamental, la cual nace y muere en el mismo espacio de gobierno en donde surgió, debido a contradicciones intestinas y por inconsistencias en el mismo curso de acción de lo que se pretendía hacer y a lo que se pretendía llegar.
Aunque reconozco que es mucho lo que se ha dicho y escrito con respecto a la REM, dicha iniciativa es el intento de construir una compleja propuesta y edificación institucional abstracta que contradice y se confronta, con los sujetos que hacen verdaderamente la educación: los docentes en servicio de todos los niveles, modalidades, grados y contextos educativos.
Por otro lado la experiencia (tal como la reconoce Jorge Larrosa), tiene el valor de brindarle al sujeto sabiduría, no sólo a partir de describir lo que se hace, sino a partir de pensar y reflexionar el sentido de lo que se hace, con la intención de mejorarlo. La experiencia de los docentes ha sido ninguneada y desplazada en el curso de la REM. Considero que este es el principal problema de la reforma educativa, debido a que termina por escindir y desconocer las propuestas e iniciativas que surgen de los sujetos docentes a partir de la experiencia y los saberes acumulados, con la finalidad de mejorar el curso de acción y lograr cambios que se pretende consolidar.
Yo le apostaría más a la experiencia para corregir y reorientar una verdadera reforma educativa para nuestro país, y no una bella edificación de un documento (Modelo Educativo) que no es pertinente para responder a las necesidades de la realidad educativa de nuestro estado y de nuestro país.
*Doctor en Educación por la UPN. Profesor – investigador de tiempo completo en la Universidad Pedagógica Nacional, campus Guadalajara. Correo: mipreynoso@yahoo.com.mx