La actual reforma educativa no tuvo el suficiente análisis, discusión, ni debate parlamentario, aseguró Pedro Flores, Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro durante el conversatorio “La mirada analítica y claves del estudio de las políticas educativas contemporáneas”, realizado en la Universidad Iberoamericana.
“El análisis de políticas educativas desde la academia, es fundamental, sobre todo por su valor instrumental y político”, dijo el académico y explicó que si entendiéramos cómo se construye la política, qué teorías las respaldan, cómo se procesan las decisiones en cada gobierno y cómo se validan socialmente esas políticas, se podrían tener mejores herramientas para su mejora.
Ante ello, señaló que la actual reforma educativa no tuvo el suficiente análisis, discusión y debate parlamentario que se podría haber incluido en las modificaciones.
Todos podríamos salir beneficiados porque los argumentos serían más elaborados y ejerceríamos un mejor “razonamiento público”.
Si bien, señaló, anteriormente, había consenso social de que las plazas no pondrían seguir heredándose o vendiéndose, faltó un mejor plan para poner en marcha el servicio profesional docente.
Agregó que en los últimos 25 años, el análisis de las políticas públicas ha tomado un papel importante en la agenda nacional, pasando de ser un tema poco relevante a estar al centro de las discusiones en los círculos de poder.
En este marco, señaló que la manera en cómo pensamos las políticas educativas ha cambiado a medida que se ha modificado la realidad de nuestro país.
Todo ello ha sido gracias a la insistencia de los investigadores y expertos en el tema, el uso de los nuevos medios de comunicación como redes sociales y a la prensa nacional; pero sobre todo, en buena medida ha contribuido la evidencia que ponen las pruebas de organismos como la OCDE sobre la mala calidad de la educación.
Estudiar las políticas educativas de manera plural y más allá de la idea de que hay uno o dos decisores, es un campo de investigación que en México se ha ido consolidando y tomando nuevos bríos.
Uno de los ejemplos claros de avance en la materia, finaliza, fue la creación y posterior otorgamiento de autonomía del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el cual, se convirtió en la máxima autoridad en materia de evaluación del sistema educativo, una tarea muy compleja desde todos sus ámbitos.
Sin embargo, concluye, en la recién creada Ley de Servicio Profesional Docente, no se tomaron en cuenta todas las voces, sobre todo de académicos y docentes, por lo que considera que los actuales procesos de evaluación se deben replantear, respetando la autonomía del INEE.