A pesar del escenario nacional en el que se veía venir la afectación de la reforma laboral denominada educativa por el Secretario de Educación Pública Aurelio Nuño Mayer en los derechos adquiridos por los Trabajadores de la Educación a lo largo del tiempo asentados en convenios debidamente validados con la Organización Sindical, en Chihuahua aún hay personas que, ingenuamente ven en Nuño Mayer a una persona que puede ser capaz de hacer un bien a la educación del país.
Hace apenas unos meses, el propio Secretario de Educación Estatal Ricardo Yáñez Herrera expresaba que no habría afectación a las prestaciones laborales que los Trabajadores de la Educación han conquistado a lo largo del tiempo con la ya conocida frase de “No es exactamente igual pero no se perderán los derechos laborales de los Maestros”, sin embargo y luego de meses de diálogo, en este tiempo la respuesta es que los derechos laborales adquiridos a través del tiempo “ya no son compatibles” con la mal llamada reforma educativa.
Nunca como ahora habían estado en tan en riesgo prestaciones que hasta este momento siempre habían sido cubiertas en tiempo y forma por el gobierno del estado en una relación que se había manifestado siempre de respeto y como el propio gobernador César Horacio Duarte Jáquez expresó en múltiples ocasiones con motivo de cercanía con el magisterio “No tengan duda, en mi gobierno ni un paso atrás en las conquistas sindicales”. Aquí vale la pena dejar en claro la pregunta que se hace el magisterio en estos momentos ¿Sigue valiendo la palabra del Señor Gobernador?
Ejemplos hay muchos, pero baste con mencionar sólo algunos de los problemas a los que se tiene pendientes de emitir alguna solución: Basificación de las y los compañeros noveles que a través del Concurso Nacional se hicieron acreedores a una plaza en el subsistema estatal con la aplicación de los ¾ de tiempo como lo establece la regulación en nuestro subsistema; La aplicación y pago de la Categoría de Tiempo Completo Mixto; El pago de la prestación denominada Escalafón Horizontal; La aplicación y pago de las horas de Investigación y Regularización Pedagógica (IRP) y Cocurriculares para el personal que labora bajo el régimen de hora/semana/mes; El pago de la prestación denominada estímulo al desempeño; y El pago oportuno a compañeros interinos como corresponde en términos de ley, solo por mencionar algunas.
La afectación laboral de las prestaciones de un trabajador no sólo afecta la credibilidad de la palabra empeñada por la actual administración gubernamental, significa una falta de respeto para los trabajadores y sus familias, puesto que se pone en entredicho el cumplimiento irrestricto que se ha hecho del trabajo educativo en las aulas sin el perjuicio de terceros, situación que por lo visto no basta para generar con su actuación un clima de inestabilidad laboral para con el magisterio estatal.
Reconocer en la figura del tristemente célebre Secretario de Educación Aurelio Nuño Meyer como la figura mediática que ha llegado para desestabilizar la credibilidad de un partido, de una secretaría, y de la viabilidad educativa de un país es reconocer que nos encontramos en el tiempo más complejo que ha vivido la educación en sus casi cien años de existencia de la Secretaría de Educación Pública. Así quedará escrito en los libros de historia de la educación en México.
Hoy más que nunca se requiere de tener plena conciencia de grupo, de entender que no es posible dejar pasar la ocasión para elevar la voz como gremio, generar la exigencia necesaria y oportuna para dejar muy en claro que con el magisterio no se juega, de dejar en claro ante la sociedad que ante el llamado de la Organización Sindical, más allá de grupos e intereses, se responde como uno solo puesto que son nuestros hijos, nuestras familias y lo más importante, el futuro de la educación pública y de las generaciones venideras lo que se encuentra en juego en estos momentos.