El informe Revisiones de la OCDE sobre la Evaluación en Educación México, presentado recientemente en su edición en castellano, fue publicado originalmente en inglés en 2012, es decir, poco antes de la reforma educativa y sus leyes secundarias. Sin embargo, el reporte da una respectiva de la evaluación en México y apunta recomendaciones que, de alguna manera, se han contemplado en la reforma misma.
La publicación forma parte de la serie Marcos de evaluación para mejorar los resultados escolares, en 14 países de la OCDE, cuyo propósito es conocer cómo se pueden utilizar los sistemas de evaluación para mejorar la calidad, equidad y eficiencia de la educación de un país.
El objetivo es proporcionar perspectivas y asesoría a las autoridades educativas mexicanas, ayudar a otros países a entender el enfoque de México y aportar elementos para el informe final comparativo del proyecto. Analiza, desde una perspectiva internacional e independiente, el marco de la evaluación educativa de México hasta 2012 y los enfoques hacia el futuro.
Entre sus puntos sobresalientes se señala la necesidad de contar con un marco integral que conecte los distintos componentes de la evaluación, la cual debe enfocarse en la mejora del aprendizaje más que en la rendición de cuentas; reforzar las funciones de evaluación de los sistemas estatales; y alinear la evaluación a la mejora de la práctica docente y no a estímulos.
Destaca el señalamiento que hace del predominio de la prueba Enlace, que se concibió como un instrumento diagnóstico y formativo, pero las consecuencias que se le asociaron dieron lugar a prácticas no deseadas, como “enseñar-para-la-prueba”.
En este sentido, la OCDE recomienda que Enlace retome sus funciones originales y se convierta en un instrumento de bajo impacto. Respecto de la evaluación de los docentes apunta que debe estar mejor articulada, enfatizar la promoción de la mejora profesional, basarse en instrumentos diversos y establecer estándares coherentes que indiquen los conocimientos, habilidades y actitudes esenciales y diferenciadas en su trayectoria laboral.
En el ámbito de las escuelas manifiesta la necesidad de un sistema continuo de evaluación externa, que esté integrado en el sistema educativo nacional, con indicadores válidos y confiables, además de ampliar el papel de los supervisores y desarrollar el liderazgo de los directores.
El informe recomienda cambiar y ampliar el ámbito de la evaluación de los alumnos, ya que de la manera en que se realiza en el aula sólo sirve para calificarlos y no para retroalimentarlos.
Destaca que el monitoreo del sistema educativo es un componente consolidado en México; sin embargo la información disponible no se ha utilizado suficientemente para la planeación educativa ni para informar sobre el desarrollo de políticas y el logro de metas en la materia.
El informe es amplio y profundo. Coincido en que la mejora de las evaluaciones transita por incrementar las capacidades de análisis y de recopilación de datos para conocer las trayectorias de docentes y alumnos. Los resultados de las evaluaciones deben hacer evidentes las inequidades en los resultados educativos entre grupos de estudiantes con características diversas.
Son bienvenidas las recomendaciones de la OCDE, que tendrán que ser adaptadas a la nueva realidad que vive el país en materia de evaluación educativa. Con toda seguridad, el INEE autónomo, la SEP y otras instituciones que realizan trabajo evaluativo sabrán aprovechar la valiosa información de este reporte.
Consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación