¿Un paso honesto para mejorar o una medalla más para seguir igual?
Jesús Francisco Galaz Fontes
En días pasados la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) ha difundido generosamente en los medios la afiliación de su Junta de Gobierno (JG) a la Association of Governing Boards of Universities and Colleges (AGB). Habla de este evento como una muestra de que se está “a la vanguardia en transparencia y gobernanza.” Diversas personas comentan no entender la situación: por un lado tienen muy serios cuestionamientos sobre la forma en que se conduce la JG de la UABC y, por otro, se enteran que esa misma JG está recibiendo una especie de “reconocimiento” internacional. ¿Qué está pasando entonces? Comparto con mis reflexiones al respecto.
En primer lugar, hablemos un poco de la AGB. Como se puede leer en su portal, esta asociación, fundada en 1921 y ciertamente la organización más importante en su rubro en Estados Unidos, afirma concentrarse en “mejorar la práctica de la gobernanza mediante el diseño y promoción de mejores prácticas, y siendo un interlocutor nacional en temas que afectan la educación superior.” También afirma: “compartimos información y conocimiento vital con los miembros, así como proporcionamos servicios de consultoría a la medida, para ayudar a cultivar una exitosa red de colegios, universidades y fundaciones institucionalmente relacionadas” (https://www.agb.org/about-agb).
Más específicamente, la AGB ofrece servicios de consultoría, eventos formativos (conferencias, talleres y otros programas), materiales (libros, reportes, artículos y videos) y acceso a la Revista Trusteeship y a boletines informativos. En la página relativa a la consultoría que esta asociación ofrece se detallan las etapas para apoyar el desarrollo de una JG que la solicite: (1) entendiendo a la JG y su institución; (2) evaluación de necesidades; (3) desarrollo de una estrategia personalizada; (4) desarrollo e implementación de soluciones adecuadas a la institución, y (5) seguimiento para un éxito duradero. No tengo duda alguna de que una JG dispuesta a cambiar podría mejorar significativamente en su desempeño con un apoyo de tal naturaleza.
Dicho lo anterior, la AGB no explicita en su página sobre membresía ningún tipo de acreditaciones o certificaciones en el sentido que tienen estos términos en el contexto mexicano. Lo que resulta claro es que la AGB ofrece diferentes recursos para que las JG que estén interesadas en mejorar, lo hagan. No es poco (y en realidad es mucho), pero ello implica que la AGB no avala la “calidad” de ninguna JG que sea miembro de ella y, me imagino, cuando dicha JG apenas ha sido aceptada como miembro.
En segundo lugar, hablemos brevemente del comunicado de prensa de la UABC. Aunque pudiera parecerlo, dicho comunicado no afirma que la JG de nuestra universidad haya sido evaluada de una manera puntual para, posteriormente, permitirle ingresar a la AGB como miembro. Como lo hemos señalado anteriormente, la AGB ofrece servicios (no obligatorios) de consultoría a las JG interesadas en beneficiarse de ellos, una vez que dichas JG son miembros de la asociación. Esto abre la posibilidad, obviamente, de que la JG de la UABC tenga la intención de mejorar su desempeño. Reiteramos, lo que dice el comunicado de prensa en cuestión es que la JG se afilió a dicha asociación, cumpliendo los requisito establecidos para ello. Nada más, pero nada menos.
Dicho lo anterior, nos parece conveniente resaltar tres aspectos que la JG de la UABC necesita trabajar si es que quiere comunicar que su afiliación a la AGB refleja una intención honesta de mejorar en el contexto del planteamiento general que ha hecho esta asociación a lo largo de los años.
En primer lugar, una JG que aspire a asumir los roles que por ley se le han asignado, implica mucho trabajo para sus miembros. En función de sus trayectorias algunos tendrán que estudiar más que otros, pero todos ellos deben estar dispuestos a participar en una gran (y no siempre fácil) conversación con la comunidad universitaria y con la sociedad en la que está inmersa. Además, los miembros de una JG deben estar conscientes que sus decisiones han de estar centradas, en última instancia, en el desarrollo sustentable de la institución y en mejorar su impacto social en el sentido más amplio.
En segundo lugar, la membresía actual de la JG, concentrada en académicos en activo (6), y exrectores (2) de la propia UABC, es mayoritariamente endogámica, con todos los peligros que ello entraña. Esta endogamia estructural es independiente del perfil y trayectoria de las personas involucradas, razón por la cual la AGB desalienta fuertemente, para evitar los inevitables conflictos de interés y estrechez de miras que ello genera, la presencia miembros de la propia institución en su JG. Pero como también existen argumentos a favor de contar en ese órgano con miembros de la comunidad universitaria, una pregunta clave se relaciona con el número y tipo de representantes universitarios a incorporar en una JG.
En tercer lugar, la forma en la que los integrantes de la JG de la UABC llegan a ella depende excesivamente del Rector. La legislación universitaria señala que es el Consejo Universitario la instancia que decide sobre la incorporación de nuevos miembros a la JG, pero en realidad es el Rector en turno, envuelto en procesos poco transparentes, quien ejerce una influencia desmedida en la determinación de quién es invitado y quién es finalmente votado favorablemente para ingresar a la JG. Esta situación no abona a la construcción de una JG capaz de conducirse de una manera independiente del Rector en cuestión, particularmente durante los procesos de cambio de rector.
¿Qué implicará el anuncio de que la JG de la UABC se ha afiliado a la Association of Governing Boards? ¿Cuándo empezará, realmente, a mejorar el espíritu y la dinámica de la JG de nuestra institución?
El próximo seis de diciembre el Consejo Universitario sesionará. Los puntos 11 y 12 de la convocatoria abordarán la designación de las personas que sustituirán a la Dra. Rosa Imelda Rojas Caldelas y al Dr. Juan Alvarez López como miembros de la JG. ¿Quién está enterado de ello? ¿Alguien vió alguna vez un comunicado invitando a los universitarios y a la sociedad bajacaliforniana a proponer candidatos a un puesto honorario tan importante para la UABC y el Estado de Baja California? ¿Se adjuntaron las propuestas y los CV correspondientes a la convocatoria? ¿Saben los consejales universitarios por quién se les va a pedir que voten?
La UABC puede presumir que, con la afiliación de su JG a la AGB, está a la “vanguardia en transparencia y gobernanza,” pero mientras no se observen cambios reales en los tres puntos anteriores y en la transparencia con la que trabaja la JG, tal membresía será un ejemplo más de un gatopardismo que permite cambiar para que, paradójicamente, todo siga igual…. ¡Y pensar que todo esto se paga con nuestros impuestos!