En algunos lugares comienzan a verse invitaciones específicas a maestros y maestras por parte de los candidatos en los distintos ámbitos, como parte de los engranajes y las estrategas electorales. Estoy da pie para pensar en dos grandes hipótesis.
- De que el SNTE ha perdido por fin el control corporativo de sus agremiados, antiguamente ofrecía votos prácticamente corporativos y garantizaba un 60% de lo prometido. Y
- La importancia de los sujetos docentes como votantes y como promotores de votos con las personas (indirectamente) a su cargo debido a su actividad profesional.
De esta manera los candidatos José Antonio Mede como Ricardo Anaya quisieron acercarse a los docentes con la intención de coquetear con el gremio y de sacar provecho o algún beneficio al respecto. Parece que no lo lograron, si bien el SNTE a través de la estructura que ha creado y ha mantenido por años, aún conserva el control corporativo a partir de la compra y venta de lealtades y de la extorsión o cobro de las mismas, su radio de incidencia ha disminuido entre un 10% y un 15% de influencia real. Dicha cuota la tienen repartida entre el PRI y el PANAL, hubo otro tiempo en la historia del SNTE, que contaban con suficientes veladoras para ponerlas a las distintas fuerzas políticas con la intención de siempre salir beneficiados esos tiempos ya se terminaron.
Hoy el comportamiento docente previo a las elecciones es muy difuso y hasta cierto punto novedoso, el elevado descontento en contra de la reforma educativa será el primer indicador que lleve a muchos educadores y educadoras a emitir un voto de castigo y el segundo elemento es un voto de principios y de convicciones ideológicas. No es casual, que los principales destacamentos del magisterio, estén identificados con las distintas posiciones de izquierda, que ahí militen o que mantengan coincidencias programáticas con alianzas en la acción.
Los maestros y las maestras ejercen una influencia significativa en el contexto en donde realizan su tarea educativa, el convivir con niños niñas y jóvenes el mantener un constante vínculo con padres y madres de familia los coloca en una posición de privilegio en el proselitismo político. Y como decía hace muchos años María de la Luz Arraiga en ese tiempo militante de la revista y organización política Punto Crítico. Maestros y maestras hay en todos los rincones de la patria. Ahí en donde los políticos no son capaces de llegar, ahí si llega un maestro o maestra y se presenta todas las idas en periodo escolar.
Este vínculo con la sociedad sin entenderlo como una abstracción es el elemento más importante de la tarea educativa vinculado también con las decisiones políticas, la congruencia en el trabajo educativo es vista con buenos ojos a la luz de los alumnos y alumnas y de la comunidad escolar. La congruencia es la mejor forma de politizar o de solicitar el voto para x o z partido político o candidato.
Este efecto también ha influido para que Andrés Manuel López Obrador encabece las encuestas y las preferencias electorales, atrás de dichos indicadores hay un intenso trabajo magisterial, y que ha superado las viejas diferencias ideológicas.
A partir der este protagonismo político del magisterio muy pronto estaremos arribando a un nuevo escenario político y sindical y por lo tanto educativo, si bien los cacicazgos del SNTE a lo largo de su historia (Sánchez Vite, Jongitud Barrios, Elba Esther Gordillo, etc., los decidía el presidente en turno, estamos ante una posibilidad de que las bases magisteriales organizadas recobren dicho protagonismo y no sólo lleven a un personaje carismático a la presidencia de la república sino que también, dichas personas pienses en tomar en sus manos en control del sindicato que los agremia. La importancia de ser educador lo decidirá es en esa arma cálida y nada estridentes de avanzar en un proyecto nuevo en donde de nuevo el magisterio, recobre el protagonismo que tuvo en otro tiempo.