La incertidumbre llega a raudales a nuestras casas. Los medios de comunicación de nuestro país, vierten las imágenes y palabras más inverosímiles que, tal vez, jamás hubiéramos imaginado escuchar.
Para muchos, el coronavirus fue producto de un pleito entre China y Estados Unidos; obviamente que, para que existiese algún vencedor, se hizo necesario que alguien inventara un arma biológica. Para otros, esta teoría es poco creíble, de hecho, teniendo como fundamento lo que dicen los expertos, aseguran que dicho virus se originó en los murciélagos y que éste, se trasmitió a un organismo huésped intermedio antes de llegar al hombre; situación muy similar con el virus que causó la epidemia de SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) en 2003. En cualesquiera de los casos, la ciencia y los científicos, aún no hallan una explicación que descifre la fuente exacta de ese virus. Seguro estoy, más adelante tendremos noticias sobre tal suceso.
¿Cómo ha impactado el Covid-19 en el Mundo? Insisto, las noticias que diariamente nos llegan a raudales a nuestros hogares, nos muestran un escenario complicado, por no decir trágico. En primera instancia, se habla de un número considerable de decesos, acompañados de igual número de familias devastadas. Italia, por ejemplo, al cierre de estas líneas, registraba más de 17 mil fallecimientos, seguido de España con un aproximado de 13 mil muertes, Estados Unidos con más de 12 mil, o Francia, con más de 10 mil pérdidas humanas (Diario Financiero, 7/04/2020). Estos y otros países, han tenido que diseñar planes económicos emergentes para mitigar los efectos que la pandemia ha generado. Como es lógico, las economías se han contraído, las grandes empresas se están asfixiando, los micro y pequeños negocios, están al borde de la quiebra y/o de desaparecer y, para complicar aún más este asunto, diversos expertos en la materia aseguran que lo que resta de este 2020 y dos años más, serán muy malos para la economía mundial. Ahora bien, ¿cuál es el estado de las escuelas en estos países? La respuesta es sencilla: se han “detenido” o, como dijera Manuel Gil Antón, han cerrado sus puertas; efecto lógico para evitar la propagación del virus.
Por lo que respecta a México, ¿qué es lo que ha pasado?, ¿cuáles son las reacciones del gobierno ante el Covid-19?, ¿qué ha pasado con las escuelas? Sin filias ni fobias puedo decir, que el gobierno ha hecho lo que ha podido. No, no con ello quiero lanzar sendas culpas recriminando lo que se pudo hacer hace tiempo y no se hizo. Estaría de más hacerlo porque para nadie es desconocido, el lastre que arrastramos los mexicanos gobernados, por más de 70 años, por un partido político a punto de desaparecer, y de otros 12 más, donde la corrupción y una supuesta lucha contra el narcotráfico, dejó un caos en el territorio nacional. En todo caso, se trata de reconocer que, con la pésima administración que se ha tenido de los bienes de la nación, el gobierno actual, ha respondido. A veces, sin sentido, otras, con una intensión desmesurada que, para acabar pronto, no aminora el golpe que las familias mexicanas, los pequeños comerciantes, las empresas, o bien, las propias Secretarías de Estado, viven en estos momentos.
Hasta la hora en que cierro estas líneas, la Secretaría de Salud (SESA) reporta 141 decesos, 2,785 casos confirmados, 7,526 casos sospechosos y 15,099 casos negativos (https://twitter.com/SSalud_mx/status/1247693095250132993). En cuanto a la economía se refiere, en estos días, nuestro país ha padecido los estragos por la crisis mundial que ya he referido y que, desafortunadamente, tanto el Presidente López Obrador y su gabinete, no han entendido ni han tomado las mejores decisiones. Muestra de ello, fue lo que presentó en su informe trimestral el pasado 4 de abril. Buena parte de la población (me incluyo) esperaba que el mandatario nacional diera a conocer un plan emergente que mitigara los efectos que ha generado la pandemia, pero llegado el momento, éste se quedó corto y, como parece obvio, no gozó de la simpatía de todos. En fin.
¿Qué ha pasado con las escuelas? Se han “detenido” o, como diría Gil Antón, han cerrado sus puertas; efecto lógico para evitar la propagación del virus. ¿Qué consecuencias ha generado esta situación? Muchas y muy diversas. Por ejemplo, a lo largo de estos días de sana distancia, he podido percibir cierto malestar en algún sector de la población, particularmente, en varios padres de familia. Esto se entiende, muchos padres y madres de familia continúan trabajando, simple y sencillamente, porque viven al día. ¿O acaso ya se nos olvidó que, en México, poco más de 50 millones de personas viven en pobreza y poco más de 9 millones se ubican en condiciones de pobreza extrema?, ¿ya se nos olvidó que más del 50% de la población ocupada se encuentra en el sector informal de la economía mexicana? Creo que no se nos ha olvidado; afortunadamente, hay datos duros que reflejan algunas de las realidades de nuestro país.
Esto, sin olvidar que el Sistema Educativo Mexicano (SEM), ha transitado sin rumbo y dirección debido a las erradas políticas educativas que se han implementado en los últimos años. Recuérdese nada más que, hoy día, la educación básica se mueve con dos planes de estudios distintos: el 2011 y el 2018. Y, para acabar de complicar el asunto, la formación continua del magisterio perdió su brújula y sentido formativo. Recuérdese también que, durante el peñanietismo, según el documento de Seguimiento de la Estrategia nacional del Programa de Desarrollo del Personal Docente (SEP, 2018), tan solo en 2018, se ofrecieron 19 cursos “en línea” sobre el Plan y Programas de Estudio sobre el Modelo Educativo 2017, mismos que abarcaron 1,068,650 maestros y, para atender las tres líneas que contemplaba dicha estrategia con relación a la evaluación docente, se ofertaron cursos sobre la formación del proyecto de enseñanza y los proyectos de las figuras correspondientes, así como también, para los Asesores Técnicos Pedagógicos en Tutoría y Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela (SATE) (SEP, 2018).
Entonces, ante este escenario, ¿qué ha pasado con los maestros y maestras? Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que éstos han trabajado; a distancia, en línea o virtualmente, pero siguen adecuando sus planes de clase con la idea de que no se interrumpan los procesos formativos de sus alumnos. Sí, esta situación, tal parece que no ha sido del agrado de algunas personas. Lo entiendo, para quienes han podido seguir las indicaciones de los especialistas y viven en aislamiento, las actividades que los profesores les encomiendan a sus hijos pueden parecer demasiadas, y es cierto. No obstante, tengo que referir que el docente como tal, se halla entre la espada y la pared, es decir, se halla entre cumplir con la exigencia desmedida y carente de sustento de algunos funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (sin olvidar los de los estados) para que envíen todo tipo de evidencia (a veces ridículas), y lo que, desde su sano juicio, el profesor o profesora, considera viable para que sus estudiantes sigan activos, sin interrumpir dicho proceso.
¿Se han dosificado los contenidos educativos? Desde luego. ¿Se han hecho los ajustes necesarios para que los niños no se estresen cada vez que sus maestros envían sus actividades? En la medida de sus posibilidades, así ha sido. ¿Quién mejor para conocer el estado de conocimiento que guardan sus alumnos si no es el maestro frente a grupo? Poco valor se le ha dado a ello; quiero pensar, gracias a la reforma de Peña Nieto y el “famoso” documental de Mexicanos Primero.
Claro, debo reconocer que, como todo en la vida, hay maestros que se encuentran sumamente preocupados por lo que estamos viviendo. Muchos, se preguntan cuándo regresaremos a clases o qué pasará con sus pequeños. Sin embargo, el otro lado de la moneda es una realidad innegable, pero afortunadamente, son los menos.
Y, ¿sobre los niños?, ¿qué ha pasado con ellos? Menuda pregunta que tiene una respuesta fundada en mi experiencia; tal vez no están dimensionando lo que está pasando y, mucho menos, entendiendo lo qué es Covid-19 y cuáles son las consecuencias que esto tiene en la casa, en la sociedad y en el mundo entero. Tal vez su mundo es mejor que el nuestro. Tal vez sus preocupaciones sean menores que las nuestras. Tal vez, entre juegos, cantos, ver la televisión, leer un cuento o hacer la tarea, se pase mejor el tiempo. ¿Y su escuela, sus amigos, compañeros y maestros? ¡Claro que se extrañan! Pero son parte de ese complemento, tan necesario para socializar, para vivir, para ser uno mismo.
No sé si ustedes se lo han preguntado pero, derivado de esta pandemia y de las medidas que se han implementado en México, ¿qué es lo que (todos) le estamos enseñando a estos pequeños? Algunos de ellos, como puede ocurrir porque aún no lo sabemos, pueden terminar sus estudios de preescolar o primaria sin haber tenido una sola clase presencial de aquí a julio. Ciertamente, las ceremonias de graduación y entrega de documentos, ante la contingencia sanitaria, pasan a segundo término. Su proceso formativo (incluyendo lo que viven en casa) tendría que llevarnos a reflexionar y actuar por y para ellos.
Sé, y me consta, que muchos de mis colegas en estos días han sido bastante creativos; han buscado la manera de hacerles llegar las actividades a sus niños pero, desafortunadamente, esto no basta; es necesario que el Sistema funcione como tal y que, en completa y sana corresponsabilidad, hagamos lo que nos corresponde.
Un maestro o maestra no puede aminorar, por ejemplo, las paupérrimas condiciones económicas en las que viven los padres de familia de sus estudiantes. No pueden costearles una computadora y, mucho menos, el internet, para que trabajen en línea, en casa. Se trata pues, de establecer un compromiso y trabajo conjunto. Menos discursos, menos videos, y más trabajo en equipo con un sentido formativo. ¿No acaso se nos ha enseñado que debemos planear nuestras actividades? Es hora de que la SEP haga su chamba, porque los maestros la están haciendo. Urge un verdadero plan educativo.
Sí, la generación del coronavirus no es precisamente la de los niños; esta generación somos todos, ¿qué estamos haciendo?
Referencias:
- García, K. (25/09/2019). Informalidad repunta a 56.3% de la población ocupada. El Economista.
Recuperado de: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Informalidad-repunta-a-56.3-de-la-poblacion-ocupada-20190925-0053.html
- Gil, M. (4/04/2020). Las escuelas cerradas. El Universal.
Recuperado de: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/manuel-gil-anton/las-escuelas-cerradas
- Redacción El Heraldo. (9/09/2019). En México, casi la mitad de la población vive en situación de pobreza.
Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/pais/cuantos-pobres-hay-en-mexico-pobreza-ciudad-cifras/
- Redacción (7/04/2020) Diario Financiero. Trump anuncia que EEUU suspenderá sus fondos de la OMS.
- SEP (2018). Balance de cierre PRODEP 2018.