“La evaluación docente que se realizará a partir del próximo 14 de noviembre es un hecho histórico, pues es la primera vez que maestros en servicio están siendo evaluados para conocer sus capacidades y así poder mejorarlas”, señaló Blanca Heredia, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y coordinadora del Programa Interdisciplinario sobre Políticas y Prácticas Educativas (PIPE).
En entrevista, con Educación Futura, posterior a la a presentación del estudio “Mérito vs tradición: ¿Por qué importan los concursos para las plazas docentes?”, Heredia reconoció que en el tema de la evaluación docente aún estamos explorando “aguas desconocidas” y por ello existe toda una discusión al respecto, la cual, se debe fomentar.
Sin embargo, dijo, finalmente se trata de mejorar la calidad de la educación, y el objetivo de la evaluación es mostrar un panorama completo para tener las mejores herramientas para hacerlo.
Para todo este proceso, agrega, es necesaria la participación de los maestros, y aunque existe una franca campaña de desprestigio en su contra –a veces ganada, a veces no–, tenemos que incluirles en todos los pasos.
Sobre el actual proceso, Heredia espera que exista una gran participación, sin embargo, dijo, está a la expectativa de este primer proceso que promete ser alentador.
“Al final, lo que importa es que los niños aprendan más para que sean más libres y tengan mejores oportunidades de desarrollo”, puntualizó.
Por último, lamentó que este tipo de evaluación sea, hasta el momento, la única opción que tienen los maestros para mejorar, y por ende, los alumnos para que el sistema educativo les brinde mejores herramientas de desarrollo.