Si la evaluación, per se, fuese tan poderosa como afirman los reformadores hoy, y machacaron por años los que ocuparon antes sus puestos, no sería lógico estar en la situación de estancamiento y postración en las dimensiones que permiten observar los resultados del examen PISA (la mayoría de los estudiantes de 15 años no alcanzan, o a duras penas, al nivel elemental). De ser cierta la relación directamente proporcional entre examinar a alumnos y profesores y, por ello, aumentar la calidad, hubiéramos ya superado a todos los países de la OCDE… Manuel Gil Antón
Recién el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dio a conocer el pasado 6 de diciembre los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes 2015 (PISA, por sus siglas en inglés) por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuando el Secretario de Educación Pública ya estaba culpando a los gobiernos anteriores y justificando por qué se debería de continuar aplicando la reforma educativa en nuestro país, junto con su vocero oficial en la Organización “Mexicanos Primero”.
La prueba se aplica a estudiantes de 15 años que cursan, el último nivel de secundaria o el primero de media superior. Por decisión del gobierno federal y a diferencia de las aplicaciones anteriores que habían sido muy superiores (33,806 en 2012) en cantidad de estudiantes para poder comparar cada una de las entidades federativas de manera particular en el esquema mundial y revisar así posibilidades particulares de los sistemas educativos, en el 2015 en nuestro país participaron solamente 7,500 estudiantes, aproximadamente, pertenecientes a 275 escuelas. 88% del estudiantado pertenece a localidades urbanas y 12% a rurales. 87.7% asiste a escuelas públicas y 12.3% a escuelas privadas.
Un dato importante que se obtuvo en 2012, es que las entidades con un mayor porcentaje de estudiantes en los niveles altos (4 a 6) fueron Aguascalientes, Nuevo León, Querétaro y Chihuahua, con 8%. Estas entidades presentaron el doble del porcentaje que se registra a nivel nacional; o que Las seis entidades con una media significativamente mayor a la media nacional son Querétaro, Distrito Federal, Aguascalientes, Chihuahua, Nuevo León y Colima.
Pero más allá de las cantidades de estudiantes a los que se les aplicó la prueba, lo cual no nos permite análisis más a detalle, lo único cierto tiene que ver con que es la primera evaluación internacional que se aplica a nuestro país y que, al rebasar los cuatro años de aplicada la reforma en nuestro país, corresponde, con todos sus resultados, al presente gobierno asumir su responsabilidad en la misma.
Como lo menciona el informe de la OCDE, en lectura, el desempeño se mantuvo estable desde el 2009 (la última vez que lectura fue el principal foco de la evaluación). En promedio, el rendimiento en matemáticas mejoró en 5 puntos por cada tres años desde 2003, no así este año de aplicación, y más allá de ello, que lo que México invierte en educar a cada estudiante entre las edades de 6 a15 años, es solamente el 31% del promedio de lo que se invierte en el resto de los países de la OCDE, con lo que se demuestra que, luego de venir creciendo (lento por supuesto), que en esta evaluación en que existe estancamiento.
Lo que indica el documento de manera clara y precisa, es que la razón del gasto acumulado en relación con el PIB del país es más baja en México (1.6) que, en muchos otros países Latinoamericanos, incluidos Costa Rica (3.1), Brasil (2.4), Chile (1.8), Colombia (1.8), la República Dominicana (1.7) y Perú́ (1.7), situación que demuestra el poco interés real que el gobierno federal ha puesto con motivo de la llamada reforma educativa, lo cual apoya en poco o en nada el trabajo que se hace desde las aulas para buscar continuar el avance que se venía dando en las evaluaciones anteriores desde el año 2000 que se aplicó por vez primera en nuestro país.
Una evaluación que demuestra lo equívoco de las políticas públicas en materia educativa en nuestro país y que refrenda que se requiere de una nueva visión que no centre sus esfuerzos en culpar a docente, quien ya se ha evaluado y demostró lo contrario, en donde más del 85% obtuvo buenos resultados. ¿Cuál será el siguiente pretexto del fracaso educativo?