Margarita C. Euán Vázquez
Ulises H. Avila Sotomayor
Rodolfo A. Sánchez Ramos
La educación en Iberoamérica y en el mundo, es vista con ojos digitales a partir de la pandemia que azota al mundo por COVID 19, México no es la excepción sobre todo hoy ante las disposiciones de la Secretaría de Educación Pública del abordaje digital a pesar de las realidades persistentes de los entornos rurales donde la brecha y pobreza digital persiste y parece pasar desapercibida.
A partir del 23 de marzo de 2020, la educación pública y privada se vio transformada de manera abrumadora ante la llegada a México de una pandemia nunca vista por COVID 19, situación no aislada del resto de iberoamérica puesto que la pandemia no ha distinguido país, sexo o situación económica o política. La educación en Iberoamérica sin duda hoy es otra después de este brutal impacto por coronavirus. México se sorprendió al escuchar la disposición de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del país al emitir emergentes indicaciones que fueron implementadas de manera inmediata en todo el territorio. En estas líneas describimos cómo se han vivído estas tres primeras semanas en la Educación Media Superior (EMS) desde la percepción de 293 directores de planteles en México de escuelas ubicadas en entornos rurales, las fortalezas y retos que enfrentan ante una persistente brecha y pobreza digital de los estudiantes en estos entornos[1].
La EMS en México, ofrece servicios educativos a jóvenes entre los 15 y 17 años de edad, para ello cuenta con planteles federales y estatales en diferentes modalidades, este nivel educativo está considerado como obligatorio. La educación en México debe de garantizar por mandato constitucional que todas y todos los mexicanos tengan acceso a una educación de excelencia y equidad bajo los principios de laicidad, universalidad, gratuidad, obligatoriedad, igualdad, democracia e integralidad que desarrolle armonicamente todas las facultades y habilidades del ser humano y que promueva logros intelectuales y afectivos para la vida en sociedad.
En México fue hasta el año 2012 cuando la EMS se volvió obligatoria, hoy el estado mexicano debe garantizar las condiciones necesarias para que las y los jóvenes ingresen, permanezcan y concluyan este nivel educativo. La EMS cuenta con una cobertura del 78% de jóvenes entre los 15 y 17 años siendo justo el nivel que históricamente presenta mayor deserción y constituye uno de los grandes retos de la política educativa. Tanto en educación básica como en EMS existen brechas regionales en la calidad de la infraestructura educativa.
La oportunidad de que la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos incluya por primera vez la inclusión en su concepto más amplio da origen a una política de inclusión e igualdad en la educación.
¿Cómo esta pandemia afecta la educación en nuestros entornos rurales?
Al conocer la instrucción de las autoridades federales de suspender actividades presenciales en todo el territorio y contar con la experiencia sobre la realidad de los entornos rurales, diseñamos una encuesta que fue aplicada a directores de planteles federales y estatales del país. Los resultados no se hicieron esperar y de inmediato contamos con respuestas de directores que indican que el principal problema al que nos enfrentamos en las escuelas de entornos rurales es la falta de recursos tecnológicos y monetarios de los estudiantes, pues si bien la gran mayoría cuenta con un celular, no todos poseen otros recursos como una computadora e internet disponible en casa o en la comunidad, sin que esto implique la derogación de un recurso. El 85% de los directores asegura que es este su principal problema (Imagen 1).
El Whatsapp y el correo electrónico son los medios electrónicos más utilizados en estos entornos, lo cual no sólo es un abismo de diferencia con las escuelas privadas de EMS donde incluso las clases están siendo totalmente en aulas virtuales, a través de plataformas propias y de infinidad de recursos libres, sino que remarcan la brecha digital que persiste y pasa desapercibida así cómo la pobreza digital que parece ni siquiera existir. Es difícil imaginarte una comunidad donde muchas veces no existen los servicios básicos como la energía eléctrica y el agua potable, que de menos un servicio de internet libre y eficiente; y aún así los estudiantes tratan de cumplir con las actividades asignadas puesto que la estadística nos dice que el 51.5% de los estudiantes han logrado cumplir en un 75% con las actividades encomendadas (imagen 2), y por su parte los docentes, ¿cuánto han cumplido para lograr el seguimiento de las actividades?, el 43% de los docentes han logrado cumplir al 100%, pero un 41 % a un 75%. Los directivos consideran que esta contingencia ha permitido entablar una comunicación más estrecha y personal con los estudiantes y sus padres o tutores, aprender de manera acelerada nuevas formas de enseñanza, las ventajas de incorporar las TIC´s a los procesos de enseñanza – aprendizaje, la necesidad de fortalecer las competencias docentes y directivas, que no estamos preparadas ante contingencias como esta, que la situación socioeconómica de los estudiantes impacta directamente en su brecha digital y que aún no estamos ni escasamente preparados para realizar un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo.
Finalmente la máxima necesidad a no perder de vista en el abordaje de la estrategia de aprendizaje virtual es que los estudiantes en su gran mayoría en los entornos rurales de México no cuentan con internet en casa y el recurso económico para comprar fichas de internet o acceder a cyber cafes o incluso trasladarse a la comunidad inmediata que tenga acceso a internet, que además es un riesgo de salud para el propio joven, su familia, su comunidad y México. Realmente no estamos preparados para este tipo de contingencias, ni las comunidades escolares ni los estudiantes y sus familias.
Queda de gran tarea realizar de ya, una propuesta que involucre el contexto socioeconómico de las escuelas que se encuentran en zonas indígenas/marginadas, una propuesta alternativa que se realice desde las realidades de los entornos rurales de México y no desde un escritorio con un equipo de acceso a internet de alta velocidad.
[1] Encuesta aplicada a directores de Educación Media Superior a través de google forms diseñada con fines de investigación educativa por los autores de este artículo en abril de 2020