En tiempo de campañas políticas como el que actualmente vivimos, la educación o juega un papel protagónico y está en el centro de las discusiones como fue a partir de la propuesta del 12 de mayo o de plano, queda en un espacio sesgado al cual los políticos con aspiraciones sólo se refieren a ella con demagogia para hacer creer que ello les interesa.
Estamos a un mes para que este país producto del voto razonado y de las decisiones se nueva para alguno de sus polos políticos, o del centro a la izquierda o del centro a la derecha. En este orden de ideas la educación no ha estado en el centro del debate y de igual manera, la educación tampoco ha servicio para moderar un debate informado, que sirva como estrategia para hacer circular las propuestas y das ideas.
En la primera parte, debatir la educación y su futuro.
En el centro del debate educativo actual destaca el futuro inmediato. En nuestro país, se colocan cuatro grandes piezas de discusión o incluso de confrontación: a) que pasará con la actual propuesta de reforma educativa, b) cómo quedarla la relación entre la federación y las entidades federalistas con el cambio de gobierno y en el marco de un espíritu federalista que respete los espacios de autonomía c) el asunto del financiamiento y d) la propuesta curricular o propiamente educativa, ¿cuáles serán las orientaciones, los contenidos, las sugerencias metodológicas, los cambios en los centros de formación docente etc.?
Como podrá verse y como casi siempre sucede, hay muchas preguntas y muy pocas respuestas.
- La reforma educativa, ya ha probado sus inconsistencias sin embrago esta propuesta que ha sido muy costosa se le ve más bien como moneda de cambio en las negociaciones. Salvo en el PRI que con un moderado convencimiento dicen que continuará con la reforma, el resto de las coaliciones, han manifestado una postura más bien ambivalente. En momentos dicen que continuarán con la parte positiva de la reforma y en otros que la anularán completamente. Esto sucede ante quien se esté del otro lado o lo que quieran escuchar. Pero la pregunta persiste en el fondo, ¿Qué va a pasar con la reforma educativa que impulsó el gobierno de Enrique Peña? Técnicamente la actual propuesta de reforma es inviable seguirla sosteniendo, el costo laboral al magisterio ya está hecho y el experimento con la implementación de la evaluación no ha servido para brindarnos nuevos y mejores horizontes de acción. De nuevo tenemos el problema planteado pero hasta ahí. Pero también la contraparte tiene riesgos, desmantelar los supuestos avances que se han logrado con la actual propuesta de reforma, sería sencillo pero después de mandar al cesto de la basura esta iniciativa más adelante ¿por qué la cambiamos? El intento de llevar a cabo un nuevo esfuerzo de reforma y de sacar adelante una nueva iniciativa aun con poco tiempo del periodo sexenal, se trata por lo tanto de tomar atajos, ya conocemos la dimensión del problema ahora se trata de actuar en función del mismo con los recursos con los que contamos. Así de sencillo y así de complejo. Por otro lado tenemos que el profesorado actual es una mezcla de muchas mezclas de formación de identidades profesionales, aún quedan los últimos sobrevientas de la formación normalista a nivel técnico y que se nivelaron en las licenciatura en la UPN, los primeros egresados de la licenciatura después de la reforma a la Educación Normal de 1984, y de ahí para acá con las reformas a la Educación Normal de 1992, de 1997 o 1999 (según sea el caso) y con la última reforma que concluyó en los Planes del 2012 exclusivamente en preescolar y primaria. Lo que tenemos ahora es un mosaico de muy diversos formas de entender la docencia, de llevarla a cabo y de distintos matices de identidad docente. Es con ellos y con ellas con quienes habrá de realizarse la nueva reforma.
- E igualmente así de complejo, es la relación entre el centro y la periferia. La delantera la sigue llevando Andrés Manuel pero en este último mes pueden pasar muchas cosas inéditas o inesperadas. con todos los candidatos el escenario es impredecible en cuanto al tipo de nexos y relaciones que se tendrá sede el centro cp. los gobiernos locales. El caso reciente de Chihuahua es un aviso de lo que está por venir. El escenario puede ser de tres tipos de concreciones: un excesivo centralismo como el que actualmente vivimos, un intento de descentralización crítica y desordenada en donde se brindaran muchas responsabilidades a los estados con muy pocos recursos y un escenario de colaboración y de compromisos compartidos en donde la federación junto con los gobiernos locales llegaran a acuerdos concertados en la perspectiva de trazar líneas de mutuo acuerdo para garantizar un verdadero desarrollo educacional. Recordemos que cada estado o cada región geográfica es un caso particular con demandas específicas.
- El asunto de los recursos es otra de las piezas claves del escenario que viene, se sabe que la SEP administra y gasta muchos miles de millones de pesos, a veces en tonterías como promocionar a un secretario, a veces en gasto inútil en la obsesiva tarea de evaluar y muy pocos veces en el fomento de las tareas sustantivas.
- La parte propiamente educativa es el rubro en el que más dudas se acumulan ¿A quién le va tocar hacerse cargo de las nuevas orientaciones educativas, diseñar planeas y programas de estudio nuevos libros de texto, formar y capacitar a los docentes, bajo que enfoque, con qué modelo y a partir de cuales fines por lograrse? Como se ve aquí sólo hay preguntas y más preguntas. Me parece que la nueva SEP deberá darle la palabra a los currícologos de prestigio en nuestro país, pero incluyendo también las voces, las propuestas y las demandas de una sociedad cada vez más informada. Necesitamos a una SEP educadora es decir a una SEP que deje de lado la politización de la figura y el escaparate de lo que implica estar al frente de dicha secretaría para mirar al país con su realidad y complejidad, necesitamos que la nueva SEP dialogue desprejuisiadamente con académicos e investigadores para construir una propuesta educativa sólida y potente que se teja desde muchas voces no sólo desde la voz de quien despacha en la oficia del centro histórico en la ciudad de México.
Hasta ahora las propuestas de los candidatos han estado huecas carentes de contenido y de compromiso, pareciera que en aras de los votos pragmáticos las propuestas de fondo llegarán después. Seria bueno que todos los candidatos firmen una serie de compromisos básicos (de consenso) con respecto a la defensa de la escuela pública mexicana a su carácter laico gratuito en la perspectiva de la justicia, la equidad y la buena calidad. De esta manera la sociedad los mandata, los controla y les hace rendir cuentas pronto muy pronto de su mandato.