Una reflexión sobre la obra Ser docente en una sociedad compleja del profesor Francisco Imbernón
Esta temática está relacionada con una obra que terminé de leer cuyo autor es Francisco Imbernón llamada Ser docente en una sociedad compleja. La difícil tarea de enseñar, donde se muestra, desde una visión holística, un panorama sobre la profesión docente y las complejidades a las que se enfrenta en este siglo XXI, de manera tal que invita a recorrer un camino abierto a la discusión y al debate sobre el tema del profesorado y su complejidad.
Francisco Imbernón es profesor de la Universidad de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Barcelona, cuya preocupación le ha llevado a realizar tareas tanto en formación inicial como en la formación permanente del profesorado de todos los niveles educativos desde la primaria hasta la universidad, así como en la formación de profesionales de diversos sectores y formadores.
La difícil tarea de enseñar tiene como objetivo, valorar al profesorado y mostrar los aportes que como colectivo han desarrollado en su justa medida, sin demonizarlos, acusarlos o insultarlos, ya que puntualiza; la crítica al profesorado suele ser radical e intempestiva y no tanto constructiva. En esta obra se muestran críticas constructivas basadas en la reflexión sobre aspectos que no funcionan y que se deberían mejorar, además, se señala el orgullo de ser profesor o profesora y de la necesidad de ejercer su cometido con la máxima profesionalidad tomando en cuenta la autonomía de sus decisiones y el control de la práctica educativa, compromiso y ética con la educación, conocimientos y también de su derecho a reclamar y luchar siempre por las mejores condiciones sociales, educativas y laborales para su ejercicio profesional.
Si bien, sus experiencias se centran en España, su lectura permite encontrar muchas similitudes con la realidad mexicana, pero dejo a los lectores la última palabra. La obra está conformada por ocho apartados y un epílogo, además de que se insertan voces de maestras y maestros en el inicio o al final de cada uno, lo que hace mucho más cercano el libro por los testimonios presentados.
1. Con el nombre de La sociedad, ¿premia o castiga al profesorado?, el primer apartado ahonda en la crisis y en el castigo docente y toman en cuenta los informes PISA. Además, se afirma que, si recortas, si no incentivas, si no motivas y no estimulas al profesorado para que realice mejor su tarea, esto repercute en los procesos educativos, a pesar de que el profesorado haga lo que pueda para que eso no suceda.
2. Ser docente en una sociedad desigual, multicultural y compleja. Desafíos y conflictos del nuevo siglo. En este apartado el cuestionamiento parte de ¿qué debemos hacer para afrontar esos desafíos? Señala que los profesores están en el punto de mira de los demás, quizá por su relevancia social, pero en muy pocas ocasiones por la “buena” actividad educativa, lo que detona un sentimiento de desamparo social de la profesión, una incomprensión sobre la tarea del profesorado que, más bien que mal, cumple con la misión de ayudar a construir y reconstruir el desarrollo de la infancia y la juventud, de ahí la necesidad de cambiar constantemente la profesión de enseñar en donde la vertiente personal y actitudinal de un docente sea fundamental, por lo que hay que potenciar su autoestima y las habilidades sociales.
3. ¿Quiénes son los profesores y profesoras? En este apartado se destaca que no es posible alcanzar ninguno de los objetivos de la EPT (educación para todos), sin disponer de un cuerpo docente suficientemente numeroso y bien formado, destacando que en muchos países, el 70 por ciento del profesorado vive por debajo del umbral de la pobreza, lo que significa que para sobrevivir deben trabajar en diversos lugares o en varios turnos escolares lo que da como resultado el reducido valor que la sociedad asigna a su labor ¿será porque al entorno político, económico y social le interesa un profesorado con poca iniciativa y débil, ya que así es mucho más vulnerable? Además, se destaca que en la escuela no solo se aprenden cosas, sino que también se forman personas, donde aprender a ser tolerante y solidario y a sentirse identificado con una comunidad es relevante y necesario en el mundo actual. Se señala también que no es posible llevar a cabo una reflexión y un texto sobre el profesorado sin tratar el tema de la feminización docente donde se argumenta que la mujer docente tiene que compaginar muchas tareas que no asumen los hombres docentes, lo que les lleva a renunciar, muchas veces, a aspectos a los que no debería renunciar.
4. ¿Cómo se llega a ser docente y quién los forma o los deforma? Lo que llama la atención en este rubro es la abundancia de estudios e informes que en su mayoría han sido elaborados por organismos internacionales o gubernamentales sin tomar en cuenta que la escuela se ha convertido en una polifonía de colores, voces y culturas lo cual es una riqueza, pero tampoco se puede negar que para el profesorado, supone a menudo un mayor esfuerzo, ya sea por los condicionantes propios de cada centro educativo o por no saber a qué atenerse en algunas circunstancias, es innegable que requieren de apoyos, recursos y políticas públicas. En el futuro se podrán aprender muchos conocimientos a través de los medios digitales, pero aprender a ser persona, con todo lo que ello representa, es posible que solo pueda alcanzarse en las escuelas., Es necesario reivindicar una mayor atención a la diversidad y gestionar la entrada en las escuelas de otros profesionales que saben más sobre aspectos concretos de esos niños y jóvenes, sobre los que el profesorado no ha recibido formación. Si en verdad, son tan importantes ¿por qué las administraciones educativas no se lo toman en serio y solucionan problemas ancestrales como su formación, su carrera docente y su reconocimiento (y en muchos países también sus salarios, sus infraestructuras, su promoción, la estructura de gestión, etc.)? También se cuestiona ¿cómo se llega a ser docente y quién los forma o los deforma? Ser un profesional docente ¿cómo se construye? o ¿cómo se pervierte desde los inicios? No es cierto que en las escuelas de formación inicial formen a los maestros para enfrentarse a un entorno complejo, además de que la formación se inicia con la experiencia personal que se arrastra desde niños, de estudiantes a querer ser docentes, es decir, desde su biografía escolar y personal de cuándo y cómo llegan al magisterio. También se plantea el tema de la selección y reclutamiento de los profesores, que no debe de basarse solamente en las notas académicas, porque en el ejercicio docente hay que tener otras aptitudes como la empatía, la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de comunicación, las habilidades para las relaciones interpersonales etc. y en el terreno de las emociones, saber devolver los sentimientos a las personas que te rodean, por lo que es necesario revisar a fondo la formación del profesorado preguntando ¿qué significa ser docente en este siglo? ¿quiénes son los que forman a los futuros profesores?
5. La formación permanente del profesorado o, si se prefiere, la formación a lo largo de la vida ¿cómo se lleva a cabo? A través de las acciones formativas, en distintas modalidades que el profesorado va cursando a lo largo de su vida, pero también, es muy importante y conviene destacarlo, a través del contacto con los compañeros de trabajo, el ambiente de clase, del centro educativo y la interacción con el alumnado (tanto en un aprendizaje formal como informal). Todo ello va constituyendo y construyendo una trayectoria profesional, un itinerario vital que va conformando la manera de ser, pensar y sentir la educación.
6. ¿Cómo adquiere el profesorado su cultura profesional? ¿y de qué culturas se tratan? ¿hay una cultura común en el magisterio? Como respuesta a esa pregunta se puede decir que, aunque es muy difícil determinar culturas comunes, sí existe un marco profesional y legislativo de referencia que se ha ido construyendo históricamente, hay una práctica profesional. Quizá sea una cultura institucional que se asume directa o indirectamente por el influjo del contexto profesional (leyes, reglamentos, normas, valores, compañeros, organización, tipo de alumnado, etapa educativa…) pero, a pesar de todo ello, en el colectivo del profesorado coexisten diferentes formas de ver y actuar en la enseñanza, sobre todo debido a la experiencia acumulada durante los años de ejercicio, de dónde vienen y dónde están. Así pues, parece más adecuado analizar las subculturas específicas, como diferentes maneras de hacer las cosas y de entender la educación,
7. ¿Existe desarrollo profesional o carrera docente? La formación permanente y desarrollo profesional no son lo mismo, aunque la formación se sitúe dentro del desarrollo. No podemos afirmar que el desarrollo profesional del profesorado se deba únicamente al desarrollo pedagógico, al conocimiento y comprensión de sí mismo, al desarrollo cognitivo o al desarrollo teórico, sino que es todo eso y más, añadiendo una situación contextual-laboral que favorece o impide el desarrollo de una carrera docente. La formación es una pieza en el desarrollo profesional, pero no todo el desarrollo depende de la formación.
8. ¿Las condiciones laborales del profesorado tienen alguna influencia en la enseñanza? Una educación en crisis y un profesorado intensificado por un exceso de trabajo conllevará, a medio plazo, a elevados costos para la sociedad, dentro de una política errática que parece propia del cangrejo, caminamos hacia atrás, desandamos lo andado, derruimos lo que tanto costó edificar. Hay una crisis global del magisterio que se viene analizando desde hace mucho tiempo y que podría paliarse un poco si las administraciones educativas tuvieran no solo más sensibilidad sino, sobre todo, un plan a largo plazo para la educación. No son conscientes de que la educación es cosa de todos.
Epílogo. ¿Hacia el futuro o hacia el pasado? Parece necesario un rearme estructural, moral e intelectual, una reestructuración desde posturas críticas, pero nuevas, para recuperar lo que una vez se soñó y que a pesar de las conquistas nunca se alcanzó, aunque se continúe reivindicando. Es necesaria una perspectiva crítica en educación, donde se plantee entre otras cosas, la militancia pedagógica y la acción solidaria para desarrollar una nueva cultura profesional alternativa del profesorado y una nueva práctica educativa y social.
Hasta aquí mi resumen del contenido del libro. Les invito a leerlo para después emitir juicios e inclusive, debatir sobre lo escrito.
Imbernón, Francisco (2017). Ser docente en una sociedad compleja. Serie Formación del Profesorado. Editorial GRAÓ
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