En una investigación conjunta, publicada al alimón por Nexos y Animal Político [y reproducida por Educación Futura con autorización expresa. N del E.], Paris Martínez y Andrés Lajous desnudan la irracional (por decirlo suave) entrega, por parte de los gobiernos del Estado de México y federal, de más de 100 millones de dólares a una singular iniciativa por la educación.
Que cada lector saque sus propias conclusiones, pero la lectura del reporte desafía la lógica y la decencia.
En apretado resumen: una fundación de nombre ProAcceso y una empresa llamada Enova han recibido mil 700 millones de pesos en seis años. Esos fondos, provenientes de gobiernos del Estado de México tanto en la época de Enrique Peña Nieto como de la administración de Eruviel Ávila, así como del anterior y del actual gobierno federal, se supone que fueron donados para proyectos que ayudarían a mejorar los niveles de educación de los niños mexiquenses.
Luego de investigar a Enova y a ProAcceso, Lajous y Martínez descubrieron “curiosidades” como las siguientes:
-A unos meses de ser fundada, ProAcceso recibió en 2009 la nada despreciable suma de 56 millones de pesos. Deberían darles un premio por tan rápido posicionamiento: sin experiencia en el ramo, pasaron de no existir a gozar de fondos millonarios, en menos de un año.
-Para 2011 “la fundación ya estaba a la cabeza de las iniciativas científicas con mayor financiamiento federal, gracias a los 80 millones de pesos que obtuvo ese año”.
-“El grupo se convirtió en el mayor destinatario de recursos de la Federación, ahora en el área de cultura. En 2013: 200 millones de pesos. En 2014: 157.3 millones. En 2015: 119.1 millones”.
-Esa fundación le pasaba a Enova los fondos. Aunque compartieron oficinas y se les retrató en eventos sociales juntos, los directivos de Enova y ProAcceso dijeron a los investigadores que entre ellos “sólo hay una ‘alianza’”.
-A pesar de los cientos de millones que se les ha dado, “los resultados de la inversión no son evaluados por ninguna dependencia oficial”. Enova y ProAcceso dicen que la evaluación la hacen ellos mismos de manera “interna”. Es decir, quienes reciben cientos de millones son quienes deciden si los recursos son bien utilizados o no.
-A todo esto, ¿qué hace Enova? Tiene dos iniciativas: una Red de Innovación y Aprendizaje (RIA) que consta de 70 planteles y 50 bibliotecas digitales.
-¿Sirve lo que hace Enova? Los autores demuestran que las escuelas RIA ni están en zonas marginadas ni la prueba Enlace muestra que en los planteles cercanos a las RIA haya mejorado el aprovechamiento de los alumnos. ¿Lo mejor? A quienes acuden a las RIA se les cobra. Los directivos explican que cobran porque además dan un diploma y un cuaderno. Literal.
-¿Han visto que ahora la SCT promueve algo llamado ‘Puntos México Conectado’? Pues Lajous y Martínez apuntan que ese programa comparte cosas demasiado parecidas a la manera en que procede Enova-ProAcceso.
-Dato significativo es que ni SCT, ni Conaculta, ni Conacyt quisieron dar explicaciones. Para que luego este gobierno presuma la transparencia.
Cuando a un directivo de ProAcceso le preguntaron cómo obtuvieron la primera donación, contestó que fueron los del gobierno del Estado de México quienes tuvieron “la determinación de entregar los recursos”. Se agradece la franqueza. Nadie podría haberlo dicho mejor. Es exactamente eso: la entrega de nuestros recursos.
Lean el excepcional reporte de Lajous y Martínez, y piensen en él cada que en las próximas semanas escuchen, una y otra vez, los compromisos del gobierno en medio del cacareado Presupuesto base cero.
Twitter: @salcamarena
Texto publicado originalmente en El Financiero y reproducido con permiso del autor