Jesús Andriano
Después de un prolongado año escolar nos encontramos a unos días para el inicio del nuevo ciclo 2022-2023, todo parece indicar que será diferente, no solo por la naturaleza de regresar totalmente a la presencialidad y bajo el conocimiento de la estructura del nuevo Plan de Estudios de Educación Básica ( piloto). Al inicio del ciclo escolar se tiene programada la fase intensiva del CTE para los docentes en dos momentos, en el primero se realizará una valoración diagnóstica de los aprendizajes y el diseño de un plan de atención para resarcir el rezago educativo de los años anteriores; sin embargo habrá que recordar que los resultados en el pasado ciclo no muestran la realidad del proceso educativo, en algunos escenarios dadas las vicisitudes en las que se desarrollaba la educación se dio pauta para validar los aprendizajes de los alumnos, bajo esa circunstancia los docentes tendrán que diseñar diferentes alternativas que permitan fortalecer las trayectorias educativas y con ello fortalecer la idea de la Nueva Escuela Mexicana.
En un segundo momento se destinará a la formación continua de los docentes en dicha etapa se considera una capacitación programada con un curso taller atendiendo los aspectos inherentes a la nueva propuesta curricular de Educación Básica 2022, y cuya intención es contribuir a modificar el planteamiento pedagógico que hasta el momento se desarrolla.
El propósito del nuevo plan de estudios de acuerdo con la SEP es dedicar mayor tiempo al desarrollo de los procesos cognitivos, favorecer las emociones, fomentar los aspectos culturales, así como las relaciones sociales entre los alumnos; la alternativa es ofrecer a los estudiantes mayores posibilidades para consolidar, aplicar, integrar, modificar, profundizar y acceder a nuevos conocimientos; en este sentido el trabajo de los docentes se prioriza en la planeación, seguimiento y evaluación con la finalidad de que se realice de manera amplia e integral posibilitando una perspectiva articulada de las diferentes fases de aprendizaje.
El escenario que se presenta en las escuelas la dinámica tiende generar una serie de posicionamientos al respecto, el trabajo no solo estará destinado a lo cotidiano de cada ciclo escolar o a la construcción del Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC). Los docentes tendrán que buscar alternativas para ofrecer una educación inclusiva, de pertinencia, intercultural, de excelencia, bajo un posicionamiento crítico y reflexivo donde se promueva la implementación de las fases de aprendizaje, asumiendo que los contenidos dejarán de responder a una especialización progresiva por asignaturas, y se articularán a situaciones relevantes a partir de puntos de conexión comunes entre las disciplinas. Ante la presente disyuntiva habrá que realizar un análisis minucioso de los aspectos que configuran el preámbulo de un nuevo plan de estudios, para ello el trabajo no puede solo situarse en lo que disponga la SEP.
Pese a que se genere una posible crisis en el desarrollo de los cursos de capacitación o una mala orientación en su ejecución, es viable que los docentes busquen alternativas que ayuden a subsanar el marco de referencia que se les demanda y ello contribuya a la proliferación de cursos o talleres que suelen poner en riesgo la estructuración pedagógica de la enseñanza o la interpretación de un plan de estudios bajo de la idea de pensar que el docente desconoce aquello que realiza de manera cotidiana y considerar que se orientar de la mejor forma.