Las campañas políticas se trasladan a la contienda por la educación. Colegas y el suscrito hemos analizado lo que proponen los candidatos y las respuestas de segmentos sociales. Como en toda lucha política, las posturas de los candidatos trascienden sus filas partidistas, generan incentivos para que individuos y organizaciones pongan por delante sus intereses. Es el caso de grupos de maestros de escuelas normales que intentan posponer la puesta en marcha de la Estrategia de Fortalecimiento de las Escuelas Normales
La iniciativa surgió de docentes de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, Enrique C. Rébsamen, y de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Su argumento es nítido. Acusan que el gobierno —vía la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación— quiere imponer la propuesta curricular para las escuelas normales. Atacan ciertos asuntos que tienen que ver con el currículo en sí, pero —discierno— la verdadera razón obedece a una postura conservadora: no desean cambiar. La demanda principal es que se lance la convocatoria de nuevo ingreso con el plan de estudios de 2012.
En su arenga, los maestros que disienten del gobierno acusan que el cuerpo docente no fue tomado en cuenta, que se trata de asignar muchas horas de inglés, para las que no hay profesores y que la estrategia abandona o reduce materias de historia y filosofía, también de artes y educación física.
Sin embargo, al parecer, los maestros que protestan no han tenido mucho éxito entre sus cofrades. Otro grupo, más numeroso y de bastantes planteles, salió a defender la propuesta de cambios. Arguyen que no es una imposición, que hubo debates intensos, que muchos maestros normalistas de prestigio participaron en el diseño curricular y que sus planteamientos fueron escuchados. No niego que la Secretaría de Educación Pública haya “motivado” a este bando a que se manifestara, pero doy crédito a sus voces. En efecto, el 13 de julio de 2017, el entonces secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, lanzó la convocatoria para elaborar planes y programas de estudio en las normales, acordes a los del nuevo modelo educativo. Además, anunció la creación de una comisión para elaborar un nuevo reglamento para ingreso y promoción de sus maestros. Por supuesto, acentuó el mérito y el respeto a sus derechos laborales. La consulta procedió.
La parte sustantiva de esa estrategia implica cambios en la práctica y mentalidad de los docentes, se resume en seis puntos. 1) Lógico: comprende la transformación pedagógica de acuerdo con el nuevo Modelo. 2) Culturas originarias: propone fortalecer la educación indígena e intercultural. Implica formar suficientes maestros para atender el derecho de los estudiantes indígenas a una educación bicultural, tanto en escuelas indígenas como regulares. Además, sugiere que todos los maestros se formen en la interculturalidad para aprender a valorar la diversidad cultural de México. 3) Apuesta: aprendizaje del inglés. 4) Obvio: profesionalización de la planta docente. 5) Aperturista: sinergias con universidades y centros de investigación. 6) Financiero: apoyo a las normales y estímulos para la excelencia. Se canalizaron dos mil millones de pesos a 134 de las 140 escuelas que concursaron por fondos.
El 18 de mayo, el secretario Otto Granados Roldán lanzó la puesta en marcha de los primeros pasos del nuevo plan. Fue el detonante para que los grupos opositores se lanzaran a la palestra. Vislumbro que sus exaltaciones no son nada más en defensa del plan anterior, sino que se sienten protegidos por las amenazas que se ciernen sobre la Reforma Educativa.
RETAZOS
En Chiapas se pasó de las amenazas a los pactos. Manuel Velasco, gobernador del estado, firmó un acuerdo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que implica una vuelta de tuerca, un retroceso político. Se comprometió a que su gobierno —e involucró al federal— no ejercerá ninguna acción contra los maestros huelguistas (17 de días de paro). También, en contra de la ley, concede que el sindicato participe en definir ascensos y promociones docentes y que no serán evaluados mientras él sea el gobernador. Además, se comprometió a gestionar 24 plazas para comisionar maestros al servicio del sindicato.
Ese pacto viola la ley e invade esferas de la SEP y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. ¿Cómo reaccionarán? ¿Permitirán una estocada de ese tamaño contra la Reforma Educativa?