La comunidad universitaria, integrada por más de 400 mil personas, entre estudiantes, académicos y trabajadores es “reflexiva, trabaja con el conocimiento, el análisis, la información, por lo que está perfectamente capacitada para participar, a través de formas directas o indirectas en el nombramiento de sus autoridades”, asegura Imanol Ordorika.
En entrevista con Educación Futura, el académico del Instituto de Investigaciones Económicas, considera que para el proceso de elección del rector o rectora de la Universidad Nacional Autónoma de México, es indispensable “romper el mito que la Junta de Gobierno es consustancial a la universidad, que no puede haber otra manera de realizar la elección”, porque es la única forma de garantizar la estabilidad.
Ordorika considera que hay muchos ejemplos de universidades en el mundo, de muy alta calidad, que demuestran que aún con voto directo o indirecto, se conserva la estabilidad.
Otro gran mito es que “la esencia de la universidad” obliga al secreto y a la oscuridad, porque al tratarse de una casa del conocimiento, no puede tener procesos de participación abiertos y democráticos que no son de votación directa, lo cual es completamente falso y no tiene ningún fundamento histórico.
El integrante del Seminario de Educación Superior se lamenta que en el México de hoy, con transparencia y rendición de cuentas, donde se han logrado avances en la participación de la sociedad en el nombramiento de autoridades “la universidad está por detrás de la sociedad, por debajo de propuestas que se generan desde la misma universidad”.
Sobre la convocatoria de la Junta de Gobierno
Sobre la convocatoria publicada por la Junta de Gobierno, Ordorika considera que solo hay una pequeña modificación a lo que han sido las convocatorias anteriores: la presentación de los programas de los aspirantes seleccionados a través de radio y televisión universitarias, “de alguna manera, la presión de la comunidad, la insistencia de la comunidad en abrir la información y en dar paso a un proceso con transparencia lograron que se hiciera esta medidad que es diferente a las de otras convocatorias de la junta”.
“Es una medida positiva, pero muestra las limitaciones en las formas de elección de autoridades que tiene la UNAM y que han sido señaladas desde hace décadas por distintos sectores universitarios”.
Aunque en la convocatoria de la Junta de Gobierno se insiste en que se escuchará la opinión de la comunidad universitaria durante todo el proceso, “todos sabemos que las opiniones tienen pesos diferentes y van a ser consideradas de manera discrecional en un cuerpo que funciona como un cónclave de la iglesia de manera cerrada sin dar argumento alguno a la comunidad y sin poder abrir ninguna de las partes del proceso a los universitarios”.
“Por un lado la Junta trata de mostrarse como abierta y transparente, es el secreto con el que opera la junta en función de las opiniones recabadas, el peso que se les otorga a las opiniones y sobre todo el peso que al interior de la junta tienen grupos de presión o de interés que han ejercido el poder en la universidad por muchas décadas y que son los grandes electores universitarios”.
Sobre las y los candidatos a la rectoría
Cuestionado sobre los candidatos que han declarado querer tomar parte del proceso, Imanol Ordorika asegura que “hay una gran heterogeneidad, el número es amplísimo, porque no existen figuras extremadamente fuertes que concentran los apoyos fundamentales para lograr el nombramiento a la rectoría”.
“Lo que me resulta preocupante son aquellas candidaturas que responden, estrictamente, al interés y a la iniciativa del gobierno federal y que pueden vulnerar la autonomía universitaria, la sensibilidad de los universitarios y generar proceso de intromisión en la vida de la universidad en los años que vienen, debemos ser cuidados de insistir que un nombramiento de esa naturaleza no ocurra en la UNAM”.