*Pedro Martínez
En el capitalismo humano, el concepto de calidad es un factor toral que impacta a toda la producción, ya se trate de personas, bienes o servicios. Resulta imprescindible comprender su sencillo pero profundo significado para dar por cierto el advenimiento de la etapa cooperativa o sinérgica de la sociedad
La calidad de un objeto hace referencia a dos aspectos: uno, al conjunto de características que posee; dos, al índice de variación, fallas o errores que estas características presentan. Luego entonces, la calidad de cualquier cosa es el resultado de características y variación, pero resulta predominante la última. Un artículo puede poseer cualidades excepcionales, pero si su índice de variación es alto, su calidad decrece. Esto es lo mismo si se trata de la calidad de servicios, sistemas o individuos.
El factor de la variación se determina por medio de cálculos estadísticos que aclaran si los errores o fallas se deben al sistema o a las personas. Según los expertos, las fallas de los sistemas en promedio es de 94%, y el de las personas, del 6%. Los errores humanos que se cometen en cualquier sistema, sea educativo o empresarial, se subsanan con más capacitación, mejores condiciones de trabajo, dotación de adminículos o reubicación, pero muy rara vez con despidos injustificados del personal. Me pregunto: ¿Así están procediendo las autoridades mexicanas con los maestros en su intento por levantar una supuesta reforma educativa que a la postre puede resultar más de lo mismo? ¿No será que están confundiendo los conceptos de evaluación y control estadístico, que se parecen, pero no son lo mismo?
Un sistema educativo no es de excelencia porque alguien lo declare, lo pretenda o lo presuma, sino por las características que lo conformen y el grado de variación que éstas presenten. El sistema educativo mexicano es de muy baja calidad porque entre otras cosas, está basado en la enseñanza y no el aprendizaje; no aprecia la evaluación como un agente de acreditación y de motivación; el sistema, aún con los pequeños avances propuestos en el nuevo modelo educativo (dos calendarios y una currícula escolar diferenciada), sigue siendo escolarizado; el libro gratuito ha empobrecido gravemente la creatividad de alumnos y maestros; el constante manoseo con reformas y ocurrencias de las autoridades en turno, han hecho del sistema educativo un adefesio que nadie entiende, entre ellos, demasiados maestros, los pocos que sacan adelante su quehacer con éxito en este marasmo, se debe a su propia iniciativa y creatividad; por último, existe un sindicato de maestros con una partecorrompida y metida en política electorera, y con otra, arrinconada en la esquina de la confrontación, estéril, calamitosa y ahora ya ensangrentada. Para estas dos partes, los alumnos no existen en primerísimo lugar, a pesar de lo que digan en contrario para justificar su proceder
Por supuesto que un sistema educativo tan colmado de fallas y errores por prácticas didácticas obsoletas y dispares, vicios administrativos aberrantes y políticas educativas parchadas de todo tipo de conceptos, como es el caso mexicano, jamás podrá ponerse en control estadístico para evaluar la calidad de su diseño, planeación, aplicación y evaluación y así poder optimizar su desempeño
Los conceptos de estándar de calidad, visión, misión, organización motivacional, control estadístico y otros más, han estado emigrando del sector empresarial al sector educativo paran enriquecer su eficiencia y eficacia. Cuando este proceso vital e inminente termine de ser asimilado por maestros y padres de familia de nuestro país, la cuestión educativa y todo lo demás, caminará de manera diferente.
Ahora es el turno de las organizaciones de la sociedad civil relacionadas con la educación, de agruparse para organizar y dirigir, no otra reforma a la última reforma propuesta por las autoridades, sino una verdadera revolución educativa en cooperación con padres de familia, maestros, académicos, sindicatos y autoridades, que en algo se asemeje a los modelos de educación futura que algunos países muy desarrollados ya tienen en sus haberes y que bosquejé de forma sucinta en mi entrega anterior, de la cual, en seguida repito una parte:
“En el capitalismo humano los sistemas educativos estarán basados en el aprendizaje y no en la enseñanza. Se encontrarán bajo estricto control estadístico para lograr que el número de errores, fallas o variaciones sea mínimo y se pueda determinar con precisión si estos son causados por el sistema o las personas. Su diseño, planeación, aplicación y evaluación se efectuará con puntual periodicidad para convertir cada centro educativo en una escuela creadora de riqueza de máxima calidad y eficiencia en un mínimo de tiempo
“En el capitalismo humano, todas las escuelas de cualquier clase, nivel, o especialidad serán creadoras de riqueza, es decir, formadoras de personas con características de altísima calidad con un mínimo de errores, fallas o variaciones. Trabajarán bajo el sistema desescolarizado para que los alumnos avancen en su educación e instrucción de acuerdo a sus condiciones personales y tendrán una función polifacética de plazas públicas, centros de evaluación, bibliotecas, laboratorios, talleres, auditorios, sitios artísticos, deportivos y recreativos
“En el capitalismo humano, los maestros del aprendizaje mediante el estudio dirigido, formarán alumnos autodidactas capaces de investigar, trabajar, redactar y exponer, y para ello, sabrán convertir los salones de clase en bibliotecas, laboratorios, talleres o auditorios. Con la dinámica de grupos capacitarán a los alumnos para que aprendan a convivir y a comunicarse con sus semejantes e interactúen cara a cara con sus iguales para intercambiar conocimientos, comentarios o tengan confrontaciones bajo una atmosfera de solidaridad y cooperación. También sabrán utilizar la evaluación, no sólo para acreditar adecuadamente a sus alumnos, sino fundamentalmente para motivar su fuerte desempeño y hacer que logren adquirir la capacidad de autoevaluarse
Si las organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la educación se preparan adecuadamente en este asunto y lo toman por su cuenta para iniciarlo, enriquecerlo, propagarlo y dirigirlo, podrían ser los actores que le den continuidad a un proceso que necesariamente implica objetivos de corto, mediano y largo alcance y que se podría llevar a cabo sin ningún agobio de tiempo y sin peligro de desviaciones abruptas por los cambios sexenales o por la alta rotación de los secretarios de educación
*Director de la Escuela Creadora de Riqueza México