*Rogelio Javier Alonso Ruiz
El profesor Juan Díaz de la Torre alcanzó la dirigencia máxima del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) el 28 de febrero de 2013, luego de que su predecesora, días después de haber expresado públicamente su repudio a las modificaciones legales venideras en materia educativa, fuera detenida y encarcelada. Pocos meses después, el 11 de septiembre, los cambios constitucionales y las leyes secundarias derivadas de la Reforma Educativa fueron promulgados en el Diario Oficial de la Federación. Para muchos expertos, los decretos de septiembre de 2013, en los cuales se modificaron artículos constitucionales y se creó la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), representaron el inicio formal de un proceso de precarización de la labor docente. En ese contexto fue que, hace ya casi cinco años, Díaz ocupa la máxima dirigencia del SNTE. Su gestión ha sido objeto de críticas de algunos y elogios de otros, pero ¿de qué manera se puede evaluar su labor en el cargo? Sin duda, los fines del SNTE, expresados en su Estatuto, son el referente más preciso y objetivo para valorar su labor.
El primero de los fines del SNTE señala que este sindicato deberá “defender los derechos laborales, sociales, económicos y profesionales de sus miembros”. No obstante lo anterior, el primer periodo de Díaz de la Torre quedará marcado por el sistemático deterioro del poder adquisitivo de los profesores. De 2013 a 2017, los aumentos anuales al salario tabular de los docentes de educación básica han perdido fuerza: 3.9%. 3.5%, 3.4%, 3.15% y 3.08%. El aumento salarial de 2017, el peor en muchos años, se combinó con la inflación más alta en México en más de tres lustros (6.77%), impactando así fuertemente en la economía del magisterio mexicano. Así pues, el descenso sostenido del salario del magisterio ha sido, desafortunadamente, uno de los rasgos distintivos de la vida sindical bajo el mandato de Juan Díaz de la Torre.
Durante el periodo que se estudia, la organización encabezada por Díaz de la Torre no hizo lo suficiente para evitar la implementación de un sistema de evaluación docente severamente criticado por muchos expertos. Lo anterior afecta a los docentes desde los planos profesional y laboral: primero, al impedirles contar con un sistema de evaluación auténtico y efectivo y, segundo, porque esta evaluación, aun con todos sus defectos, es tomada como referente para determinar el ingreso, la promoción y la permanencia de los maestros. En este sentido, se han vertido múltiples señalamientos negativos hacia la evaluación: desde el mal diseño y la escasa relevancia del examen de conocimientos, pasando por la ausencia de mecanismos e instrumentos que permitan valorar la función docente, hasta la falta de transparencia en la calificación de los insumos de evaluación. Así pues, la certeza laboral de los maestros quedó en el pasado, incluso la de aquellos que a la promulgación de la LGSPD ya contaban con nombramiento definitivo, al tener que obtener un resultado favorable en esta defectuosa evaluación para ratificar su continuidad en el trabajo.
A pesar de que la Reforma Educativa, como fue señalado por muchos, representó un proceso de afectación de los derechos laborales y profesionales de los maestros y por ende sería contraria a los objetivos del SNTE marcados en su Estatuto, el sindicato fungió como promotor de esta iniciativa, tal como lo comprueba que de 2013 a 2016 recibió de la Secretaría de Educación Pública (SEP) 650 millones de pesos para el programa Acciones de Difusión sobre los Beneficios y Compromisos de la Reforma Educativa y la LGSPD. De este modo, el SNTE no sólo dejó pasar las reformas constitucionales y sus leyes secundarias, sino que las promovió precisamente entre los futuros afectados, quienes perdieron estabilidad laboral y sufrieron, como preámbulo a estos cambios, una campaña de estigmatización como responsables de la falta de rumbo educativo del país.
El noveno objetivo del SNTE marcado en su Estatuto es “promover la revisión periódica de las condiciones de trabajo, formación, actualización, capacitación y superación profesional, evaluación y estímulos al servicio de los trabajadores de la educación”. Quizá éste sea uno de los fines más descuidados por parte de la administración de Juan Díaz. En cuanto a las condiciones de trabajo de los docentes, según el estudio Infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo educativo en las escuelas primarias. ECEA 2014 (INEE, 2016), ni siquiera la mitad de los centros escolares del país cuentan con los servicios básicos de agua, luz y drenaje (45%) y tres de cada 10 planteles no dispone de tazas sanitarias suficientes para sus alumnos. Evidentemente, el SNTE no ha hecho lo suficiente para exigir condiciones de trabajo dignas para los profesores. En el tema de los incentivos, además, se permitió el cambio de estímulos salariales permanentes para los docentes por estímulos temporales, al desechar el Programa Nacional de Carrera Magisterial y adoptar el Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica.
A pesar de ser una de las labores básicas del SNTE, durante el periodo de Juan Díaz de la Torre al frente de la organización se han permitido acciones que han afectado la formación y actualización profesional de los docentes. Como muestra, los golpes que ha recibido la Educación Normal en nuestro país: del ciclo escolar 2012-2013, cuando Díaz toma el poder del SNTE, al ciclo escolar 2016-2017 la matrícula normalista ha tenido una disminución de 37,259 alumnos (28.5% con respecto al inicio del periodo señalado). A estas cifras se suma la desaparición de 29 Escuelas Normales en el lapso mencionado. En cuanto a la formación continua de los profesores, el presupuesto recibido por el Sistema Nacional de Formación Continua representó, para 2013, el año inicial de la gestión de Díaz, un raquítico promedio de 363.91 pesos para cada maestro.
En el documento La Educación Obligatoria en México. Informe 2017 (INEE, 2017) se deja entrever una evidente simulación de los procesos de tutoría para los profesores de nuevo ingreso, pues cerca de la mitad de los tutorados (44.6%) del ciclo escolar 2015-2016 no tuvo al menos una sesión de tutoría, mientras que ni siquiera un tercio de los tutores del ciclo escolar 2014-2015 recibieron incentivos económicos por haber desempeñado su función. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), considerando las situaciones anteriores, reconoce las “desfavorables condiciones materiales y de infraestructura, servicios y recursos humanos para los dispositivos de formación” (2015, p.119) de los docentes. En suma, se observa que los esfuerzos del SNTE por generar condiciones de formación y actualización efectivas para los docentes han sido estériles.
En conclusión, la primera gestión de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE, a la luz de los propios fines marcados en el Estatuto de esta organización, demuestra fallas severas. Las condiciones laborales, sociales, económicas y profesionales de sus agremiados, lejos de mejorar, han tenido estancamientos y retrocesos importantes. A lo largo de los cuatro años del mandato de Díaz, se han suscitado diversos hechos que han vulnerado no sólo al magisterio, sino a la calidad misma del servicio educativo, la cual es también objeto de defensa de la organización. Es inexplicable que el sindicato haya promovido una reforma constitucional que perjudicó precisamente a sus afiliados para someterlos a condiciones de contratación, permanencia y reconocimiento más duras a cambio de su linchamiento mediático, la precarización de su sueldo y la pérdida de derechos laborales. Es inentendible que el sindicato permita que, simultáneamente, el gobierno atente contra las instituciones de formación y capacitación de los docentes, pero a la vez les exija que se sometan a una evaluación poco transparente y mal diseñada para, supuestamente, determinar su aptitud en la función. Así pues, retomando los calificativos de la evaluación que el SNTE promocionó en conjunto con la SEP y considerando los hechos que en este escrito se han enunciado, se pudiera decir que la labor de Díaz de la Torre al frente del SNTE no se acerca, ni remotamente, a la idoneidad.
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter: @proferoger85
REFERENCIAS
ANIMAL POLÍTICO. La SEP ha entregado 1,730 mdp al SNTE en tres años; 650 para difundir la reforma educativa.Disponible en: https://www.animalpolitico.com/2017/05/sep-millones-snte/ (accesado el 18 de febrero de 2018).
INEE. Infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo educativo en las escuelas primarias. ECEA 2014. México: autor, 2016.
INEE. La Educación Obligatoria en México. Informe 2017. México: autor, 2017.
SEP. Sistema de Información Básica de la Educación Normal. (Disponible en: www.siben.sep.gob.mx).
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SNTE. Estatuto. México: Autor, 2013.