El manejo sustentable de los recursos naturales no se puede abordar solamente desde la perspectiva académica y científica, también es necesario involucrar a la sociedad, sostuvo Ana Isabel Suárez Guerrero, académica de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), en la conferencia “Ecología productiva en la zona rural y urbana en el bosque mesófilo de montaña”, donde presentó parte de las investigaciones que ha realizado a lo largo de su carrera profesional, el jueves 12 de diciembre en el auditorio de la Facultad de Biología.
La conferencia tuvo lugar en el marco del Foro para Académicos de la Facultad de Biología, que se desarrolla con el propósito de que entre pares compartan las investigaciones que desarrollan, así como ampliar las posibilidades de realización de tesis y trabajo social a los propios universitarios.
En su opinión, la solución para revertir los daños a ecosistemas no es ambiental, sino social: “Por ejemplo, si nosotros reforestamos pero los pobladores de ese lugar dejan entrar a los chivos, no sirve de nada. Si uno lo hace con los ojos cerrados sin considerar a los dueños de los predios, no sirve de nada”.
Por otro lado, para la académica e investigadora, el enfoque de socio-ecosistema no nada más es considerar al ecosistema con población, sino la interacción que hay entre ambos.
La académica compartió el interés que, desde que se sumergió en el estudio de la ecología, tuvo por el bosque mesófilo de montaña, así como algunas de las investigaciones e intervenciones que ha realizado en las zonas rural y urbana de la entidad.
Detalló estudios como el realizado en alrededor de 10 especies de encinos (estos árboles representan la mitad de la biomasa del bosque mesófilo de niebla) desde los puntos de vista ecosistémico y de gestión para el manejo sustentable en Coyopolan.
Abundó que en la comunidad de Coyopolan, junto con un grupo de universitarios, realizaron un diagnóstico de la biodiversidad en los fragmentos de bosque, en el potrero y algunas plantaciones. Además han estudiado el manejo de especies leñosas nativas, así como el consumo y la disponibilidad de la misma en sus alrededores.
Entre los resultados obtenidos en la utilización de leña, precisó que en Coyopolan hay disponibilidad para tres años, y en las comunidades de Tlachi y Atecaxi para dos; sin embargo “vamos año con año y el entorno no se ve tan dañado, lo que quiere decir que ahora la traen de otro lado”.
Agregó que en estas comunidades han implementado plantaciones dendroenergéticas (cultivos forestales, no excluyentes de los tradicionales, y que tienen como objetivo producir calor, electricidad y biocombustibles).
También expresó puntos de vista y opiniones que ha consolidado en las tres décadas que tiene como profesora de la Facultad: “Lo que a los biólogos nos ha faltado, en estos 30 años, es el asunto de la gestión. No sólo se trata de hacer estudios maravillosos desde la perspectiva ecológica, la parte que sigue no hay quién la aborde”.
La coordinadora del evento, Elvira Morgado, informó que este ejercicio académico inició el 31 de octubre y a la fecha se han desarrollado cuatro sesiones. La próxima será el 10 de enero de 2014, a cargo del académico Armando Lozada con el tema “Experiencias en la formación interdisciplinar en la Facultad de Biología”.