Lourdes González
¿Qué valorar para elegir colegio? Para matricularse como estudiante en un centro educativo en particular, es necesario informarse en torno al plazo, procedimiento y criterios para la admisión, el nivel de cumplimiento de normativas del centro, el enfoque educativo, las expectativas que se plantean a los estudiantes durante la formación y al egreso, entre otros. Pero es importante que tu escuela sea mejor, porque tú participas en ella, así lo dijo en entrevista, Miguel Ángel Santos Guerra (González, 2019).
La educación supone responder a las necesidades y perspectivas de los estudiantes, de la sociedad y de los profesionales de la educación. Así, que los responsables de comunicar a los candidatos interesados en recibir los servicios educativos que ofrecen los centros educativos en sus diferentes niveles, brindan explicaciones y evidencias en torno a temas como el éxito académico, el perfil del personal, los horarios de servicios, los precios por matrícula, los servicios adicionales que se brindan a los usuarios, los cupos, el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) que representa la incorporación y reconocimiento de que los servicios educativos, los planes y los programas son autorizados por la autoridad educativa.
Al respecto, el libro hacer visible lo cotidiano, de autoría de Miguel Ángel Santos Guerra, señala la preocupación de reducir la valoración de un centro, a dar cuenta de la cobertura de los servicios y resultados académicos de los alumnos, o el número de interesados que solicitan citas e informes para ingresar, o la cantidad de alumnos que publican en revistas arbitradas, como las principales forma de medir y socializar el éxito.
Sería deseable analizar e incluir en qué condiciones se han realizado los logros, y ¿Qué evaluación y evidencias se tienen de los efectos secundarios que se cultivan? ¿Qué avances se tienen en torno a reducir los efectos secundarios negativos? y evitar reducir todo a una memoria de logros de los profesores y los centros, pero ¿Y las memorias de los estudiantes? Tomando en cuenta que es frecuente la valoración que hace un centro de su funcionamiento (Santos, 2010).
De igual manera, los profesionales de la educación, proponiéndoselo o no, brindan a los estudiantes modelos a seguir, durante la etapa formativa de las lecciones y que sería deseable, incluir el aprecio, el buen trato, acordar a dónde se quiere ir, a quien se quiere beneficiar, frecuente corroboración diagnóstica, porque no solo se trata de acelerar el paso y la urgencia de dar muestra de actividad. Es conveniente, preparar al talento humano para que el término éxito académico incluya la ética, el tiempo para convivencia y evaluación familiar, bienestar personal y mejoras a las estructuras sociales, es decir que sea un medio para mejorar a la sociedad, porque tendría limitaciones censurables que el logro académico se refiera a dar evidencia de conocimiento al servicio de la ciencia.
Al respecto, el filósofo, José Antonio Marina, señala que en la sociedad del conocimiento, la ciencia y la tecnología forman parte e impactan en ámbitos como la salud, la economía, la cultura de las naciones y visto así, quien la maneja es el talento humano y justamente por ello, en la escuela tiene que favorecer a que el talento humano contribuya a la mejora de la sociedad, a través de la formación de ciudadanos críticos, responsables y honrados.
Stake (2004) en torno a los instrumentos de evaluación, hace referencia de que son insuficientes para abarcar la valoración de toda la complejidad que rodea al contexto que acompaña la lección y por ello, subraya la necesidad de seguir refinando y rediseñando los mismos, para de tener mejores medidas objetivas de lo alcanzado.
Cada ciudadano tiene que plantearse estas cuestiones y, más intensamente, cada profesional que colabora en una institución educativa. Conforme a lo anterior es deseable, evaluar las prácticas, formular preguntas nuevas, pero si existe una férrea resistencia y bloqueos, es probable que la rutina y los intereses personales dominan y será difícil implementar nuevas acciones y generar mejoras.
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González, L. (2 de septiembre de 2019). Que tu escuela sea mejor porque tú trabajas en ella. Entrevista con Miguel Ángel Santos Guerra. Educación Futura, p. 1. Recuperado de http://www.educacionfutura.org/que-tu-escuela-sea-mejor-porque-tu-trabajas-en-ella-entrevista-con-miguel-angel-santos-guerra/?fbclid=IwAR0bxGx3aZOwGxXdXtu-xaxqNilRir-BWcTa6vh4We_L9CItHsDs-7vJ8W0
Santos, M. (1990). Hacer visible lo cotidiano. Teoría y práctica de la evaluación cualitativa de los centros. Madrid: Akal
Santos, M. (2006). La escuela que aprende. Madrid: Morata
Santos, M. (2010). Una pretensión problemática: educar para los valores y preparar para la vida. Revista de educación, 351, 23-47.
Stake, R. (2004). Evaluación comprensiva y evaluación basada en estándares. Barcelona: Graó