El abandono escolar en la Educación Media Superior es un problema complejo que requiere, en primer lugar, del reconocimiento de que una buena parte del problema radica en la misma escuela y de que muchos directivos y maestros no están lo suficientemente capacitados para detectar a los jóvenes en situación de riesgo de abandono escolar, dijo Rodolfo Tuirán, subsecretario del ramo de la SEP.
De cada mil niños o jóvenes que ingresan a la primaria, prácticamente todos la terminan, pero solo 490 continúan exitosamente la secundaria y apenas 210 terminan la preparatoria o el bachillerato, dijo.
Lo grave, subrayó, es que el 80% de los alumnos que interrumpieron sus estudios no contactó con la escuela ni la institución tuvo la capacidad o el interés de entrar en contacto con ellos.
En la conferencia inaugural del Seminario “La desafiliación escolar y la formación por competencias en el Colegio de Bachilleres” –presentado por su directora general Sylvia Ortega–, el subsecretario señaló que el abandono es un fenómeno muy difícil de confrontar y refirió que en 22 años el país solo la pudo abatir en un 4%: del 19% al 15%. En la actualidad la media nacional de abandono en ese nivel educativo es del 13.4%.
Sin embargo, precisó Tuirán, en el Colegio de Bachilleres la tendencia ha sido contraria: el abandono ha crecido al 23.6%.
El ColBach es la institución más grande en el Distrito Federal, con mas de cien mil estudiantes, es decir, una matricula equivalente a cerca del 4% de la matricula total del país en ese nivel educativo, pero con bajas tasas de eficiencia terminal y elevadas tasas de abandono: seis de cada 10 estudiantes abandonan el colegio en el primer año.
¿Qué hacer?
Rodolfo Tuirán dijo que lo urgente es poner atención en el primero y segundo semestres de estudios por la probabilidad muy alta de abandono.
“Debemos facilitar la transición entre la secundaria y la media superior, mediante procesos amigables, en los que las instituciones reciban a sus nuevos estudiantes de manera que les ayuden a sentirse confortables; difícilmente vamos a abatir el abandono si no asumimos que buena parte de esos estudiantes tienen problemas de regularización o de rezago y que hay que desarrollar programas que los acompañen a los largo de su formación educativa”, subrayó.
Si no tienen esos apoyos, abundó, muchos de ellos se quedaran en el camino y “será responsabilidad sobre todo de la institución que los recibe”. Las causas del abandono son complejas; son económicas, personales, familiares o escolares, dijo.
Tuirán identificó algunas de las causas del abandono:
Económicas:
• Bajos ingresos familiares.
Personales y familiares:
• Baja escolaridad de los padres
• Experiencia de hermanos que abandonan sus estudios.
Escolares:
• Baja promedio de calificaciones en secundaria
Y como factores de riesgo a nivel nacional:
• Embarazo adolescente (la probabilidad de abandono por esta causa ha crecido en 370%).
• Expulsado por indisciplina (crecimiento de 330% como causa).
• Haber reprobado alguna vez (crecimiento de 150% como causa).
• Inasistencia.
• Baja escolaridad de la madre.
• Bajos ingresos.
La mayor parte de los jóvenes abandonan la escuela sobre todo por inasistencia, reprobación y no reinscripción al semestre siguiente, afirmó.
Tuirán mencionó tres premisas para combatir el abandono escolar:
• El abandono no es un hecho inevitable
• Se puede y se debe hacer algo para prevenirlo
• Diversas causas operan en el ámbito escolar.
“El abandono es producto de múltiples causas algunas de ellas ancladas en la propia escuela”, dijo.
Propuso un movimiento contra el abandono escolar que incluya:
a. Utilización de la caja de herramientas en los planteles de Educación Media Superior..
b. Comunicacion con los padres.
c. Capacitación a directores.
d. Tutorías.
e. Asignación de becas contra el abandono.
Dijo que es un mérito de los planteles del Colbach el que estén “activamente gestionando becas contra el abandono dirigidas a los jóvenes en situación de riesgo de abandono. Es nuestro deber desarrollar las alertas tempranas para saber cuándo un joven está en situación de abandono y actuar”.
El abandono es un fenómeno complejo, pone en riesgo las trayectorias de vida y escolares de los jóvenes y por eso es importante que la institución desarrolle capacidades con la intervención de directivos y maestros, abundó.
“El abandono escolar no es un asunto que vayamos a resolver de la noche a la mañana”, dijo Tuirán.