Son pocas las instituciones en nuestro país que tienen competencia y capacidad en el campo de la formación docente, las Escuelas Normales junto con el sistema de Unidades de la UPN son las instancias que tienen una trayectoria más larga no siempre bien sistematizada y con algunas fortalezas en dicho campo, de lo que conocemos como el campo de la formación docente. Dentro de dicho campo destaco tres grandes perspectivas o tres tipos de racionalidades que sirven como marcos generales de referencia para la formación. Dichas perspectivas son las siguientes:
- La racionalidad técnica.
- La racionalidad práctica.
- La racionalidad crítica y reflexiva.
De igual manera a lo largo de la historia de nuestro país, se han podido distinguir algunos modelos de formación, los cuales han cambiado de acuerdo al contexto histórico dentro del cual se han desarrollado. De esta manera a todo lo largo del siglo XX se presentaron una serie de modelos de formación los cuales (en mayor o menor medida) contribuyeron al desarrollo de distintos estilos de práctica docente en contexto, junto con clarificar una serie de habilidades en la acción como parte de los componentes centrales de la formación.
Hoy el debate acerca de la construcción de un nuevo modelo de formación gira en torno a algunos elementos que vienen del pasado junto con elementos nuevos (inéditos algunos de ellos) que han emergido en el presente. El actual debate sobre la conformación de un nuevo modelo de formación docente pasa por responder a los siguientes interrogantes: ¿Qué tipo de ciudadano se pretende formar en estos tiempos que corren de cara al tercer milenio? ¿Qué tipo de docentes se requieren para desplegar un proyecto ambicioso que garantice la formación de los ciudadanos del siglo XXI? ¿Cómo articular de manera novedosa y creativa las ideas pedagógicas junto con la sistematización de prácticas exitosas en la perspectiva de un nuevo concepto de formación docente?
El actual debate se entrelaza con el enfoque de competencias profesionales, junto con el desarrollo de habilidades básicas y especializadas para la docencia y con el rescate de lo más valioso del vocacionismo en la formación de docentes a partir de mirar y rescatar el legado de la historia.
El gobierno de López Obrador desde el primer día en el momento en el acto de su toma de posesión (incluso desde mucho antes), tiene muy claro todo lo que debemos de desprendernos de la herencia del gobierno anterior, sin embrago no ha sido del todo claro todo lo que se deberá hacerse para construir una propuesta alternativa.
Me parece que la propuesta fundamental para construir un nuevo modelo de formación docente está por construirse. Se requiere en primer término, tener claro la propuesta de un modelo para la formación docente que amalgame, la herencia valiosa del pasado, las nuevas tendencias o las nuevas ideas en el campo de la formación; junto con el factor disposicional de los sujetos. La evaluación del desempeño docente, como persecución basada en la desconfianza y las formas técnicas de proceder no operan en nuestro entorno. Se trata de que aprendamos a formar para el futuro sabiendo mirar la herencia del pasado y aprovechando a los actores centrales de la tarea de educar: los y las educadores de México.