La evaluación de la educación en México aún tiene muchas áreas de oportunidad, tanto para mejorar estos instrumentos de diagnóstico como para optimizar las políticas públicas con la información obtenida de dichas evaluaciones, recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su estudio Revisiones de la evaluación en educación.
Una de estas áreas de mejora está en el Examen para la Calidad y el Logro Educativo (EXCALE), la cual es diseñada, aplicada y calificada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), y se aplica desde el 2005 de manera muestral en tercero de preescolar, tercero y sexto de primaria, tercero de secundaria y; tercero de bachillerato.
“El conjunto actual de evaluaciones es anterior a la última reforma del currículum (Reforma Integral para la Educación Básica, RIEB) por lo que uno de los retos clave es asegurar que EXCALE refleje correctamente los nuevos resultados de aprendizaje esperado y los estándares curriculares”, señaló la OCDE.
“Los reactivos de la prueba EXCALE actual no están adaptados de forma adecuada a un currículum enfocado al desarrollo de competencias”. Aunado a ello, “existe una gama de cuestiones de equidad cultural y lingüística en torno al EXCALE que es necesario considerar. Actualmente el EXCALE se aplica únicamente en español, aunque se encuentran en curso los trabajos para traducir las evaluaciones a las diferentes lenguas indígenas”, se señala en las Revisiones de la evaluación en educación en México.
Pero no sólo es EXCALE, de acuerdo con el CONEVAL, “aún cuando alrededor de 70 por ciento de los proveedores de programas de la SEP solicitan evaluaciones de impacto, estas se llevan a cabo sólo en una pequeña proporción debido a una serie de limitaciones financieras y de viabilidad. En primer lugar, un programa puede no ser evaluado porque no hay recursos suficientes para llevar a cabo evaluaciones exhaustivas para cada uno de ellos”, advirtió la OCDE.
“En segundo lugar, los programas anteriores a la legislación vigente y a la creación del CONEVAL a menudo carecen de un componente de evaluación en su concepto y diseño original. Cuando la evaluación no se ha integrado en el programa desde el principio, resulta difícil desarrollar un modelo de evaluación posterior” considera el estudio Revisiones de la evaluación en educación en México.
Hay poca información sobre ambientes de aprendizaje
Este estudio donde participaron 14 países miembros de la OCDE, revela que en nuestro país “no hay mucha información disponible sobre los aspectos generales de la calidad de la educación, tales como las actitudes de los alumnos, su motivación y bienestar general, y el entorno global de la enseñanza-aprendizaje en las escuelas. Dichos factores son importantes ya que el ambiente de aprendizaje puede influir en el desempeño y progreso de los alumnos”, explicó este Organismo Internacional que agrupa a más de una treintena de naciones.
Sobre este tema, aunque la OCDE reconoció el trabajo que ha desarrollado el INEE a través de los cuestionarios de estudios sobre las condiciones para la prestación de servicios educativos; señaló que “en México, no se cuenta con una compilación a gran escala de las percepciones de los alumnos, padres de familia o maestros a través de encuestas organizadas centralmente”.
No se mide de manera adecuada el contexto socioeconómico de la escuela
“Otro vacío de información se refiere a la valoración del contexto socioeconómico de la escuela. Al informar los resultados de las evaluaciones nacionales, se ha tratado de contextualizar los resultados escolares mediante el establecimiento de una clasificación de las escuelas en “zonas”, de acuerdo con una serie de indicadores (ubicación urbana o rural, educación primaria o secundaria, educación indígena o general, telesecundaria, escuela general o técnica y el nivel de marginación del área donde se localiza la escuela). Sin embargo, tales indicadores basados en zonas quizá no reflejen la composición real de los alumnos de una escuela determinada”, considera el estudio Revisiones de la evaluación en educación en México.
Las consideraciones anteriores se basan en un estudio australiano que “sostiene que el uso de una evaluación basada en áreas de desarrollo socioeconómico para estimar la situación socioeconómica de un individuo está sujeto a: un considerable error de clasificación, sobre todo en las regiones y zonas rurales; no es rentable; a menudo se basa en información desactualizada; socava conclusiones sobre diferencias entre el sistema y con el tiempo, en la importancia de la situación socioeconómica en los resultados educativos; no puede utilizarse para categorizar a cada alumno desfavorecido socioeconómicamente, al informar los resultados de aprendizaje; y no permite el análisis que ‘controle’ las diferencias entre los grupos de alumnos, por ejemplo, los estudiantes indígenas y no indígenas, dentro de una escuela”, destacó este Organismo Internacional.