El tema de la evaluación docente y educativa es un punto muy frágil que requiere un profundo análisis, señaló Carlos Cullen, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Durante el inicio de la Cátedra Pablo Latapí Sarre, impartida en la Universidad Iberoamericana, en la ciudad de México, el académico reconoció que es preocupante ver que esta temática es parte de las estrategias que vienen de los círculos de poder político y es usado para establecer simulaciones internacionales y ocupar un puesto en los rankings mundiales que miden la “calidad educativa”.
Debemos discutir seriamente sobre lo que entendemos como “calidad en la educación”. Es más complejo de lo que parece, indicó.
Argumentó que no puede ser igual la calidad de la educación en un país que no tiene hambre, que en uno donde existe un gran número de personas que apenas sobrevive con un poco de recursos.
“Es mucho más difícil tener mayor calidad educativa en un país donde las condiciones son muy precarias. Debemos saber cuáles son los parámetros usar para que una escuela tenga mejor nivel que otra. Debe existir una fuerte discusión y análisis al respeto”, puntualizó.
“Detrás de todas estas reformas educativas que han surgido en los diversos países latinoamericanos, hay paradigmas internacionales que quieren establecer un posicionamiento que genere mayores niveles de estatus que están apegados a los incentivos económicos”.
Agregó que debemos poner atención a un fenómeno curioso sobre las diversas reformas a dos rubros fundamentales en las sociedades del continente americano: el tema educativo y de salud pública. Estos representan dos elementos de mayor poder político, los cuales, requieren de un gran análisis social y discusión profunda de estas modificaciones.
Sobre lo educativo, explicó que las reformas a las escuelas normales es un elemento muy importante dentro de las mejoras a la enseñanza pública, pues representan la cuna de los profesionales que formarán a las nuevas generaciones de ciudadanos.
Por otro lado, señaló que al hablar de la investigación y discusión educativa en América Latina nos pone ante una situación variada, compleja y dinámica.
“Las políticas educativas en los diversos países del continente tienen formulaciones distintas; momentos históricos diversos y conflictos específicos, sobre todo en relación al rol del Estado, la organización política del magisterio y a la incidencia en la formación de los pedagogos y de los docentes, en las formas institucionales, en los currículos y en el trabajo en el aula. Todo esto afecta la investigación educativa.”
Sin embargo, el investigador señaló que actualmente la escuela se encarga de enseñar a usar bien la razón, la libertad y de ser buenos ciudadanos.
“La educación no se ve ni se toca, pero pesa y está dependiendo de los diversos contextos”, finalizó.