La evaluación docente en México hasta ahora parece ser proceso de juzgar quien es “idóneo” y quien no, mediante exámenes. De acuerdo, un examen puede servir para evaluar la preparación de los graduados normalistas y universitarios para asumir responsabilidades de maestros novatos e indicarnos como mejorar la formación de futuras generaciones de estudiantes de pedagogía. Pero un examen no basta para la evaluación de maestros en ejercicio. Como si pasar un examen fuera todo lo necesario para un buen desempeño en un aula de clases, cara a cara con estudiantes diversos y necesitados. Los buenos maestros no nacen. Son el resultado de un proceso de aprendizaje y reflexión sobre la práctica docente. Frecuentemente una persona que ha experimentado dificultades para aprender puede ayudar mejor a los alumnos que aprenden con dificultad.
Como alternativa a la evaluación como juicio, veamos mejor la evaluación docente como proceso de formación y capacitación con la finalidad de acompañar a todos los docentes en su camino hacia la idoneidad, conceptualizando a los maestros como eternos educandos. Como miembro del Consejo, se presume que Eduardo Backhoff expresa la posición del INEE al afirmar, “La reforma educativa centra su atención principalmente en un componente esencial del sistema educativo: la profesionalización de los docentes. La premisa inicial es que no es posible tener buenos resultados educativos si no se cuenta con maestros bien formados.” Si a los maestros mexicanos se les demostrara claramente que la evaluación ha sido concebida como un proceso que los apoye y acompañe para ser profesionales cada vez mejores, seguramente habría menos desconfianza de parte del magisterio hacia la evaluación.
Pongamos, entonces, más atención en los procesos dinámicos de capacitación a través del tiempo, y menos énfasis en juzgar a los profesores para determinar quien, en un momento determinado, puede considerarse docente idóneo. Puede que los Consejeros del INEE apoyen esta noción, pero sólo se les ha encargado la tarea de juzgar. Para capacitar, la SEP tiene que poner de su parte, empezando con dinero y seguido, el buen tino para invertir los recursos en procesos eficaces que redunden en mayor aprendizaje.
Para la capacitación de los maestros durante el pasado año escolar hubo una inversión de sólo 364 pesos por docente en primaria. “Es mucho menor al que se consideraría necesario, además de que esa formación se proporciona en condiciones inadecuadas.”, dijo Sylvia Schmelkes, Consejera Presidente del INEE. Presupuestaron 10 mil pesos por maestro en secundaria y bachillerato para capacitación profesional. Donde se ahorra en este nivel es en contratar a más del 70% de los maestros por horas. Eso dificulta su participación en talleres, simposios, y trabajos colegiados con los demás docentes en su centro educativo. Invertir en la preparación profesional implica contratarlos por tiempo completo y/o darles tiempo pagado para la capacitación y para trabajar juntos en proyectos y programas de la escuela. ¿Considerando los ahorros que implican la contratación por horas, es razonable diez mil pesos anuales por maestro para su capacitación?
Una Reforma Educativa que apuesta por la profesionalización de los docentes juzgándolos sin invertir adecuadamente en su capacitación profesional está destinado al fracaso, como sea la manera de medir resultados. Una mejor apuesta seria conceptualizar al docente moderno también como un educando, con el compromiso de ser ejemplo para sus estudiantes, proyectando y modelando valores y actitudes de personas que siguen aprendiendo durante toda la vida.
Entendemos que la capacitación de los maestros no dará frutos inmediatos. No será inversión visible hasta dentro de algunos años, y sólo los políticos visionarios pueden estar dispuestos a destinar recursos con resultados invisibles a corto plazo. Hemos aquí la contradicción fundamental de la Reforma Educativa. Sin reconocer que existe disonancia entre la meta (mayor aprendizaje de los estudiantes mexicanos) y las estrategias y recursos desplegados para lograrla, no habrá remedio que supere tamaña contradicción.
Twitter: @ejspin
Doctor en Liderazgo Educativo por la Universidad de Alabama. Profesor y Director de distintos colegios en América Latina.