Julio Mendoza Mendoza, estudiante de doctorado del Centro de Investigación en Computación (CIC) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), patentó la aplicación para drones “Aerotorso”, la cual consiste en una estructura voladora con brazos y manos mecánicas que pueden manipularse desde tierra.
A través de un comunicado de prensa, el Politécnico explicó que podría utilizarse como robot de entretenimiento, cirujano remoto o hasta grúa de construcción flotante.
El “Aerotorso”, señaló, se compone de cinco drones, uno de mayor tamaño que es el eje central de todo el movimiento y dos en cada “Aerobrazo”, lo que permite emular los movimientos naturales de las extremidades humanas, las cuales cuentan con su propia mano o garra, de acuerdo con la tarea que tengan asignada.
Mendoza detalló que una vez generado el prototipo del “Aerotorso”, quiere vender su patente a 3D Robotics, una de las compañías más grandes de fabricación de drones de Estados Unidos.
Sin embargo, la historia del “Aerobrazo” es diferente, puesto que este desarrollo es open hardware, lo que posibilita que cualquier grupo experimental en el mundo trabaje con esa tecnología y la modifique a su gusto, lo anterior con el propósito de generar más líneas de investigación al respecto.
La siguiente meta, puntualizó, será publicar artículos científicos en revistas especializadas, que aunados a los coloquios respalden la investigación y den pie a la fabricación del prototipo.
La clave de la investigación del “Aerotorso” radica en una serie de rodamientos que permiten acoplar el movimiento flexible de los brazos aéreos con el cuerpo entero. Parte del proyecto es intercambiar las hélices de los drones por turbinas, lo que brindaría una mayor capacidad para levantar objetos pesados mientras vuela, concluyó el estudiante politécnico.