Por: Erick Juárez Pineda*
Si no se corrige el rumbo del Presupuesto asignado para las Escuelas Normales en 2020, a cada alumno le correspondería una asignación de gasto de 3445 pesos al año.
En 2019, el Presupuesto de Egresos de la Federación asignó a la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), organismo encargado de las Escuelas Normales Públicas del País, un presupuesto de 447 millones 539 mil 234 pesos. Si tomamos en cuenta que, según el Sistema Interactivo de Consulta de Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública, existe una matrícula de 77 mil 932 alumnos en las Escuelas Normales Públicas en México, a cada estudiante se le asignó un gasto de 5,742 pesos al año.
En contraste, durante el mismo periodo, a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), se le dio un presupuesto de 858 millones 314 mil 910 pesos. Con una matrícula de 67 mil 300 alumnos, el gasto correspondiente a cada uno es de 12 mil 753 pesos anualmente, es decir, más de dos veces que a un estudiante Normalista.
Esto, evidentemente, contradice el discurso de fortalecimiento de las Escuelas Normales Públicas impulsado desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues una reducción tan drástica en el presupuesto, atenta contra las funciones básicas de las mismas.
Recientemente, la Junta de Coordinación Nacional del Mecanismo de Autoridades de Educación Normal que integran las 32 Entidades Federativas y que representan a las 265 Escuelas Normales del País, manifestaron su preocupación ante el presupuesto mas bajo asignado en la historia de la DGESPE.
Bajo esta misma línea, los Delegados del Congreso Nacional Para el Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales Públicas advirtieron que más de 82 mil estudiantes y 12 mil maestros de 263 Escuelas Normales Públicas del País se quedarán sin reforma curricular y nuevos planes y programas de estudio; estarán al borde del colapso en sus funciones sustantivas y habrá una parálisis en la profesionalización de su planta docente si el Ejecutivo Federal y la Cámara de Diputados no destinan mayor presupuesto federal. (Educación Futura. Septiembre del 2019)
Pero no solo el abandono es económico, también lo hay en materia legislativa. La recién aprobada Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros menciona que para el fortalecimiento a las Normales, UPN y CAM, se asignarán plazas a los egresados de estas instituciones; sin embargo, no da un mínimo panorama de un programa real de fortalecimiento que venga desde sus raíces y que ataque los principales obstáculos que enfrentan.
Legalmente, es necesario que la propuesta pendiente sobre la Ley General de Educación Superior retome y fundamente una estructura viable y contextualizada para su fortalecimiento.
Desde su heroica concepción y vocación de servicio, nuestras Escuelas Normales públicas -al igual que todas las escuelas formadoras de docentes-, merecen el mayor de los respaldos gubernamentales y sociales, pues desde ahí se comienza a forjar al ciudadano que deseamos y tanto merece nuestro país.
¡Vivan los maestros; vivan las Normales!
*Director Editorial de Educación Futura.
Agradezco a Maricela Moreno Rodríguez los datos aportados para la realización de este texto.