“Exhorto a todos los integrantes de la comunidad a trabajar en equipo por la renovación integral del Politécnico, es hora del todos ponen, para después arribar al todos ganan”, aseguró Enrique Fernández Fassnacht, Director General del IPN.
El directivo afirmó que el diálogo está abierto y hay condiciones para seguir avanzando al interior, si bien reconoció “muchas asimetrías y desigualdades en nuestra comunidad en las que debemos trabajar de inmediato, bien y rápido, en ese orden”.
Al retomar lo que definió como “el camino de la normalidad”, reconoció un aprendizaje “derivado de la llamada de atención de nuestros estudiantes”, por lo cual pidió:
“debemos enfocarnos mejor en la solución de los problemas institucionales, la lección aprendida es que debemos aplicarnos aún más en nuestra función como autoridades, así lo haremos”.
A través de un posicionamiento, Fernández Fassnacht agradeció a la comunidad politécnica por su participación para superar el reciente conflicto estudiantil: “a esos politécnicos de sangre guinda que generalmente, desde el anonimato, no dudan en tomar partido en favor de su institución”.
A las y los integrantes del XXXIV Consejo General Consultivo que se desempeñaron “como embajadores de buena voluntad y multiplicadores de un mensaje de conciliación y convivencia pacífica entre los politécnicos”.
El Director tuvo palabras de agradecimiento para el Presidente y el Secretario de Educación Pública “por su apoyo y soporte”, así como a los partidos políticos y a los legisladores que se abstuvieron de interferir en los asuntos internos del IPN.
“Mi extrañamiento a quienes ingenua y maliciosamente aprovecharon la coyuntura para desinformar, para confundir o para lucrar con el movimiento intentando desviarlo hacia objetivos no institucionales, incluidos el desconocimiento de la Asamblea General Politécnica, el descarrilamiento del Congreso Nacional Politécnico y la renuncia del Director General”.
Fernández Fassnacht aseguró que los sucesos del 2014 no fueron “cambios para que todo siguiera igual”. El Instituto ya no es el mismo, por lo que “no se deben confundir los fundamentos y valores politécnicos con los estancos y nichos de comodidad personal y grupal. Los privilegios deben acabarse porque son huellas de un pasado que lastima”.