Mucho se ha dicho y criticado acerca de la nueva propuesta curricular de AMLO, tanto por la forma cómo se ha dado a conocer, como por su contenido pedagógico. Respecto a la forma, resalta el hecho de que no ha sido la directora de desarrollo curricular, ni la subsecretaria de educación básica, ni la secretaria de educación pública quienes han presentado la propuesta; en su lugar, ha sido el director de materiales educativos de la SEP quien ha defendido la propuesta. En cuanto a su contenido, el texto es difícil de comprender por el uso de un lenguaje complejo y una terminología desconocida. Por anterior, me propongo identificar algunas de sus fuentes de inspiración.
La línea de argumentación central de la propuesta de este gobierno es el fracaso educativo mexicano, debido a la implementación de una política educativa de corte neoliberal y al uso de un modelo pedagógico basado en la Tecnología Educativa (que se fundamenta en el Conductismo). Lo anterior dio como resultado, según la SEP, un modelo educativo meritocrático, punitivo, racista, patriarcal, eurocéntrico y clasista que promueve la competencia, el individualismo, la alineación, el egoísmo, la deshumanización y el enciclopedismo. En su lugar se propone un modelo que revierta todos los males ocasionados por el modelo educativo neoliberal, que sea: decolonial, libertario, comunitario, humanista y libre de racismos y clasismos.
Algunas de las características del modelo son las siguientes: desaparecen las asignaturas, agrupándolas en cuatro campos formativos; se reagrupan los 13 grados escolares de la educación básica (uno de educación inicial, tres de preescolar, seis de primaria y tres de secundaria) en seis fases de aprendizaje; la enseñanza se centra en la comunidad/territorio (no en el estudiante), donde se ubica la escuela, y; se adopta un modelo de enseñanza centrado en diálogos y proyectos, que los estudiantes deben de realizar partiendo de la experiencia vivencial en la comunidad. En la propuesta se utilizan términos novedosos para la comunidad educativa, tales como: criticidad, justicia liberadora, didáctica de la otredad, comunidad/territorio, pedagogía trifásica, etc.
Pero ¿de dónde salen estas ideas y conceptos y quiénes las fomentan? De acuerdo con Laura Frade (https://educacion.nexos.com.mx/fases-o-grados-debate-nimio-o-profundo/) provienen de dos posibles fuentes: las Epistemologías del Sur y la CNTE. La primera propone una visión del mundo desde la óptica de los países pobres (especialmente de África y Asia) y de las comunidades marginadas y excluidas (ej.: favelas brasileñas, grupos indígenas, asentamientos de ilegales, comunidades homosexuales, etc.). Es partidaria de una “descolonización del saber” y una “ecología del saber”, y está en contra del pensamiento occidental dominante que se “separa de las realidades concretas”. Propone un pensamiento anti imperial que encuentre su lugar en una conversación más amplia y más liberadora de la humanidad. Su creador, Boaventura se Sousa Santos, ha estado involucrado en un auténtico proceso de descubrimiento del marxismo.
Por otro lado, en el texto Bases para una propuesta de educación alternativa en México, la CNTE propone: 1) construir una educación que genere una escuela comunitaria nueva, basada en los principios de una interculturalidad que permita develar la otredad y la colectividad sustantivas de la vida social del país, 2) trabajar en proyectos escolares a partir de las necesidades y problemáticas del contexto escolar comunitario, 3) responder a los intereses de las clases trabajadoras del campo y la ciudad y no a los intereses empresariales, 4) más que desarrollar contenidos por grados, retomar los contenidos universales de la formación básica e incluir contenidos complementarios de los contextos de las comunidades, 5) el docente debe mantener el control sobre los contenidos que enseña y no debe privilegiar el uso de los libros de texto ni cubrir los programas de estudio y 6) rechazar las evaluaciones estandarizadas porque fomentan la memorización, la homogenización, la clasificación y la exclusión de los estudiantes.
De lo anterior, se puede apreciar que la propuesta curricular de AMLO coincide con algunas ideas y propuestas de Las Epistemológicas del Sur y de la CNTE. Sin embargo, también es cierto que algunos partidarios de la CNTE y de AMLO la han criticado abiertamente. Cabe preguntarse ¿qué equipo de especialistas y asesores diseñaron y redactaron el documento en cuestión? Respondiendo esta pregunta, podríamos deconstruir mejor la propuesta en cuestión.