Durante la emisión inicial de los primeros Bonos de Infraestructura Educativa en la Bolsa Mexicana de Valores, el Gobierno de la República recaudó 8,581 millones de pesos, por inversiones de BBVA Bancomer y Merryl Linch, principalmente.
Esto lo señaló Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda durante la ceremonia de emisión de los Certificados de Infraestructura Educativa Nacional (CIEN) , agregó que estos bonos fueron lanzados al mercado este jueves con 42 posturas participantes como afores, banca de desarrollo y fondos de inversión.
Estos bonos tienen una vigencia de 23 años y el interés que ofrecerá con un cupón de pago fijo es de 8.0% semestral, el cual, tendrá un valor nominal de 100 pesos cada uno.
Sin embargo, estos certificados mantendrán un periodo de gracia de capital de poco más de 3 años, es decir, que durante ese tiempo no se pagarán intereses a los inversionistas.
Esta inversión, está garantizada por el Ramo 33 del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM).
Con esta primera etapa, se pretenden mejorar 16,419 escuelas del país entre 2015 y 2016; y en total, se garantiza la reestructuración de 35 mil escuelas con una recaudación esperada de 50 mil millones de pesos durante la actual administración.
En entrevista posterior a la ceremonia de salida de bonos al mercado, Fernando Aportela señaló que existirá una total transparencia del dinero recaudado.
Al respecto, Aurelio Nuño, titular de la Secretaría de Educación Pública, recordó que 11% de 260 mil escuelas del país no cuentan con baños, sin embargo, en entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, la cifra asciende hasta a 30%.
Agregó que este instrumento será en beneficio directo de millones de niños de todo el país que no cuentan con una escuela digna.
Puntualizó que el dinero recaudado será completamente transparente, y todos los ciudadanos podrán seguir cada peso que se gaste en las escuelas.
Finalmente, ambos funcionarios recalcaron que estos certificados no significan una deuda, porque están garantizando la inversión con aportaciones seguras del FAM, donde los estados aportarán al menos el 25% del total recaudado.
Recientemente el Programa de Certificados de Infraestructura Educativa Nacional recibió la máxima calificación por parte de las evaluadoras de riesgo Fitch Ratings y Standard & Poor’s (S&P).
En el lanzamiento de los certificados estuvieron presentes los gobernadores Eruviel Ávila, como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores; y Graco Ramírez, encargado del área de educación y cultura del organismo.
Bonos sí son deudas
Recientemente, en entrevista para Educación Futura, Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, catalogó de ridículo que las autoridades digan que el programa de Bonos de Infraestructura Educativa no es deuda, pues van a an a tomar dinero que no existe y que, eventualmente, se estará cubriendo con dinero de los inversionistas y del presupuesto del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) del Ramo 33.
El FAM es uno de los ocho fondos que conforman el Ramo 33, mecanismo presupuestario diseñado para transferir a los estados y municipios recursos que les permitan fortalecer su capacidad de respuesta y atender demandas de gobierno en los rubros de: educación, salud, infraestructura básica, fortalecimiento financiero y seguridad pública, programas alimenticios y de asistencia social e infraestructura educativa.
En términos de gasto, el FAM sólo representa cerca del 2% de todo el presupuesto que se ejerce del Ramo 33, porque más del 80% se la lleva el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) que paga los salarios de los maestros, señala.
La especialistas recordó que Aurelio Nuño ha dicho que lo que se hace con esta iniciativa, es traer recursos del futuro al presente. Entonces, en lugar de tardarnos 20 años en gastarlos, lo hacemos en tres años.
Si con estas declaraciones, dice, no se refiere a una especie de hipoteca donde se adelanta un capital que luego se irá pagando, no denominarlo deuda se antoja imposible por más que el dinero provenga de un fondo “seguro”.
Finalmente, señaló que esta herramienta financiera es una salida rápida e inmediata al problema de la infraestructura escolar, sin embargo, esta deuda va a trascender más allá de la gestión del actual gobierno, comprometiendo los recursos de las administraciones venideras.