En el marco de la crisis por el Coronavirus, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), publicó una serie de recomendaciones cuya finalidad es contribuir a las acciones emprendidas por las autoridades educativas del país y también a las que realizan el personal directivo y de apoyo técnico-pedagógico, las maestras y los maestros, y las madres y los padres de familia.
Con esta crisis, señalan, estamos adquiriendo nuevos aprendizajes que nos muestran el valor que tiene la educación para nuestra sociedad y regresaremos a las aulas con lecciones aprendidas: solidaridad, saberes compartidos, lejanía acompañada y afectos renovados.
Buscamos que estas sugerencias sean útiles para fortalecer la implementación de acciones que, en las condiciones actuales, preserven el derecho a la educación de las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) y salvaguarden su salud, seguridad y bienestar integral durante la emergencia. Su contenido integra y articula los análisis y aportaciones señaladas por docentes y otros actores escolares, por la SEP y las autoridades educativas de las entidades federativas, por académicos y expertos nacionales e internacionales, y por los equipos y órganos especializados que conforman Mejoredu.
Las recomendaciones son las siguientes:
I. Atender con prioridad a quienes no tienen acceso a tecnologías de la información y la comunicación (TIC) o a servicios de telecomunicación o radiodifusión en el hogar.
II. Diversificar las alternativas de educación en línea según los dispositivos disponibles en diferentes contextos y sus condiciones de uso.
III. Fortalecer una educación a distancia focalizada, dosificada y que fomente actividades lúdicas.
IV. Asegurar el aprendizaje necesario para enfrentar la emergencia en un marco de colaboración intersectorial.
V. Reconocer la creatividad de las maestras y los maestros y convocarlos como protagonistas de las estrategias educativas durante la emergencia.
VI. Promover oportunidades de formación y desarrollo profesional docente en colectivo.
VII. Propiciar que las madres y los padres de familia enseñen de acuerdo con sus posibilidades: los hogares no son escuelas, las madres y los padres de familia no son docentes.
VIII. Promover la formación cívica y ética en casa: equidad, solidaridad, convivencia, juego y desarrollo socioemocional.
IX. Garantizar la seguridad alimentaria de niñas, niños y adolescentes.
X. Prevenir el abandono escolar especialmente en los grupos en condiciones de mayor vulnerabilidad.