El pasado 26 de febrero, un día antes de iniciarse el Consejo Nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre realizaba en un hotel de Guadalajara, una reunión del Comité Ejecutivo, y casi, al mismo tiempo, fue aprehendida Elba Esther Gordillo Morales por agentes federales en el aeropuerto de Toluca. En ese instante la historia de uno de los sindicatos más fuertes del país había dado un giro. A seis meses de los hechos, Juan Díaz, nuevo líder sindical hace un recuento de lo sucedido, y al mismo tiempo, demuestra que para el SNTE, los proyectos y continuidad no deben parar.
“El SNTE tiene mucho menos dinero de lo que la gente supone. Dividir a los trabajadores no le sirve ni a los maestros ni al gobierno. Estoy construyendo un liderazgo. Aquí (en el sindicato) estamos armando una nueva historia, mi formación ha ido desde el más modesto de los puestos hasta esta gran oportunidad” menciona en entrevista para Milenio.
Al cuestionar su relación con Elba Esther Gordillo, de la Torre comentó: “Cuando fui secretario general y secretario de finanzas cumplía la encomienda que me marcaba mi cargo. Elba es parte de mi formación, pero mi relación con ella es algo muy diferente a la responsabilidad de conducir al sindicato. Debe haber un proceso legal justo. Meditaré si visito a Elba Esther en la cárcel; si la veo, le llevaré un abrazo.”
Insiste en que solo se quedará hasta el 2018, y terminando su mandato se retirará: “Soy un hombre leal y disciplinado, soy un maestro y hacer lo que hago por ellos es como hacerlo por mí mismo, conozco a mis agremiados porque soy uno de ellos y vengo de ahí. Aunque me pidan que me quede, no lo haré. Hay mucho tiempo para aterrizar proyectos a favor de México. “
Sobre el panorama educativo y su contexto político en el país, el líder sindical argumentó que lleva una relación cordial con el Gobierno Federal, con el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor y demás actores políticos involucrados en materia educativa, buscando siempre, el bienestar de los maestros y los intereses que ellos representan.
Finalmente señaló que en México hacen falta reformas políticas que ayuden a construir alumnos competitivos: “Formar alumnos pensantes es el gran desafío, solamente a los ignorantes les interesa tener jóvenes que no lo hagan. Anteponer los intereses del maestro y alumnos al mismo nivel, es elemental, pues son parte integral del proceso”