En la educación se usa el “diseño al revés”. Se empieza por visualizar la meta final y después se vuelve hacia atrás, identificando los pasos iniciales e intermedios que permitirán terminar con éxito en la meta. Con la reciente publicación de las Directrices para mejorar la formación inicial de los docentes de educación básica, el INEE da un primer paso. La meta final, por supuesto, es mejor aprendizaje de los estudiantes en México, a confirmarse con mediciones como PISA y PLANEA.
El INEE acierta en identificar el reclutamiento y la formación de futuros maestros de manera sistemática y coherente como punto de partida. Pero tomar el primer paso no es llegar a la meta. Suponiendo que se pudiera lograr todo lo planteado en las Directrices, la gran mayoría de los estudiantes de pedagogía lograrían calificarse como “idóneos” en el examen de admisión al Servicio Profesional Docente. Sin embargo, asegurar una formación de calidad de los estudiantes de pedagogía no se traducirá automáticamente en mayor aprendizaje estudiantil. ¿Cuáles serían los siguientes pasos?
Acompañamiento de maestros novatos: Los primeros años de un docente en el aula son estresantes. En su formación normalista o universitaria el maestro novato aprendió un conjunto de actitudes, destrezas y conocimientos que requieren la validación de la praxis (práctica docente con reflexión). Idealmente su primer año de docencia sería con el permanente acompañamiento de un profesor o profesora mentor, y el segundo año con visitas frecuentes a su aula y coaching por parte de un asesor técnico pedagógico. Durante estos dos años, los nuevos docentes aprenden a manejar su grupo, a tener profundo conocimiento de sus alumnos y responder acertadamente a sus diferentes necesidades. Esto requiere que el maestro domine la evaluación formativa, identificando diariamente con múltiples técnicas lo que el alumno sabe y lo que falta por aprender. Que pueda aclarar áreas de confusión y rellenar lagunas existentes. Que proceda a recetar, planear y ejecutar intervenciones efectivas para lograr el dominio de destrezas y conceptos.
Capacitación de docentes en liderazgo y trabajo en equipo para el mejoramiento del aprendizaje en cada centro educativo: Los primeros dos años de un maestro novato se dedican al perfeccionamiento de su ejercicio en el aula. Pero nuestra meta no se logra con el trabajo aislado de cada profesor. El nivel de aprendizaje estudiantil que queremos depende de una consistente experiencia de alta calidad educativa en cada grado, año con año. Asegurada su plaza definitiva, los profesores necesitan capacitarse en el trabajo en equipo junto con sus colegas en cada centro escolar, guiados por un espíritu de mejoramiento continuo, y entrenados en el uso de datos sobre el aprendizaje para guiar sus esfuerzos. El proceso “Data Wise” de la Harvard School of Education nos puede servir de ejemplo. Sus pasos (traducción propia) son:
- Adoptar el proceso de mejoramiento, asegurar el tiempo para el trabajo colegiado, fijar normas para el trabajo colaborativo, crear un inventario de datos sobre aprendizaje.
- Consolidar conocimientos de los docentes sobre las diferentes herramientas de evaluación y las destrezas que miden, como se reportan los resultados y los principios para el uso responsable de datos.
- Resumir la información. Escoger un área de enfoque, analizar los datos y encontrar la narrativa. Mostrar la información de manera clara y comprensible para que los profesores estudien los datos, saquen conclusiones e identifiquen una pregunta prioritaria.
- Llegar a un entendimiento compartido acerca de lo que muestra los datos. Identificar un problema en el aprendizaje de los alumnos.
- Observar las prácticas docentes y llegar a un entendimiento compartido del propósito de la observación de la instrucción en el proceso de mejoramiento. Identificar un problema en las prácticas docentes existentes.
- Desarrollar y escribir un plan de acción. Decidir sobre estrategias de enseñanza y ponerse de acuerdo sobre cómo se verá en las aulas al implementar el plan.
- Planear para evaluar el progreso del plan. Seleccionar evaluaciones para medir el progreso y fijar metas para el aprendizaje estudiantil.
- Implementar el plan de acción. Evaluar el aprendizaje estudiantil, ajustar el plan de acción, y celebrar éxitos.
Las investigaciones sobre mejoramiento escolar coinciden en que el éxito se alcanza fortaleciendo una comunidad profesional – un ambiente especial dentro del cual los profesores trabajan juntos para mejorar sus prácticas docentes y así, el aprendizaje de los alumnos. En México, el primer paso hacia esta meta se ha dado. Sigamos caminando.