“Vamos a entrar a una crisis financiera muy profunda” porque el tema educativo hizo que se generara un boquete a las finanzas del estado, alertó Rogelio Ortega Martínez, gobernador de Guerrero y añadió: “de verdad, la situación financiera en Guerrero es grave, a punto de decir lo declaramos en quiebra o adelantemos la toma de posesión del nuevo gobernador”.
Ortega pidió a los senadores y diputados, integrantes de la Segunda Comisión de la Permanente, durante la mesa de Análisis Intergubernamental sobre la implementación de la Reforma Educativa, que gestionen el anticipo de tres meses de participaciones federales, es decir, de enero, febrero y marzo para la asignación del techo presupuestal en plazas y programas específicos.
Durante su intervención, Ortega se pronunció por lograr acuerdos a través del diálogo y las negociaciones, sin que se violente el Estado de Derecho, pero advirtió:
“no se puede hipotecar la educación a la clientela y no se puede caer en el chantaje que afecte a la educación, solamente porque hay un colectivo y un conglomerado que quiere que las cosas sean a su modo”.
El gobernador recordó que cuando llegó a Guerrero el estado era “un volcán en erupción que rebasaba fronteras”, pero hoy es diferente, producto del diálogo con todos los actores, tolerancia extrema en condiciones de excepción.
“Si hubiera llegado a encarcelar y meter a la Marina Armada de México, al Ejército, a la Policía Federal, a la Gendarmería, a la Policía estatal y los municipales para contener la violencia simbólica, otra situación estaríamos viviendo”.
La evaluación docente en Guerrero
Según Ortega, Guerrero cumplió con la meta durante la pasada evaluación docente y estuvo por arriba de la media nacional en cuanto a participación; sin embargo, consideró que hace falta profundizar en una mayor información sobre la reforma educativa, pues los profesores guerrerenses la consideran una medida “punitiva” que amenaza su empleo y salario.
Advirtió que la incertidumbre que ello genera puede devenir “en un gran conflicto político y social”, por lo que es fundamental que este tema se atienda a través de un diálogo permanente con todos los actores involucrados, donde participen legisladores, líderes magisteriales y sociales, a fin de construir “grandes consensos” y disipar dudas; todo dentro del marco constitucional “y nada al margen del Estado de derecho”.
Dijo que Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán tienen rezagos ancestrales, pobreza y marginación, de ahí, que el tema educativo en estos estados deba tener condiciones especiales, debido a las situaciones excepcionales que prevalecen; es decir, “no se puede tratar igual a los desiguales”.
Mencionó que el magisterio honesto y comprometido con la educación no se atreverá a defender antiguos privilegios, producto de una herencia que hoy no corresponde ya con el desafío para lograr el desarrollo, equidad e igualdad en la educación.
Por su parte, las y los legisladores manifestaron sus inquietudes sobre la situación que prevalece en el estado y coincidieron en que el diálogo es la mejor forma para concretar la reforma educativa.