El retorno de los agremiados de la CNTE a sus labores abre una frágil tregua que puede durar dos años si antes no se rompe el equilibrio alcanzado. El gobierno podrá concentrarse en promover el modelo educativo y la propuesta curricular, al mismo tiempo que podrá encarar el año electoral con cierta paz política.
Para el gobierno este es un esquema político – focalizado en cuatro estados- semejante al que aplicó Chuayffet cuando en mayo de 2015 suspendió indefinidamente la evaluación para el ingreso, permanencia y promoción de los profesores, con el fin de disminuir tensiones y conflictos durante el proceso electoral. Entre muchas, una diferencia importante entre Chuayffet y Nuño es que el primero anunció abiertamente la medida y el segundo niega su existencia.
La feria de las mentiras
Entonces, miente Nuño o miente la CNTE. En ningún caso la mentira puede ser aceptada, pero sea quien sea el embustero, el ejemplo que dan a la niñez es completamente opuesto al que se espera de un educador. Si no hay acuerdos con la CNTE en cada estado, entonces los maestros fueron engañados y los dirigentes se dejaron engatusar. Eso es poco probable. Pero si hay acuerdos, entonces el secretario Nuño miente en despoblado. Eso es más que probable.
No hay suficiente información para saber el plazo de la suspensión temporal de las evaluaciones en Oaxaca, Guerrero y Michoacán. En Chiapas es hasta 2018, de modo que es posible que existan acuerdos semejantes en los otros estados. En cualquier caso todos se beneficiarán del replanteamiento de la evaluación que el INEE anunció en agosto, el cual posterga hasta 2017 las evaluaciones obligatorias, un año más de gracia para un gran número de profesores.
Por su lado, la CNTE reagrupará fuerzas y resolverá asuntos internos, con la garantía de que sus integrantes quedarán relativamente blindados de las evaluaciones y de los castigos laborales y políticos, mientras sus dirigentes –comisionados sindicales- conservan sus privilegios. Pero todo esto es de aquí a 2018. Después, ya veremos…
El contenido de los acuerdos con la CNTE
Para lograr la tregua, la SEGOB, a través del ex subsecretario Miranda, ahora recompensado como titular de SEDESOL, las autoridades políticas y educativas estatales y la CNTE (nótese que no participó directamente la SEP) adoptaron un conjunto de acuerdos, cuyo común denominador es la postergación de las evaluaciones hasta 2018 y la reparación de las consecuencias de la reforma.
Es probable que el esquema de acuerdos sea semejante entre los estados, aunque las particularidades locales pueden haber conducido a ciertas diferencias. Con base en la información de los acuerdos celebrados con la CNTE de Chiapas se puede conjeturar que, en general, los acuerdos tuvieron los siguientes componentes:
- liberación de las cuentas bancarias de las secciones sindicales;
- bilateralidad de comisiones mixtas;
- pago a comisionados sindicales;
- pago a profesores interinos, en ambos casos con cargo al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE);
- plazas a normalistas con base en el examen de ingreso y, de no aprobarlo, otorgamiento de becas de 7 mil pesos mensuales para que se preparen hasta que aprueben el examen;
- aportaciones de recursos para escuelas;
- intermediación con el SNTE para convocatorias a elecciones de comités seccionales;
- conciliación de plazas de maestros; e
- limpieza de expedientes jurídicos, eliminación de órdenes de aprehensión y actas administrativas.
Cada uno de estos acuerdos tiene relevantes consecuencias políticas, sindicales, laborales y financieras. Una colaboración futura deberá adentrarse en estos aspectos.
Secretismo e irresponsabilidad políticas
Este resultado tiene diversas aristas y no es sencillo comprenderlo, sobre todo por el secretismo de los acuerdos, la oscura vida interna de la CNTE y la falta de información sobre las pugnas entre la SEP y la SEGOB. Lo que es seguro es el repliegue de la CNTE es producto de negociaciones ocultas, algunas federales y otras estatales, de muchas mentiras por parte del gobierno y de la CNTE, y de bravuconadas de ambos bandos que, no por serlo, dejan de ser riesgosas.
Lo más probable es que Nuño siga negando la existencia de los acuerdos y su protección será que la SEP no intervino en la confección de los acuerdos y que no hay documentos firmados. Pero ningún funcionario federal que participó en las negociaciones ha desmentido la existencia de los acuerdos. En el caso de Chiapas, el secretario de educación estatal abiertamente reconoció la existencia de mesas de negociación por lo menos desde agosto.
Gobernar un país con esos métodos puede servir momentáneamente para apaciguar y focalizar conflictos, pero es irresponsable dejar para gobiernos futuros asuntos que, en el fondo, no se han resuelto y que por lo tanto pueden volver a estallar. El bote pateado como método político.
La imposibilidad de esta reforma educativa
En el fondo, Nuño deberá conformarse con dejar montado el sistema de evaluación docente, que, aun con los cambios introducidos por el INEE, continúa teniendo una vertiente disciplinaria, esto es, la de remover de la función docente a los profesores que no tengan buen desempeño en tres evaluaciones consecutivas. Menciono este asunto porque es el que más malestar ha causado, aunque los problemas de concepción, diseño y técnica de la evaluación para el ingreso y para la promoción también han generado descontento.
No obstante que el modelo educativo sigue en debate, su aplicación hasta 2017 o 2018 deja en manos del próximo gobierno la decisión de darle o no continuidad. No hay ninguna certeza, y reforma educativa sin certeza está condenada al fracaso.
Es muy dudoso que el gobierno federal pueda construir certidumbre, no sólo por el gran malestar que la reforma ha producido, sino también por el enorme desprestigio que tiene y por su gusto casi enfermizo por el yerro y la estulticia, no sólo en ámbito educativo sino en todas las esferas de su competencia. Nuño mismo ha declarado que la reforma actual dará frutos dentro de diez años, sin tener el comedimiento de ofrecer argumentos para demostrar que tendrá esa duración (http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/08/11/1110494).
Además, aunque la reforma tuviese apoyo político y social, la historia de las reformas educativas en el país es la del “borrón y cuenta nueva” a la llegada de nuevos gobiernos, en función de intereses políticos, modas y ocurrencias, siempre con gran menosprecio hacia la participación de los maestros y con la complicidad del SNTE.
A estas alturas, la posición de Nuño es intentar salvar algo de la imagen del gobierno federal y, de pasada, seguir figurando como precandidato presidencial, lo que ya parece lejano pero no imposible. Dado que la evaluación, el modelo educativo y la propuesta curricular no lograrán integrar una estrategia coherente de reforma educativa sustentable política y técnicamente, mantenerla con tanta vehemencia es para Nuño su único asidero político.
Factores internos del repliegue de la CNTE
El repliegue de la CNTE no significa que haya renunciado a sus métodos de lucha: simplemente es una posposición del conflicto que dará cierto aire al gobierno federal y a los gobiernos estatales y, al mismo tiempo, dará un descanso al movimiento magisterial, exhausto física y financieramente, agobiado por luchas intestinas que amenazan con fracturar el movimiento, especialmente en Oaxaca y en Chiapas, y cercado por un creciente descontento de las bases magisteriales y de los padres de familia que han retirado su apoyo a los maestros de la CNTE.
El repliegue de la CNTE no sólo se explica por las concesiones que han otorgado el gobierno federal y los estatales. En la decisión pesaron otros factores. La Comisión Nacional de Mediación (CONAMED) desapareció del mapa político sin explicación alguna, aunque su posición conciliadora generó fuertes desavenencias entre algunos dirigentes de la CNTE.
Después de la última cancelación del diálogo, las negociaciones parciales se intensificaron y el movimiento perdió dirección común. La inminencia de cambios en las dirigencias sindicales de las secciones 22 y 59 de Oaxaca y 40 de Chiapas, que implican la intervención del CEN del SNTE para la emisión de las convocatorias, abrió un frente hacia el Sindicato y otro hacia los correligionarios de la CNTE, sumergidos en férreas batallas por el control político de la organización.
En las semanas pasadas llegaron noticias de asambleas tanto en Oaxaca como en Chiapas, que desconocían acuerdos, declaraciones o, incluso, expulsaban a miembros de la CNTE. También de asambleas saboteadas por las fracciones adversarias y de enfrentamiento violentos. Las fuerzas que tienen el control de las negociaciones fueron duramente combatidas por sus opositores.
La nueva etapa de lucha de la CNTE
Al regresar a clases, la CNTE abrió una “nueva etapa de lucha” sostenida en la “Ruta Pedagógica” y el “Proyecto de Transformación Educativa”. Con ello se propone enfocar esfuerzos para presentar una iniciativa ciudadana que abrogue la reforma educativa y desarrollar sus propios proyectos de evaluación y modelos educativos. Este cambio es importante porque coloca a la CNTE en un escenario distinto: el de la discusión de proyectos y de concepciones sobre la educación. En este terreno se verá si sus ideas tienen solidez conceptual y metodológica, y viabilidad práctica o si, por el contrario, son sólo marcos doctrinarios que justifican su ideología e intereses políticos.
El resultado de la lucha de la CNTE no ha sido sencillo, pero es un triunfo parcial que debe reivindicar con realismo. La CNTE no cambiará demasiado, no tiene por qué hacerlo pues sus movilizaciones rinden frutos (aunque no tantos como los del acomodaticio SNTE), pero es positivo que en la nueva etapa que se abre lleven su lucha al terreno legislativo y al debate de propuestas.