El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.
Con el inicio del ciclo escolar, cerca de 26 millones de niños y jóvenes ingresarán nuevamente a las escuelas. Las papelerías y las tiendas de uniformes son los espacios comunes en los que se visibiliza el regreso a clases. Esta parafernalia que hace de la educación un fetiche, oculta la otra mitad.
En México, poco más de 30 millones de personas de 15 años y más no se encuentran contempladas por el sistema educativo (INEA, 2014). Cuatro de cada 10 jóvenes en edad de cursar educación media superior no son atendidos, y a la educación superior sólo asisten tres de cada 10 jóvenes (Legler et al., 2015). Los jóvenes y adultos representan el sector con uno de los mayores niveles de abandono por parte de las políticas públicas, naturalizando el factor edad como un determinante de la exclusión. Por ejemplo, en el caso de la población indígena de América Latina y el Caribe, que corresponde a la cuarta parte de la población total en situación de rezago y analfabetismo, una gran cantidad equivale a jóvenes entre 15 a 24 años. Estos jóvenes y adultos son los invisibilizados, los que no son vistos por la sociedad ni el Estado, y cuyas problemáticas son naturalizadas y evitadas por el sistema escolarizado.
Esta inequidad traducida en la violación del derecho a la educación, se ve afianzada principalmente por la pobreza y la exclusión social, que suelen potenciar las desigualdades en relación al cumplimiento del derecho a la educación. El sector de jóvenes y adultos que no asisten a la escuela está signado mayoritariamente por la pobreza y el padecimiento de distintos tipos de discriminación, ya sea de tipo étnica, de género, por situación de migración o de internación en establecimientos carcelarios, entre otros. La deserción educativa de miles de jóvenes y adultos se da como consecuencia de esas situaciones y de la incapacidad del Estado para garantizar y concretizar el derecho a la educación. De esta manera se advierte que la exclusión educativa que alcanza en profundidad a los jóvenes y adultos, se potencia además como producto de las condiciones de exclusión económica, social y cultural a los que esta población se ve sujeta.
El concepto de los nini adoptado por los medios de comunicación y el Estado para identificar a los jóvenes que no estudian ni trabajan, se suma a esta cadena de estigmatización social, ocultando que son más de 7 millones los jóvenes que se encuentran bajo esta situación de exclusión. La estigmatización opera a nivel de afianzamiento de esa etiqueta y como medio para propiciar el inmovilismo y la naturalización de quienes se asocia como los nini.
La pasividad del Estado en torno al aseguramiento del derecho a la educación, se observa también en los bajos niveles de calidad educativa de las instituciones, sumado el analfabetismo como una de las manifestaciones más evidentes de estos procesos de exclusión.
La formación de maestros vinculados con este campo es otra de las debilidades de la política educativa, la cual es consecuencia, entre otros factores, de los bajos salarios docentes, la escasa valoración y especialización de este campo, la accesibilidad limitada a recursos y la falta de financiamiento que es alrededor del 1% del presupuesto otorgado por la Secretaría de Educación Pública. La visión de la educación para jóvenes y adultos sustentada en una formación de tipo supletoria o compensatoria, que busca completar los niveles educativos de personas que no lo hicieron en el tiempo o edades establecidas, es otro de los elementos que incide en la calidad educativa de los aprendizajes, combinado con la ausencia de una currícula flexible, pertinente y relevante social y culturalmente para todos los sujetos (Camilo et al., 2008).
La demanda de una educación pertinente para los jóvenes y adultos en situación de rezago es un paso fundamental para la garantía del derecho a la educación, en tanto se procure la atención a las necesidades, visiones de mundo y particularidades de los jóvenes y adultos, como la problemática del empleo, la adquisición de nuevos saberes y la lucha contra la exclusión. La oferta flexible y diversificada en los procesos y modalidades educativas, no solo en las cuestiones operativas, sino también en los contenidos y la manera de impartirlos y la atención a las trayectorias de vida, son algunos de los principales desafíos para el logro del acceso y permanencia de estos estudiantes. En este marco la asignación de presupuesto constituye un factor clave en la concreción del derecho a la educación, específicamente en lo que se refiere a la ampliación y calidad de la oferta de niveles educativos, que supere la visión supletoria de la educación.
El enfrentamiento a los problemas de discriminación y rezago, como el cuestionamiento de las etiquetas estigmatizadoras y generadoras de exclusión, debe constituirse en el espacio común que en época de regreso a clases, haga exigible el derecho a la educación.
Ante el incumplimiento de este derecho, cabe preguntarse: ¿Cuáles son los costos para que los jóvenes y adultos en rezago educativo sean incluidos en el sistema escolarizado, bajo una educación de calidad y al alcance de sus necesidades? ¿Qué lugar tiene la educación para jóvenes y adultos en la reforma educativa actual?
Referencias
Camilo M. et al. (2008). Situación presente de la educación de personas jóvenes y adultas en América Latina y el Caribe. México: Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010). Censo de Población y Vivienda. México: INEGI.
Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (2014). Políticas educativas para la población de jóvenes y adultos. Rezago educativo. México: INEA.
Legler, T. et al. (2015). La problemática persistente de la educación en México: equidad y calidad. En Trazando el rumbo. Proceso de reflexión crítica de la realidad. México: Universidad Iberoamericana.