En el México real y no en el que aparece bajo el manto del “milagro de Guadalupe” de los anuncios de la Secretaría de Educación Pública, en donde más allá de reconocer, que de acuerdo con los resultados del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial, 1 de cada 3 escuelas en México no tiene su organización completa y los maestros atienden a más de un grupo a la vez, 1 de cada 2 escuelas carece de drenaje, 1 de cada 3 no tiene agua potable, el 11.2% no tiene energía eléctrica y el 12.8% carece de baños, la estrategia va hacia poner maestros de inglés en todas las escuelas y, tomando en consideración que el mismo censo definió que había 207 mil 682 planteles, los 33 mil planteles que se han planteado atender con el programa Escuelas al 100, palidece ante tal realidad.
Si a ello le sumamos que la Secretaría de Educación Pública está en busca de enseñantes del programa y no Maestros en las convocatorias que está haciendo, abriendo la posibilidad de que cualquier profesionista egresado o no de una Institución de una Escuela Normal pueda acceder a impartir clases, el panorama no pinta nada halagüeño. Así, desde el año pasado, se planteó como una novedad hacia el Sistema Educativo, la “Escuela al Centro” como un mecanismo de fortalecimiento de las escuelas en México.
El punto grave de ello y para lo cual se debe de poner especial atención, lo constituye la segunda de las cinco estrategias dadas a conocer por el Secretario Nuño que refiere a la necesidad de colocar como lo dice en las páginas 38 y 39 de la Ruta para la implementación del Modelo Educativo: “es necesario dotar a las escuelas de mayores facultades de decisión, más recursos y mejores condiciones para la prestación del servicio educativo” en el apartado a) Gestión Escolar, en donde, además, se establece que, para el ciclo 2017 – 2018, la difusión al 100% de las escuelas en donde se debe “Desarrollar, actualizar y difundir el marco normativo que rige el desarrollo y ejercicio de la autonomía de gestión escolar a las autoridades educativas y escolares”.
El punto viene a cuentas, en virtud de que la estructura administrativa en que se basa dicho programa alentado desde los noventas del siglo pasado desde los organismos multinacionales en materia económica y se le conoce bajo el nombre de Administración Escolar Descentralizada (AED) y tiene, de acuerdo a diversos estudios al respecto seis aspectos básicos: “En general, los programas de AED devuelven autoridad sobre una o más actividades, que pueden ser cualquiera de las siguientes: 1) asignaciones presupuestarias; 2) contratación y despido de maestros y demás personal de la escuela; 3) desarrollo de planes de estudio; 4) adquisición de textos y otros materiales educativos; 5) mejoramiento de la infraestructura; 6) control y evaluación sobre el desempeño de los maestros y los resultados del aprendizaje estudiantil”.
Efectivamente, si desde la contratación ya se empezó a eliminar a los maestros de formación, en el punto dos del párrafo anterior se refiere precisamente a la posibilidad de que desde la propia escuela se promueva una purga de maestros alentando a las propias instituciones educativas a ello.
Será muy importante estar atentos a la normatividad que se expida para tal efecto desde la propia autoridad educativa y con ello no se vulneren aún más los derechos del magisterio nacional a partir de la tristemente célebre y mal llamada Reforma Educativa.