Sergio Martínez Dunstan
Esteban Moctezuma Barragán (EMB) ha sentado sus reales en la Secretaría de Educación Pública (SEP) bajo el padrinazgo de Ricardo B. Salinas, Presidente del Grupo Salinas, y las relaciones tejidas como representante de Fundación Azteca en la Asociación “Compromiso Social por la Calidad y Equidad Educativa”. La educación como insignia y la Nueva Escuela Mexicana como instrumento al servicio del proyecto empresarial con enfoque en la creación de valor económico y social hacia la búsqueda del poder político.
Recientemente expuse mi particular punto de vista sobre “El Nuevo Reglamento Interior de la SEP” a propósito de la publicación del documento aludido en el título. Destaqué las dependencias creadas: La Unidad de Promoción de Equidad y Excelencia Educativa, las Direcciones Generales de Vinculación académica; la Escuela es Nuestra; Desarrollo Humano Integral; Educación Musical y Orquestas Escolares; así como coordinaciones sectoriales para cada una de las subsecretarías. Son estratégicas para la 4T, señalé.
Sobre el asunto en cuestión, lo retoma, de una manera u otra, la nota de Animal Político firmada por Nayeli Roldán “Dan a 5 exempleados de Fundación Azteca puestos recién creados en la SEP”. Ahí se menciona que dicha fundación es la Asociación filantrópica del empresario Ricardo Salinas y que fue presidida por el actual Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán (EMB). Se resalta que en ninguno de los casos tenían experiencia previa en la administración pública y el perfil profesional se relaciona muy poco o nada con el puesto asignado.
Regresando al artículo de opinión de mi autoría “El Nuevo Reglamento Interior de la SEP”, publicado en Educación Futura y Profelandia, recibí comentarios sobre su contenido en las redes sociales. A manera de ejemplo, comparto algunos de ellos: EMB sigue sirviendo a los intereses del dueño de TV Azteca. Los puestos son ocupados por personas que utilizan la institución y su estructura para satisfacer otras agendas políticas o personales. Hacen alarde del poder sin respeto a la sociedad que exige funcionarios con preparación, no a incondicionales y mezquinos. Son arbitrarios y actúan de manera facciosa e improvisada. Estas cosas no se pueden quedar en lo “oscurito”. A la conclusión a la que llegué, “habría que ponerlo desde hoy en la lista de los candidatos a la Presidencia de la República”, le pareció excesivo, por decirlo de alguna manera.
De acuerdo con lo planteado en los párrafos anteriores, se confirma “el interés de EMB a dedicarse de lleno a dirigir los destinos de la política educativa hasta el 2021. Si es que no acontecen circunstancias extraordinarias que lo alejen de tal destino, claro está. Se mantendría en la vitrina en los próximos tres años con la posibilidad de ser visto, aún más, y quizá muy bien visto, con la probabilidad latente de proyectarse al margen de las filias y fobias que pueda generar entorno a él. Quizá sea uno de los suspirantes a ocupar el encargo más importante del país. A lo mejor sea el representante de algún grupo político – empresarial para dicho proceso” advertido en mi colaboración.
Aún no encuentro indicios que descalifiquen la legalidad y legitimidad de la Nueva Reforma Educativa 2019 y la Nueva Escuela Mexicana como medios de política pública e instrumentos de la política gubernamental. Las ideas ahí plasmadas atribuibles al titular de la SEP o a su gente cercana, no las hace ilícitas per sé independientemente del momento y lugar que hayan sido concebidas. Es entendible que EMB se rodee de personas que lo hayan apoyado en responsabilidades anteriores. Han formado parte de su equipo. Habrá que ponerse sobre la mesa los argumentos que pongan en tela de juicio la legalidad y legitimidad del proyecto político y del proyecto educativo que encabeza y promueve. Es conveniente valorar en qué medida el proyecto político presidencial se ve fortalecido con dicho proyecto educativo. Si el proyecto educativo pertenece a la política de gobierno o es pertinente. Si los proyectos de EMB y AMLO convergen. Cuáles son los puntos de tensión y conflicto entre ambos proyectos y personajes.
El disenso sobre determinadas políticas no pasa por la ilegalidad y la ilegitimidad necesariamente sino por el desapego al marco jurídico en su implementación, sus efectos, impacto y relevancia. Algunas medidas pudieran concebirse como impopulares y, por lo mismo, sin consenso social. Las visiones particulares determinan la forma de afrontar los desafíos. Las distintas perspectivas condicionan la resolución de los problemas. Y en ámbito educativo se han planteado diversas alternativas presidenciales influenciadas por el contexto. El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (1992), El Compromiso Social por una Educación de Calidad (2002), la Alianza por la Calidad de la Educación (2008), el Pacto Por México (2012). Para el caso de la RE2019, el impulso de un Nuevo Acuerdo Educativo ha resultado endeble a pesar de estar plasmado en la Nueva Ley General de Educación. En contraparte la Nueva Escuela Mexicana se ha fortalecido. Al menos el nombre es más conocido y su definición reconocida.
Por ello, conviene ser objetivos con el análisis antes de emitir juicios así como exponer los argumentos que permitan ponerle foco a la política gubernamental, a la política educativa y a las políticas públicas en materia educativa con la finalidad de identificar los claroscuros sin ninguna descalificación a priori. Pudiera interpretarse de muchas maneras hallar los genes de la Nueva Escuela Mexicana en la Fundación Azteca, principal brazo social de Grupo Salinas como se autodenominan en la página web, y la Asociación Civil “Compromiso Social por la Calidad y Equidad Educativa”, iniciativa de participación ciudadana plural e incluyente que busca ser un referente ciudadano. Habrá que clarificarlas para conocer realmente su intencionalidad, proyección. Y por encima de ello su legalidad, su legitimación. Muy probablemente, no trascenderá mas allá de la imagen representativa del proyecto educativo de la actual administración gubernamental ni se extenderá al próximo sexenio salvo que su principal impulsor juegue un papel preponderante en el próximo. Lo que sí está en riesgo es la formación de toda una generación de mexicanos. Nada más ni nada menos.
He escrito varios artículos sobre la Reforma Educativa 2019 (RE2019) desde su concepción y discusión hasta su aprobación final. Es decir, las modificaciones a la carta magna así como las reglamentarias, conocidas como leyes primarias y secundarias, han sido mis objetos de estudio en más de una ocasión al igual que el tema de la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Entre otros:
La Nueva Escuela Mexicana 4T. Continente y contenido.
El Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana.
El enfoque pedagógico de la Nueva Escuela Mexicana.
La Nueva Escuela Mexicana redimensionada 1ª Parte.
La Nueva Escuela Mexicana redimensionada 2ª Parte.
He intentado analizar la NRE2019 y la NEM desde una perspectiva académica con la finalidad de escudriñar sus implicaciones para la política educativa, las políticas públicas, el sistema educativo nacional así como su relevancia para el trabajo cotidiano de los directores y profesores en las escuelas y los salones de clases.
En mis escritos he examinado también la labor, pretérita y actual, del titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) a fin de hurgar entres sus ideas y modo de proceder las propuestas que le dan forma a las políticas públicas en materia educativa y a la política educativa del propio gobierno con la expectativa de comprenderlas de la mejor manera:
Volver al futuro ¿Hacia una nueva era en la educación?.
Un Secretario de Educación desamparado.
Les recomiendo su lectura.
Carpe diem quam minimun credula postero
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